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1. “Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles,
Si no tengo caridad (ágape)
Soy como bronce que suena o címbalo que retiñe.
2. Aunque tuviera el don de profecía
Y conociera todos los misterios y toda la ciencia;
Aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas,
Si no tengo “amor”,
Nada soy.
3. Aunque repartiera todos mis bienes,
Y entregara mi cuerpo a las llamas,
Si no tengo “amor”, nada me aprovecha”
(I Corintios, 13. 1-3. Biblia de Jerusalén)
Nota: hemos sustituido el término “caridad” por “amor” dos veces pues es más cercano al hombre de la calle de hoy.
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