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Mi Diario. Reunión del trece de marzo de 2004. Sábado.
Dar, darse, entregarse.
Ayer, mi querido Diario, mi querido José Carlos, en la REUNION del Grupo, llegamos al final de QUÉ ES EL AMOR, aunque faltan, según Carlos, algunos matices que iremos tratando en las próximas reuniones.
Saber aceptar y recibir del otro. Sacrificio y renuncia. ¿Pero el amor puede ser renuncia y sacrificio? La comunicación profunda del yo. La necesidad imperiosa que tenemos de amar. La entrega total de sí mismo. El servicio y el beneficio del (ser) amado. Caminar juntos hacia la Casa del Padre. La felicidad personal y conyugal. El amor como círculo perfecto: el amor de Dios en la parábola del hijo pródigo.
Creo que el plan es todavía muy ambicioso. Me atrae una burrada. Desde luego se habla del amor, del verdadero sentido y esencia del amor y no se para nunca. Dice Carlos que podría, podríamos estar hablado del amor un año entero sin agotar el tema y que siempre se le quedarían cosas en el tintero.
Bien, voy a poner en mayúsculas, para que nunca lo olvides, mi querido Diario, una definición como “para andar por casa,” que no ha dado Carlos del amor, no del amor de la pareja, sino de todo amor, hasta del amor de Dios. Quizás no muy técnica, no muy psicológica, no muy antropológica, pero sí muy profundamente humana y sobre todo muy sencilla y completa.
EL AMOR ES:
DAR, DARSE, ENTREGARSE,
BUSCANDO SIEMPRE EL BIEN DEL AMADO,
SIN EXIGIRLE NADA A CAMBIO,
SABIENDO ACEPTARLE Y RECIBIRLE,
Y ESPERANDO DE ÉL TODO.
¡Dios mío, Dios mío, por favor te lo pido, que nuestro amor sea fiel reflejo de esta definición!
Haz que José Carlos y yo, tu Ana, nos amemos así.
Haz que todas las parejas y los matrimonios se amen con este amor.
Haz que nos parezcamos a Ti, como dice la canción, “amor de los amores".
Que así sea.
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