>
2.- ALEGRIA Y BUEN HUMOR.
Mi Diario. Reunión del diez de abril de 2004. Sábado.
Siempre exige alegría y buen humor.
La alegría de la alegre Elena.
Querido Diario:
Hace quince días al terminar la Misa en El Madroñal, y tras la reunión del Grupo, por fin vino también Elena, la mujer de Carlos, que cuando por su trabajo no puede venir la echamos un montón de menos, es simpática, alegre, guapísima, estilosísima, con cara un poco de filipina, su madre era hija de filipina y español, la primera mujer que empezó medicina en España, y que al enamorarse su profesor, Marcos, el padre de ella, le pidió, ¿o le obligó?, a dejarlo, los machismos de entonces, y con un don de gente, que entra bien y cae bienísimo, vamos, alegra la reunión, sus intervenciones son muy humanas y sobre todo siempre tiene un matiz muy fuerte de cara a sus hijos, por cierto son guapísimos y muy interesantes. José Carlos, que ya te veo venir con tu punto de celillos. Celillos, a la mar, José Carlos. Y ni siquiera te voy a decir que yo te quiero a ti y estoy muy enamorada de ti. Hoy te aguantas.
Comprendo que Carlos esté tan enamorado de ella, y que diga que si se tuviera que casar otra vez lo volvería a hacer con su mujer. Volverte a conocer, volverme a enamorar de ti, volverme a casar contigo, volver a vivir todo los días de mi vida junto a ti, Elena. Mis cuatro grandes deseos si volviera a nacer.
Bueno, me perdí. Elena al terminar la Reunión nos dijo que para la próxima, después de la Misa, nos invita a “picar” algo en su casa.
Y hoy, por fin llegó el día, lo estaba deseando, que novelera y curiosa soy, si Elena es así cómo será su casa y con que gusto estarán puestos todos los detalles. Que no lleváramos nada, que para otra vez ya lo haríamos trayendo algo cada uno, pero que esta era la primera y “ella, lo dijo con gracia y orgullosa humildad, quería que le dejáramos lucirse”. Y de verdad se lució.
La casa, que han comprado hace solo tres años, la han ido arreglando con mucho esfuerzo y trabajo personal de Carlos en la albañilería, “yo era el peón de mi maestro albañil”, nos dijo Carlos, a terciar el cemento con la arena, poner las vigas y clavar los techos, primero con él, solo los dos, tras mi trabajo, luego ya vinieron tres peones más, y ella a lijar, pintar, barnizar, pulir, adornar, decorar y poner velas y flores.
La casa les ha quedado preciosa, yo diría que única y de revista, de casi un alpende que compraron, pues vimos las fotos de los orígenes. Qué transformación y qué humor, qué gran humor, para meterse en esos berenjenales. Pero cada piedra, cada ladrillo, cada boque, cada pared pintada de rojo cardenal, fuerte y muy original, ha sido una conquista común que en medio de las pequeñas divergencias y discusiones, les ha unido profundamente al ser una ilusión de los dos continuada, mantenida tres años, y añadió Carlos, “por cuestión de los costes y el dinero, claro”.
Hay que tener humor para meterse en esas aventuras. Algunos de sus amigos pensaron para sus adentro que era una gran locura y ahora están admirados. Y nosotros los jóvenes, pensando comprarnos un piso diminuto en “La Pardilla” o un adosadito en “El Lomo de la Dehesa”. Eso sí. Hasta con los cortinas y los visillos ya puestos por “Los Almacenes la Rivera del Mar”.
Pero resumo, que si no, no llegaré a lo principal. El jardín, el césped y la casa en todas sus habitaciones, estaban adornadas con jarrones de cristal y mil más, de velas y flores, con un gusto exquisito. El aperitivo y la cena, la mesa era para caerte de espalda del gusto con que estaban puestos todos los detalles y hasta las mismas viandas. He puesto viandas, algo cursi, pero comida me parecía muy prosaico y vulgar para describirte aquellas. Comprendo, Carlos, le dije, que estés tan locamente enamorado de tu mujer.
Nos reímos. Todos los tomaron por aquello de que al hombre se le conquista, dicen, por el estómago.
Bueno, nos reímos toda la noche, charlamos por los codos, echamos de menos a Don Matías, que tenía que ir a tocar el órgano a la Catedral y no pudo venir, prometió hacerlo la próxima vez, pues yo creo que como a todos los Curas le gusta un poquillo comer, y como era sábado nos dieron las tantas. Ninguno teníamos ganas de despedirnos y terminar la acogida tan cariñosa y el ambiente tan fantástico y tan entrañable.
Fueron llegando los seis hijos, bueno sólo cinco, Nacho el segundo, el que tiene cuatro hijos ya, la mayor cuatro años, está en Casablanca, África, trabajando, ya te contaré de él y de Ana, como yo, su mujer, pues Carlos y Elena no sólo les tiene un gran cariño sino una gran admiración, pero vino su hija Mariole, que es tan guapa como su madre, pero con un estilo más informal que ella, cuatro trapitos como se dice hoy, su hijo Carlos con Bea, su mujer, cariñosísima y muy atractiva, canta en La Filarmónica desde este año, son un encanto los dos y Carlitos, así le llaman, tiene muchísima gracia y es muy chistoso, luego llegó Marcos, con su poblada barba, que acaba de volver de Calcuta y ya está buscando irse al Tercer Mundo a ayudar a los pobres o a los niños de las aceras, Fer vino un momento con Marisa, él alto y delgado, debió de ser muy rubio, y a todas nos pareció que Marisa había tenido mucha suerte y gusto, aunque Elena afirmó que la suerte inmensa había sido de Fernando, llevándose una niña tan guapa y en todo diez. Nos trajo una tarta para los postres de almendra que era para chuparse los dedos. Yo, a régimen, repetí dos veces. Mañana, dije riéndome, me confesaré de gula, aunque está tan rica que esto no puede ser gula.
Por fin llegó Jorge y si no estuviéramos tan enamoradas todas hubiéramos deseado ser solteras. Tiene una cabeza con mil rizos, parece un hermosísimo león.
Bueno ahora te contaré porqué te he contado todo esto. Porque parece el cuanto de nunca acabar. Cuando en el fondo de la conversación salió mil veces lo delicadísima y guapísima que era Elena, Carlos nos dijo que lo que le había enamorado de Elena no era su belleza, que ésta le atrajo desde el principio, pero que el amor, amor, llegó torrencialmente y profundísimamente cuando la fue tratando y conociendo porque no le enamoró su belleza sino su alegría.
Alegría y alegría, ojos limpios para ver la vida y para amarla y buen carácter y humor para vivirla con felicidad. Entonces exclamó Jorge: ¡Qué maravilla! ¡Qué maravilla! Y los hermanos se echaron todo a reír. Por lo visto a Elena, siempre que iban de excusión de pequeños, no se le caían estas palabras de la boca, cuando veían las montañas nevadas o verdes, el mar azul o embravecido, los campos de girasoles o de trigo besados por el viento, los acantilados agrestes y bravíos etc.
Siempre que salíamos juntos, de novios, si yo decía mira que pobre niño, harapiento y sucio, pobrecillo, ella añadían pobrecillo sí pero mira los ojos tan bonitos que tiene.
De todo y de todos venía y ve el lado bueno, la belleza, el buen corazón, la esperanza.
Me crea alegría de vivir, yo que soy sino pesimista si demasiado realista del lado malo o desagradable, ilusión por el presente y el mañana, esperanzas ante las dificultades y fe en la Providencia, a su lado se está en el bienestar.
De esta forma de ser tan maravilloso, tan alegre, tan abierta a la vida y a la esperanza me enamoré profundamente. Claro que también de la belleza, mi filipinilla.
Si no fuera por ella, yo nunca me hubiera metido en la aventura de esta casa, ni de mil cosas más, viajes, le encanta viajar, a mí me encanta cuando ya estoy viajando, muebles, decoración, fiestas, invitaciones, relaciones y amigos, y casi todo lo que es salida de uno mismo hacia los demás.
Ad Deum qui letificat juventutem meam. Me acercaré al Altar d Dios. Del Dios que llena de ALEGRIA mi juventud. DIOS ES AMOR. Y EL AMOR SE DESBORDA EN ALEGRIA.
Reunión de Grupo:
No hubo reunión propiamente dicha, pero toda la noche fue un compartir como hermanos, no solo la cena maravillosa de Elena, bueno y de Carlos también, sino pensamientos, ideas, convicciones y hasta
vivencias e intimidades que alegraron la tertulia y la charla. Hubo tiempo para todos pues Tomás, quién lo diría, nos salió gracioso, y entre chistes, ocurrencias y anécdotas graciosas, las risas y hasta las carcajadas incontroladas corrieron abundantemente en la velada. ¡Cómo se esponja uno con los amigos de verdad, y que bien se está y se pasa! Hemos quedado en reunirnos alguna vez en casa de los casados, llevar algo cada uno para picar y beber, “pas de alcohol”, y hacer la reunión de grupo allí, en un ambiente más distendido y cálido.
Conclusión:
Dios es amor. Y el verdadero amor se desborda en alegría.
Y para los momentos tensos y para todos los momentos, BUEN HUMOR.
A Tatín, que me enseñó que en el Matrimonio, el buen humor es fundamental para que funcione sin estridencias excesivas.
>
sábado, 11 de agosto de 2007
14.- SEGUNDO CURSILLO DE EL MADROÑAL"
>
14.- Segundo Cursillo de El Madroñal.
Del 11 al 17 de abril de 2004.- Domingo a domingo.
Temas 15 a 21
Asisten como Ayudantes de Monitores.
Revisión como Monitores de:
Objetivos de cada Tema.Cuestionario de aceptación por las parejas
15.- “Preparando el Cursillo.”
Mi Diario a once de abril de 2004. Domingo.
Asisten como ayudantes de Monitores. Ana aún novia.
16.- “Amor, ¿para qué? Sexo y placer”
Mi Diario a doce de abril de 2004. Lunes.
17.- “Te de enterraran como a un perro”
Mi Diario a trece de abril de 2004. Martes.
18.- “Ya eres mía”
Mi Diario a catorce de abril de 2004. Miércoles.
19.- “¿De verdad queréis ser padres?”
MI Diario a quince de abril de 2004. Jueves.
20.- “El matrimonio se hizo Sacramento”
Mi Diario a dieciseis de abril de 2004. Viernes.
21.- “El fracaso estrepitoso del Cursillo”
Mi Diario a diecisiete de abril de 2004. Domingo.
>
14.- Segundo Cursillo de El Madroñal.
Del 11 al 17 de abril de 2004.- Domingo a domingo.
Temas 15 a 21
Asisten como Ayudantes de Monitores.
Revisión como Monitores de:
Objetivos de cada Tema.Cuestionario de aceptación por las parejas
15.- “Preparando el Cursillo.”
Mi Diario a once de abril de 2004. Domingo.
Asisten como ayudantes de Monitores. Ana aún novia.
16.- “Amor, ¿para qué? Sexo y placer”
Mi Diario a doce de abril de 2004. Lunes.
17.- “Te de enterraran como a un perro”
Mi Diario a trece de abril de 2004. Martes.
18.- “Ya eres mía”
Mi Diario a catorce de abril de 2004. Miércoles.
19.- “¿De verdad queréis ser padres?”
MI Diario a quince de abril de 2004. Jueves.
20.- “El matrimonio se hizo Sacramento”
Mi Diario a dieciseis de abril de 2004. Viernes.
21.- “El fracaso estrepitoso del Cursillo”
Mi Diario a diecisiete de abril de 2004. Domingo.
>
15.- "Así preparamos el Cursillo"
>
Mi Diario a once de abril de 2004. Domingo.
Asisten como ayudantes de Monitores, al final del noviazgo.
Carlos nos pidió que asistiéramos al SEGUNDO CURSILLO de El Madroñal, y que nuestro talante fuera como hacerlo nuevamente, asistiendo primero a las charlas como oyentes, y luego a las reuniones de grupos, cada pareja en un grupo con su pareja de monitores oficiales, dando testimonio de nuestra fe de parejas jóvenes, a un año de nuestro cursillo, en nuestros meses de matrimonio, y contando nuestras vivencias como miembros del grupo y de nuestra “pequeña comunidad de vida cristiana”.
Pero eso hoy domingo por la tarde nos hemos reunido en casa de María y Tomás, que de los casados ya, son los que viven más al epicentro de todos nosotros.
Nos ha entregado Elena unas hojas con la revisión de cada tema desde el punto de vista de los Monitores que eso seremos, ayudantes de Monitores, en este Cursillo. Carlos nos ha pedido que sobre todo seamos “testigos” de la fe que profesamos y del amor con que amamos a Jesús y a su Iglesia. Que nuestro testimonio de parejas jóvenes puede mover más que mil charlas y discursos, diálogos y conversaciones, pues “las palabras vuelan y los ejemplos arrastran”. Nos lo dijo en latín pero no lo recuerdo bien. “Verba volant, y no sé que más. Se lo preguntaré.
Las hojas constan de dos partes bien definidas. La primera que se debe intentar dejar en cada tema. Sus objetivos. Como siempre, será un poco pesado, insistió en que hay que exponer las ideas claramente y dialogar sobre ellas, pero que hay que dejar plena libertad para que El Espíritu haga su trabajo. “La fe es un don gratuito de Dios”. Pero Dios Misericordioso a nadie se la niega si abre su corazón al amor.
Cada día iré copiando estas hojitas de Objetivos y revisión y luego anotando algunas impresiones de las reuniones de grupo y del Cursillo.
Las leímos todas, nos pidió que las retocaros sobre la marcha si nos iluminaba el Espíritu y después de charlar sobre mil cosas tomamos unas cosillas de cena, María es una maravillosa anfitriona y se volcó, menudo banquete, e ilusionados por mañana “de estreno” José Carlos me llevó a casa, cómo añoro estar ya casada y volver a nuestro hogar ya tan terminado para después de nuestra ya inminente boda, en mayo, bendito sea Dios, y tras escribir estas líneas y rezar al pie de mi cama mirando el Crucifijo de mi abuela, ¡Señor ven a tu viña y vendímiala!, me meteré en la cama pues estoy como buena dormilona, muerta de sueño. Hasta mañana José Carlos, me hace muchísima ilusión ir juntos de jornaleros a la Viña del Señor. Un beso. No te enfades, para ti también, mi querido Diario.
>
Mi Diario a once de abril de 2004. Domingo.
Asisten como ayudantes de Monitores, al final del noviazgo.
Carlos nos pidió que asistiéramos al SEGUNDO CURSILLO de El Madroñal, y que nuestro talante fuera como hacerlo nuevamente, asistiendo primero a las charlas como oyentes, y luego a las reuniones de grupos, cada pareja en un grupo con su pareja de monitores oficiales, dando testimonio de nuestra fe de parejas jóvenes, a un año de nuestro cursillo, en nuestros meses de matrimonio, y contando nuestras vivencias como miembros del grupo y de nuestra “pequeña comunidad de vida cristiana”.
Pero eso hoy domingo por la tarde nos hemos reunido en casa de María y Tomás, que de los casados ya, son los que viven más al epicentro de todos nosotros.
Nos ha entregado Elena unas hojas con la revisión de cada tema desde el punto de vista de los Monitores que eso seremos, ayudantes de Monitores, en este Cursillo. Carlos nos ha pedido que sobre todo seamos “testigos” de la fe que profesamos y del amor con que amamos a Jesús y a su Iglesia. Que nuestro testimonio de parejas jóvenes puede mover más que mil charlas y discursos, diálogos y conversaciones, pues “las palabras vuelan y los ejemplos arrastran”. Nos lo dijo en latín pero no lo recuerdo bien. “Verba volant, y no sé que más. Se lo preguntaré.
Las hojas constan de dos partes bien definidas. La primera que se debe intentar dejar en cada tema. Sus objetivos. Como siempre, será un poco pesado, insistió en que hay que exponer las ideas claramente y dialogar sobre ellas, pero que hay que dejar plena libertad para que El Espíritu haga su trabajo. “La fe es un don gratuito de Dios”. Pero Dios Misericordioso a nadie se la niega si abre su corazón al amor.
Cada día iré copiando estas hojitas de Objetivos y revisión y luego anotando algunas impresiones de las reuniones de grupo y del Cursillo.
Las leímos todas, nos pidió que las retocaros sobre la marcha si nos iluminaba el Espíritu y después de charlar sobre mil cosas tomamos unas cosillas de cena, María es una maravillosa anfitriona y se volcó, menudo banquete, e ilusionados por mañana “de estreno” José Carlos me llevó a casa, cómo añoro estar ya casada y volver a nuestro hogar ya tan terminado para después de nuestra ya inminente boda, en mayo, bendito sea Dios, y tras escribir estas líneas y rezar al pie de mi cama mirando el Crucifijo de mi abuela, ¡Señor ven a tu viña y vendímiala!, me meteré en la cama pues estoy como buena dormilona, muerta de sueño. Hasta mañana José Carlos, me hace muchísima ilusión ir juntos de jornaleros a la Viña del Señor. Un beso. No te enfades, para ti también, mi querido Diario.
>
16.- "Amor, ¿para qué? Quiero sexo y placer"
>
Mi Diario a doce de abril de 2004.
¿Pero de verdad sabes lo que es el amor?
Copio primero los Objetivos a alcanzar por nuestras parejas del Grupito de Cursillo, nosotros nos sentamos en el Grupo primero, con Félix y Any, que son un encanto, en este primer día, cuyo tema es El Amor.
Luego quiero recoger unas pinceladas de lo que para nosotros dos fue revivir nuestro Cursillo, ¡Dios mío, ya hace un año, y nosotros estamos a las puertas de nuestra boda!
Y desde luego lo que sintieron y vivieron esas maravillosas parejas que nos tocaron en el grupo, con sus luces y sus sombras, pero sobre todo con su gran interés por llegar a ser un matrimonio unido y con amor. Ya te contaré, mi querido Diario, un poco mas abajo, pues estoy muy emocionada, cómo puede Dios estar tan ceca de muchas personas y éstas casi ni sentirlo ni verlo, ni encontrarse con El.
Estos son los Objetivos y las preguntas que debemos hacernos José Carlos y yo tras terminar la jornada.
OBJETIVO DEL PRIMER TEMA: "EL AMOR"
Principios:
1.- El hombre está hecho para amar.
2.- SOLO amando "se realiza", se hace más hombre.
3.- Solo el amor en la entrega hace feliz al hombre.
4.- Dios ha hecho al hombre a su imagen: AMOR.
Nota Aclaratoria: Ofrecer la ampliación a los temas del amor y el diálogo en la pareja en los cursos de continuidad.
OBJETIVO del tema:
Es triple:
QUE revisen su AMOR y la madurez de su AMOR.
QUE consoliden ese AMOR en su pareja.
QUE cultiven "su" AMOR.
Nota:
Su amor puede ser: falso.
verdadero.
impuro: mezcla de verdadero y falso.
REVISION DE LOS EQUIPOS DE MONITORES
1.‑ ¿Han llegado mis parejas a sacar una idea clara de la diferencia entre egoísmo y amor?
2.‑ ¿Han llegado a un compromiso serio de revisar su amor, en un diálogo entre los dos,
sereno, tranquilo y sin prisas?
3.‑ ¿Han llegado a un compromiso serio de cultivar su amor, dialogando, sacrificándose
el uno por el otro, compartiendo gozos y alegrías, penas y tristezas, enfermedades,
salud, trabajos, descanso, pobreza o riqueza?
4.‑ ¿Cómo han contestado a las encuestas?
5.‑ ¿Hacen sus encuestas de "casa"? (Para Cursillos en días alternos)
6.‑ ¿Qué nivel cultural tienen?
7.‑ ¿Hay alguna pareja que destaquen por sus compromisos y responsabilidad?
8.‑ ¿Qué podemos hacer para llegar mejor a ellas?
9.‑ ¿Qué ideas tenemos que remachar o aclarar?
Cuando José Carlos me ha traído a casa, derrengada, cansada, molida, del día de trabajo en la oficina, de las cosas a preparar de nuestra Boda, atendidas casi con la comida en la boca, de la lectura rápida del tema en mis apuntes de Cursillos, tras salir del trabajo y recogerme José Carlos para llegar pronto al Cursillo, “debéis escuchar cada charla, nos había advertid Carlos, para saber exactamente que han escuchado los novios, y poder dialogar con ellos con pleno conocimiento de causa, ya sea por ideas que no parecieran quedar muy claras, ya por otras que luego pedan salir en la reunión de grupo y que quedaron en el tintero, ya por aquellas que no llegaron a entender o no supieron asimilar”, y así mientras José Carlos conducía yo iba leyendo de nuevo en alto los objetivos a lograr y una pequeña oración común por que fuera Dios quién les hablara hoy a esas parejas sobre todo en el corazón, he abierto la nevera, he cogido un par de yogures de esos que no engordan y un trozo de queso, y me he venido a mi mesa en mi cuarto, te he mirado con amor y agradecimiento, mi pequeño Jesús crucificado que estás siempre sobre mi mesa presidiéndola y me he puesto a garrapatear estas líneas, para que mi mente no olvide las vivencias de mi corazón esta noche con “mis parejas”.
Feliz y Any, que dieron la charla, presidían el grupo uno y se fueron acercando seis pareja de novios a nuestro “rincón de encuentro”. Cuando nos sentamos todos Any les pidió que para romper el hielo fueran diciendo sus nombres y el tiempo de novios y algo más si querías. Ellos eran Feliz y Any, muchísimos años de casados, tres hijos ya mayores y casi quince de ayudar en Cursillos.
José Carlos y yo nos presentamos como una pareja que hacía un año casi, en mayo del 2003 había hecho el Cursillo allí mismo, que nos ilusionaba compartir con ellos su cursillo, que saldrían como nosotros alegres y contento y que en mayo de este año nos casábamos. Se presentaron después José Pablo y Marisa, Juan y Lucia, Bernabé y Guacimara, Cristina y Alejandro, Ángel y Enma, y Ignacio y Magnolia.
La reunión transcurrió con normalidad, había tres parejas bastante creyentes y una practicante, hasta que Ignacio abrió el melón de su discordia y desacuerdo. Fue tan duro que todo nos quedamos e piedra y Magnolia no sabía ni a donde mirar, humillada hasta la más pequeña punta de su hermosa y rubia cabellera.
He venido porque Magnolia me lo ha impuesto como condición para vivir en pareja. Si no nos casamos por la Iglesia como sus padres y abuelos ella no se viene a vivir conmigo. Pero para mí todo esto es una comedia montada por los intereses de tener parroquianos a quien dominar y guiar de la Iglesia, a los curas les gusta mandar y asustar, y de la Sociedad hipócrita y mercantil que se monta toda esta parafernalia para sacar dinero.
En cuanto al amor yo ni he visto amor a mi alrededor sino muchísimo egoísmo, cada uno va a lo suyo, y sólo a lo suyo, ni el amor existe, ni yo siento el mínimo amor. Sólo busco mi bien y explotar como un limón mis años de vida, que por muchos que sean siempre serán pocos, y se acabarán n un abrir y cerrar de ojo, y que con referencia a la pareja me parece que es un acuerdo en que cada uno procura mientras dure sacar del otro el máximo placer posible. La pareja solo es sexo y el sexo solo es placer corporal, que hay que extraer de esa relación al máximo. No entiendo más unión que la conveniente para el sexo y el placer. Después de un día de trabajo explotador perdonad que os lo diga tan burdamente, un buen revolcón al máximo y quedarse dormido para descansar y volver al maldito trabajo al día siguiente.
Callamos todos pues este arranque de sinceridad nos dejó cortadísimos a todos. Magnolia era un mar de lágrimas y no le quedaba a su sombrajo ni un mal palo que lo sostuviera. Creo que con el Cursillo estaba quemando su último cartucho.
Curiosamente reaccionó José Carlos el primero. Efectivamente, Ignacio, tu postura es una manera de ver la existencia y la vida. Creo que aquí, por las caras que veo no la comparte nadie. Ni tu novia, que es quizás la más sorprendida pues no parece que nunca le fuiste tan sincero, y ha sido la rabia de la obligación del Cursillo la que ha sacado toda tu verdad afuera.
Y entonces empezó un bombardeo de replicas y disensiones, de defensa de la postura de Magnolia y de casi ataques a Ignacio que hubo que cortar.
Si duro fue Ignacio más duro fue Alejandro al que no pudimos cortar. Si piensas así, vas arreglado, macho. Si nunca has visto ni sentido amor, ni el de tu madre, y si lo que buscas en tu pareja no s más que TU sexo y TU placer, eres el más desgraciado de todos los hombres, porque te has perdido lo más hermoso y bello de la vida que es el amor y estar locamente enamorado de una mujer, y soñar cada segundo con compartir, no solo la cama sino la vida, toda la vida y las ilusiones y los hijos, con ella.
No creo que esto dure ni que Magnolia se case con Ignacio. Hoy creo que empezó a ver, debe estar muy enamorada y ciega, que ella para Ignacio no tiene el valor de un pañuelo ni de trapo. Usado y viejo lo tirará sin ningún reparo y disgusto.
Por sus ojos suplicantes al mirar a Any, vi. que quería hablar con ellos a solas, luego. De hecho le dijo a Ignacio al final que se fuera que ya la llevarían a su casa. El se fue de mala gana y casi estuvo a punto de saltar de nuevo.
Al volver a casa y en silencio, no quería que me viera José Carlos, fui llorando en silencio. Lloré por Magnolia y por todo el desamor que hay en el mundo. Y hasta me pregunté, con Alejandro cómo habrían sido el padre y sobre todo la madre de Ignacio.
Aunque hubiera estado físicamente a su lado y dado todos los bienes materiales necesarios, ¿había el pobre de Ignacio tenido madre?
>
Mi Diario a doce de abril de 2004.
¿Pero de verdad sabes lo que es el amor?
Copio primero los Objetivos a alcanzar por nuestras parejas del Grupito de Cursillo, nosotros nos sentamos en el Grupo primero, con Félix y Any, que son un encanto, en este primer día, cuyo tema es El Amor.
Luego quiero recoger unas pinceladas de lo que para nosotros dos fue revivir nuestro Cursillo, ¡Dios mío, ya hace un año, y nosotros estamos a las puertas de nuestra boda!
Y desde luego lo que sintieron y vivieron esas maravillosas parejas que nos tocaron en el grupo, con sus luces y sus sombras, pero sobre todo con su gran interés por llegar a ser un matrimonio unido y con amor. Ya te contaré, mi querido Diario, un poco mas abajo, pues estoy muy emocionada, cómo puede Dios estar tan ceca de muchas personas y éstas casi ni sentirlo ni verlo, ni encontrarse con El.
Estos son los Objetivos y las preguntas que debemos hacernos José Carlos y yo tras terminar la jornada.
OBJETIVO DEL PRIMER TEMA: "EL AMOR"
Principios:
1.- El hombre está hecho para amar.
2.- SOLO amando "se realiza", se hace más hombre.
3.- Solo el amor en la entrega hace feliz al hombre.
4.- Dios ha hecho al hombre a su imagen: AMOR.
Nota Aclaratoria: Ofrecer la ampliación a los temas del amor y el diálogo en la pareja en los cursos de continuidad.
OBJETIVO del tema:
Es triple:
QUE revisen su AMOR y la madurez de su AMOR.
QUE consoliden ese AMOR en su pareja.
QUE cultiven "su" AMOR.
Nota:
Su amor puede ser: falso.
verdadero.
impuro: mezcla de verdadero y falso.
REVISION DE LOS EQUIPOS DE MONITORES
1.‑ ¿Han llegado mis parejas a sacar una idea clara de la diferencia entre egoísmo y amor?
2.‑ ¿Han llegado a un compromiso serio de revisar su amor, en un diálogo entre los dos,
sereno, tranquilo y sin prisas?
3.‑ ¿Han llegado a un compromiso serio de cultivar su amor, dialogando, sacrificándose
el uno por el otro, compartiendo gozos y alegrías, penas y tristezas, enfermedades,
salud, trabajos, descanso, pobreza o riqueza?
4.‑ ¿Cómo han contestado a las encuestas?
5.‑ ¿Hacen sus encuestas de "casa"? (Para Cursillos en días alternos)
6.‑ ¿Qué nivel cultural tienen?
7.‑ ¿Hay alguna pareja que destaquen por sus compromisos y responsabilidad?
8.‑ ¿Qué podemos hacer para llegar mejor a ellas?
9.‑ ¿Qué ideas tenemos que remachar o aclarar?
Cuando José Carlos me ha traído a casa, derrengada, cansada, molida, del día de trabajo en la oficina, de las cosas a preparar de nuestra Boda, atendidas casi con la comida en la boca, de la lectura rápida del tema en mis apuntes de Cursillos, tras salir del trabajo y recogerme José Carlos para llegar pronto al Cursillo, “debéis escuchar cada charla, nos había advertid Carlos, para saber exactamente que han escuchado los novios, y poder dialogar con ellos con pleno conocimiento de causa, ya sea por ideas que no parecieran quedar muy claras, ya por otras que luego pedan salir en la reunión de grupo y que quedaron en el tintero, ya por aquellas que no llegaron a entender o no supieron asimilar”, y así mientras José Carlos conducía yo iba leyendo de nuevo en alto los objetivos a lograr y una pequeña oración común por que fuera Dios quién les hablara hoy a esas parejas sobre todo en el corazón, he abierto la nevera, he cogido un par de yogures de esos que no engordan y un trozo de queso, y me he venido a mi mesa en mi cuarto, te he mirado con amor y agradecimiento, mi pequeño Jesús crucificado que estás siempre sobre mi mesa presidiéndola y me he puesto a garrapatear estas líneas, para que mi mente no olvide las vivencias de mi corazón esta noche con “mis parejas”.
Feliz y Any, que dieron la charla, presidían el grupo uno y se fueron acercando seis pareja de novios a nuestro “rincón de encuentro”. Cuando nos sentamos todos Any les pidió que para romper el hielo fueran diciendo sus nombres y el tiempo de novios y algo más si querías. Ellos eran Feliz y Any, muchísimos años de casados, tres hijos ya mayores y casi quince de ayudar en Cursillos.
José Carlos y yo nos presentamos como una pareja que hacía un año casi, en mayo del 2003 había hecho el Cursillo allí mismo, que nos ilusionaba compartir con ellos su cursillo, que saldrían como nosotros alegres y contento y que en mayo de este año nos casábamos. Se presentaron después José Pablo y Marisa, Juan y Lucia, Bernabé y Guacimara, Cristina y Alejandro, Ángel y Enma, y Ignacio y Magnolia.
La reunión transcurrió con normalidad, había tres parejas bastante creyentes y una practicante, hasta que Ignacio abrió el melón de su discordia y desacuerdo. Fue tan duro que todo nos quedamos e piedra y Magnolia no sabía ni a donde mirar, humillada hasta la más pequeña punta de su hermosa y rubia cabellera.
He venido porque Magnolia me lo ha impuesto como condición para vivir en pareja. Si no nos casamos por la Iglesia como sus padres y abuelos ella no se viene a vivir conmigo. Pero para mí todo esto es una comedia montada por los intereses de tener parroquianos a quien dominar y guiar de la Iglesia, a los curas les gusta mandar y asustar, y de la Sociedad hipócrita y mercantil que se monta toda esta parafernalia para sacar dinero.
En cuanto al amor yo ni he visto amor a mi alrededor sino muchísimo egoísmo, cada uno va a lo suyo, y sólo a lo suyo, ni el amor existe, ni yo siento el mínimo amor. Sólo busco mi bien y explotar como un limón mis años de vida, que por muchos que sean siempre serán pocos, y se acabarán n un abrir y cerrar de ojo, y que con referencia a la pareja me parece que es un acuerdo en que cada uno procura mientras dure sacar del otro el máximo placer posible. La pareja solo es sexo y el sexo solo es placer corporal, que hay que extraer de esa relación al máximo. No entiendo más unión que la conveniente para el sexo y el placer. Después de un día de trabajo explotador perdonad que os lo diga tan burdamente, un buen revolcón al máximo y quedarse dormido para descansar y volver al maldito trabajo al día siguiente.
Callamos todos pues este arranque de sinceridad nos dejó cortadísimos a todos. Magnolia era un mar de lágrimas y no le quedaba a su sombrajo ni un mal palo que lo sostuviera. Creo que con el Cursillo estaba quemando su último cartucho.
Curiosamente reaccionó José Carlos el primero. Efectivamente, Ignacio, tu postura es una manera de ver la existencia y la vida. Creo que aquí, por las caras que veo no la comparte nadie. Ni tu novia, que es quizás la más sorprendida pues no parece que nunca le fuiste tan sincero, y ha sido la rabia de la obligación del Cursillo la que ha sacado toda tu verdad afuera.
Y entonces empezó un bombardeo de replicas y disensiones, de defensa de la postura de Magnolia y de casi ataques a Ignacio que hubo que cortar.
Si duro fue Ignacio más duro fue Alejandro al que no pudimos cortar. Si piensas así, vas arreglado, macho. Si nunca has visto ni sentido amor, ni el de tu madre, y si lo que buscas en tu pareja no s más que TU sexo y TU placer, eres el más desgraciado de todos los hombres, porque te has perdido lo más hermoso y bello de la vida que es el amor y estar locamente enamorado de una mujer, y soñar cada segundo con compartir, no solo la cama sino la vida, toda la vida y las ilusiones y los hijos, con ella.
No creo que esto dure ni que Magnolia se case con Ignacio. Hoy creo que empezó a ver, debe estar muy enamorada y ciega, que ella para Ignacio no tiene el valor de un pañuelo ni de trapo. Usado y viejo lo tirará sin ningún reparo y disgusto.
Por sus ojos suplicantes al mirar a Any, vi. que quería hablar con ellos a solas, luego. De hecho le dijo a Ignacio al final que se fuera que ya la llevarían a su casa. El se fue de mala gana y casi estuvo a punto de saltar de nuevo.
Al volver a casa y en silencio, no quería que me viera José Carlos, fui llorando en silencio. Lloré por Magnolia y por todo el desamor que hay en el mundo. Y hasta me pregunté, con Alejandro cómo habrían sido el padre y sobre todo la madre de Ignacio.
Aunque hubiera estado físicamente a su lado y dado todos los bienes materiales necesarios, ¿había el pobre de Ignacio tenido madre?
>
17.- "Te enterrarán como a un perro"
>
Mi Diario a trece de abril de 2004. Martes.
Nos han contado un sermón del último funeral de una Parroquia cercana. En la última Misa el Celebrante se refirió a verdades fundamentales de la verdadera fe. Hemos sido creado por Dios, tenemos una conciencia que nos dicta lo que es bueno y es malo, el principio del bien y del mal, la trascendencia de la vida, existe un más allá, seremos examinados sobre el amor, es decir sobre como hemos vivido de cara a Dios y de cara a los demás, y que la vida es el camino de paso hacia la Casa de Dios, que es el cielo. Que caídos por el pecado original, todos pecamos en Adán, y la naturaleza caída nos lleva con fuerza al egoísmo y a buscar solo nuestros propios intereses y nuestro propio placer. Dios misericordioso que quiere que todos los hombres se salven, se ve obligado a ser Juez y diferenciar las ovejas de los cabritos. Sí existe una Redención que nos permite y ayuda a volver a la gracia y amistad con Dios y que “al final de la jornada, aquel que se salva, sabe y el que no, no sabe nada”.
De la bendición original, pasamos a la caída y pecado original, y del pecado original a la nueva bendición eterna de la salvación por la redención de Cristo Jesús, en la filiación divina. “Hijos de Dios”.
Parece que alguna feligresa, muy poco feligresa parece ser, salió protestando de una predicación tan vulgar y manoseada y que comentaba a otra amiga que ella “se pone a pensar en sus cosas” para olvidar necedades tan exigentes y opresoras de la conciencia y la libertad.
Llegó a los oídos del sacerdote dichas críticas y llegó también el funeral, la vida es inexorablemente hacia la muerte, de el padre de dicha señora, descreidilla y acomodaticia a las valoraciones de este mundo sobre la vida, el placer, el dolor y las riquezas.
Un frío estremecedor recorrió toda la asamblea de deudos, parientes y amigos.
Empezó más o menos así:
“El sermón del ateo”.
A pesar de que el difunto era cristiano por bautizado, persona excelente y creyente, ciertos miembros de su familia dudan muchas de las verdades de la Santa Madre Iglesia. Para agradar a sus convicciones y verdades tengo que afirmar categóricamente que Dios no existe.
No hay Dios ni ningún ser superior al hombre. Juan Francisco vino de la nada y ha vuelto a la nada. No sufra su querida esposa, pues él nada sufre ya. Es nada. Sus alegrías durante toda su vida, felicidades siempre a medias, ante la seguridad de su temporalidad, fragilidad y desaparición, para nada han servido pues por precarias no llenaron nunca la plenitud de su ser con tantísima capacidad de amar. Sus sufrimientos, sobre todos los de su última enfermedad tan agobiantes y dolorosos, para nada han servido y no tiene valor alguno. Bien es verdad, sus queridas hijas, que con verdadero sentido cristiano del amor, aunque en este caso solo impulsado por el deseo de no verle sufrir, los tratamientos paliativos redujeron sus dolencias hasta una intensidad irreducible y soportable. Pero no sirvieron de nada. Está pues tranquilas. La vida se acaba y termina para siempre. Nunca jamás volveremos a verlo y como él se fue nos iremos también a la nada nosotros todos. La vida es un paréntesis absurdo y sin sentido, un sarcasmo de la casualidad, porqué me toco a mí saltar a la existencia y no a otros que no llegarán nunca, entre dos nada también sin sentido y absurdas.
Nada de juicio, nada de condena si obró mal durante su existencia. No se reirá a carcajadas desde la tumba, por los gritos dados, si los dio, sin deber, ni por las tortas y tortazos o a los tratos a sus hijos, ni por las palizas que le pudo dar a su mujer, vuestra abuela. No tengáis miedo sus queridos nietos que nada sufre por ello. Ni si atropelló a otras mujeres o las engañó, ni si abuso de sus trabajadores y los explotó, ni si robo, vendió droga a mala conciencia, y mandó quietar de en medio a algún enemigo. Sí, ya sé que no son cosas que se pueda decir ni imputar a ese santo varón de Dios, que fue vuestro abuelo. Pero es lástima, es una fatídica lástima que todos sus esfuerzos, sus buenas obras de amor caridad, sus trabajos en su profesión hecho con delicadeza y profesionalidad, sobre todo pensando en el bien de los suyos, aunque a él le costara esfuerzo, sacrificio y renuncia, todo ello ha sido en balde y para nada. Sin premio alguna porque está en la nada. Ayer fue enterrado en la tierra sagrada y bendecida de un cementerio católico pero, y perdonad porque en nada es despectivo mi comentario, enterrado como un perro. Muerto el cadáver es metido en un hoyo en la tierra y se le echaron encima una paladas de tierra para que se pudriera como cualquier cuerpo de animal muerto.
Corría un escalofrío horrible, desconsolador y descorazonador, por toda la asamblea. Un murmullo de disconformidad y protesta se extendía por los bancos de la Iglesia.
Y entonces el Sacerdote levantó la voz y con firmeza dijo: Todo lo que he dicho es falsedad y mentira. Dios es Dios y nosotros sus hijos. La vida es un retorno y Jesús es el camino, la verdad y la vida.
Y volvió a sermón de siempre y a las verdades fundamentales de la doctrina cristiana. A la luz de las sombras parecía más brillantes y verdaderas de lo maravillosamente verdaderas y brillantes que eran en sí misma.
Fueron la base de la charla sobre la fe y la verdad revelada. La doctrina, esa tan sencilla y congruente del Catecismo, resalto con toda su belleza en la Persona de Cristo Jesús.
Así empezaron Sandra y Luis su charla sobre la fe. Luego fueron recorriendo lo que es la fe en Cristo Jesús y en su Iglesia y las exigencias a la pareja creyente de hoy.
Terminaron con un panegírico a la bienaventuranza que es tener fe, fe viva y verdadera y más aún en los tiempos de hoy.
Por último vivieron a concluir que “Sin enamorase de Jesús como Dios y hombre perfecto, nuestra fe es vana”
Copio como siempre los Objetivos y la revisión del tema como Monitores.
OBJETIVOS DEL SEGUNDO TEMA: LA FE
I.- Principios:
1.- Evangelizar; no convencer.
2.- “ID y anunciad" (NO, ID a convencer) "la Buena Nueva".
3.- La palabra de Dios tiene atractivo y "eficacia" en sí misma.
4.- No somos nosotros quienes convertimos; es el Espíritu quien mueve.
5.- No intentemos convencerles para que "se sometan" a normas ni siquiera "buenas";
Ni a obligaciones: (El cumplimiento de los Sacramentos y Mandamientos de Dios
y de la Iglesia es CONSECUENCIA natural y espontánea del AMOR a Jesucristo
y NO anterior a este amor)
6.- Prediquemos, desvelemos a Cristo, vivo y resucitado, para que se enamoren de su Persona.
Sólo la FE centra toda la vida del hombre y le da sentido:
Nota Bene: Ofrecer "mayor conocimiento de su fe en el amor" en los cursos de continuidad.
II.- OBJETIVOS:
1.- que la FE en Jesús es la aventura más maravillosa de la vida y merece la pena vivirla así.
Evangelizar/ no convencer.
2.- que el cristiano sigue y ama a una persona resucitada y por tanto VIVA.
3.- que el cristiano cree y ama a Dios como PADRE. (De todos)
4.- que el cristiano busca el espejo de su vida en la persona y el mensaje de Jesús.
5.- esto le lleva a conocer su fe y leer y meditar Los Evangelios.
6.- que los hombres somos hermanos y debemos construir "la fraternidad"
(Comunicación cristiana de bienes espirituales, inmateriales y materiales.)
7.- que no hay verdadera fe sin sacramentos, y que estos son los medios dejados por Cristo para vivir el amor. (Lo demás es falso)
REVISION DE LOS EQUIPOS DE MONITORES
1º.- ¿Han llegado las parejas de nuestro grupo a sacar una idea clara de que la fe cristiana y católica no simplemente creer en Dios y poco más sino una adhesión inquebrantable a la Persona de Jesús, Segunda de la Trinidad y por tanto Dios verdadero, y a su Mensaje y enseñanzas contenidas en la Biblia revelada, sobre todo en el Nuevo Testamento y dentro de él en Los Evangelios donde podemos comprobar su ejemplo ante su modo de vivir y sus valores ante la vida?
2º.- ¿Cuáles creen que son los principales valores del Mensaje de Jesús?
3º.- ¿Han leído y meditado los Evangelios con la mente abierta a la verdad revelada y el corazón con ansías de comprender y vivir su verdad?
4º.- ¿Han comprendido que no hay fe completa en un Dios verdadero sin la aceptación de la Persona de Jesús? Toda otra fe es coja y parcial.
5º.- ¿Han vista la grandeza de Dios y su generosidad y misericordia al entregarnos a su Hijo Unigénito, hasta la muerte y muerte de Cruz, para que podamos ser rescatados del pecado y la culpa, y volver a la dignidad de “hijos de Dios”?
6.- ¿Ha entendido de quién cree de verdad en Jesucristo, cree en su Iglesia, fundada por El, mantenida por el soplo del Espíritu Santo y construida sobe la Roca de Pedro, el Papa?
7.- Este compromiso de fe, de fe adulta, les lleva a un compromiso con la Iglesia Jerárquica y con todos sus hermanos en la fe, un compromiso personal responsable, ante Dios de sus vidas, y de servicio a los demás en la caridad de ayuda y en amor corresponsable?
8.- ¿Se ha percatado que la fe se vive en comunidad y que su primera comunidad es su propia familia a fundar, Iglesia doméstica, integrada en la Parroquia donde están llamados a vivir y celebrar su fe y los Sacramentos?
9.- ¿Se han dado cuenta que la fe no son una lista de normas o exigencias a cumplir, sino una camino a vivir, una forma de ser y de parecer, un asumir unos valores evangélicos y vivirlos a tope el sus vidas y que si están a veces enumerados en unos Mandamientos es para ayudarnos a conocerlos mejor pero sin quedarse en la letra, que mata sino en su sentido profundo, que vivifica?
10.- ¿Han comprendido que los Sacramentos son las grandes ayudas que Jesús nos ha dejado para que nos sea más fácil vivir el difícil camino del amor?
Luego de la charla, como siempre tuvimos la reunión de grupo. No vinieron, ya nos lo esperábamos, ni Magnolia, pobrecilla, ni por descontado Ignacio. Creo que Magnolia estuvo con Any y feliz hasta las tantas de la noche, y que se fue con la convicción de que aquello no tenía porvenir alguna, ni siquiera para “paganos”. Para no creyentes.
Vimos claro que para esto también sirve el Cursillo. Ilumina nuestra pareja y la deja en transparencia pura.
Curiosamente el sermón del ateo, sembró de dudas muchas mentes y conciencias, que viven en la inconciencia y en no plantearse nunca lo que pueda inquietar.
En nuestro grupo se fueron decantando una postura de fe profunda, José Pablo y Marisa, Marisa es una roca viva, inconmovible en la fe, dos bastante cercanas y comprometidas,
Bernabé y Guacimara, y Cristina y Alejandro, y una inquieta y hasta impaciente por ver la luz, Juan y Lucia. Otra aún muy indecisa y alejada, Ángel y Enma, y la última ya deshecha por la insensibilidad de un corazón agrietado y roto desde su infancia, de Ignacio y la desdichada Magnolia. Tengo que llamarla por teléfono y quedar con ella a tomar café. Quizás un alma dispuesta a escuchar sin dar consejos, solo escuchar, es lo que esté necesitando. Y yo creo que mis oídos deben estar abiertos a la ayuda y en consuelo. ¡Ayúdame Señor a saber ayudar sin herir y a sólo amar!
>
>
Mi Diario a trece de abril de 2004. Martes.
Nos han contado un sermón del último funeral de una Parroquia cercana. En la última Misa el Celebrante se refirió a verdades fundamentales de la verdadera fe. Hemos sido creado por Dios, tenemos una conciencia que nos dicta lo que es bueno y es malo, el principio del bien y del mal, la trascendencia de la vida, existe un más allá, seremos examinados sobre el amor, es decir sobre como hemos vivido de cara a Dios y de cara a los demás, y que la vida es el camino de paso hacia la Casa de Dios, que es el cielo. Que caídos por el pecado original, todos pecamos en Adán, y la naturaleza caída nos lleva con fuerza al egoísmo y a buscar solo nuestros propios intereses y nuestro propio placer. Dios misericordioso que quiere que todos los hombres se salven, se ve obligado a ser Juez y diferenciar las ovejas de los cabritos. Sí existe una Redención que nos permite y ayuda a volver a la gracia y amistad con Dios y que “al final de la jornada, aquel que se salva, sabe y el que no, no sabe nada”.
De la bendición original, pasamos a la caída y pecado original, y del pecado original a la nueva bendición eterna de la salvación por la redención de Cristo Jesús, en la filiación divina. “Hijos de Dios”.
Parece que alguna feligresa, muy poco feligresa parece ser, salió protestando de una predicación tan vulgar y manoseada y que comentaba a otra amiga que ella “se pone a pensar en sus cosas” para olvidar necedades tan exigentes y opresoras de la conciencia y la libertad.
Llegó a los oídos del sacerdote dichas críticas y llegó también el funeral, la vida es inexorablemente hacia la muerte, de el padre de dicha señora, descreidilla y acomodaticia a las valoraciones de este mundo sobre la vida, el placer, el dolor y las riquezas.
Un frío estremecedor recorrió toda la asamblea de deudos, parientes y amigos.
Empezó más o menos así:
“El sermón del ateo”.
A pesar de que el difunto era cristiano por bautizado, persona excelente y creyente, ciertos miembros de su familia dudan muchas de las verdades de la Santa Madre Iglesia. Para agradar a sus convicciones y verdades tengo que afirmar categóricamente que Dios no existe.
No hay Dios ni ningún ser superior al hombre. Juan Francisco vino de la nada y ha vuelto a la nada. No sufra su querida esposa, pues él nada sufre ya. Es nada. Sus alegrías durante toda su vida, felicidades siempre a medias, ante la seguridad de su temporalidad, fragilidad y desaparición, para nada han servido pues por precarias no llenaron nunca la plenitud de su ser con tantísima capacidad de amar. Sus sufrimientos, sobre todos los de su última enfermedad tan agobiantes y dolorosos, para nada han servido y no tiene valor alguno. Bien es verdad, sus queridas hijas, que con verdadero sentido cristiano del amor, aunque en este caso solo impulsado por el deseo de no verle sufrir, los tratamientos paliativos redujeron sus dolencias hasta una intensidad irreducible y soportable. Pero no sirvieron de nada. Está pues tranquilas. La vida se acaba y termina para siempre. Nunca jamás volveremos a verlo y como él se fue nos iremos también a la nada nosotros todos. La vida es un paréntesis absurdo y sin sentido, un sarcasmo de la casualidad, porqué me toco a mí saltar a la existencia y no a otros que no llegarán nunca, entre dos nada también sin sentido y absurdas.
Nada de juicio, nada de condena si obró mal durante su existencia. No se reirá a carcajadas desde la tumba, por los gritos dados, si los dio, sin deber, ni por las tortas y tortazos o a los tratos a sus hijos, ni por las palizas que le pudo dar a su mujer, vuestra abuela. No tengáis miedo sus queridos nietos que nada sufre por ello. Ni si atropelló a otras mujeres o las engañó, ni si abuso de sus trabajadores y los explotó, ni si robo, vendió droga a mala conciencia, y mandó quietar de en medio a algún enemigo. Sí, ya sé que no son cosas que se pueda decir ni imputar a ese santo varón de Dios, que fue vuestro abuelo. Pero es lástima, es una fatídica lástima que todos sus esfuerzos, sus buenas obras de amor caridad, sus trabajos en su profesión hecho con delicadeza y profesionalidad, sobre todo pensando en el bien de los suyos, aunque a él le costara esfuerzo, sacrificio y renuncia, todo ello ha sido en balde y para nada. Sin premio alguna porque está en la nada. Ayer fue enterrado en la tierra sagrada y bendecida de un cementerio católico pero, y perdonad porque en nada es despectivo mi comentario, enterrado como un perro. Muerto el cadáver es metido en un hoyo en la tierra y se le echaron encima una paladas de tierra para que se pudriera como cualquier cuerpo de animal muerto.
Corría un escalofrío horrible, desconsolador y descorazonador, por toda la asamblea. Un murmullo de disconformidad y protesta se extendía por los bancos de la Iglesia.
Y entonces el Sacerdote levantó la voz y con firmeza dijo: Todo lo que he dicho es falsedad y mentira. Dios es Dios y nosotros sus hijos. La vida es un retorno y Jesús es el camino, la verdad y la vida.
Y volvió a sermón de siempre y a las verdades fundamentales de la doctrina cristiana. A la luz de las sombras parecía más brillantes y verdaderas de lo maravillosamente verdaderas y brillantes que eran en sí misma.
Fueron la base de la charla sobre la fe y la verdad revelada. La doctrina, esa tan sencilla y congruente del Catecismo, resalto con toda su belleza en la Persona de Cristo Jesús.
Así empezaron Sandra y Luis su charla sobre la fe. Luego fueron recorriendo lo que es la fe en Cristo Jesús y en su Iglesia y las exigencias a la pareja creyente de hoy.
Terminaron con un panegírico a la bienaventuranza que es tener fe, fe viva y verdadera y más aún en los tiempos de hoy.
Por último vivieron a concluir que “Sin enamorase de Jesús como Dios y hombre perfecto, nuestra fe es vana”
Copio como siempre los Objetivos y la revisión del tema como Monitores.
OBJETIVOS DEL SEGUNDO TEMA: LA FE
I.- Principios:
1.- Evangelizar; no convencer.
2.- “ID y anunciad" (NO, ID a convencer) "la Buena Nueva".
3.- La palabra de Dios tiene atractivo y "eficacia" en sí misma.
4.- No somos nosotros quienes convertimos; es el Espíritu quien mueve.
5.- No intentemos convencerles para que "se sometan" a normas ni siquiera "buenas";
Ni a obligaciones: (El cumplimiento de los Sacramentos y Mandamientos de Dios
y de la Iglesia es CONSECUENCIA natural y espontánea del AMOR a Jesucristo
y NO anterior a este amor)
6.- Prediquemos, desvelemos a Cristo, vivo y resucitado, para que se enamoren de su Persona.
Sólo la FE centra toda la vida del hombre y le da sentido:
Nota Bene: Ofrecer "mayor conocimiento de su fe en el amor" en los cursos de continuidad.
II.- OBJETIVOS:
1.- que la FE en Jesús es la aventura más maravillosa de la vida y merece la pena vivirla así.
Evangelizar/ no convencer.
2.- que el cristiano sigue y ama a una persona resucitada y por tanto VIVA.
3.- que el cristiano cree y ama a Dios como PADRE. (De todos)
4.- que el cristiano busca el espejo de su vida en la persona y el mensaje de Jesús.
5.- esto le lleva a conocer su fe y leer y meditar Los Evangelios.
6.- que los hombres somos hermanos y debemos construir "la fraternidad"
(Comunicación cristiana de bienes espirituales, inmateriales y materiales.)
7.- que no hay verdadera fe sin sacramentos, y que estos son los medios dejados por Cristo para vivir el amor. (Lo demás es falso)
REVISION DE LOS EQUIPOS DE MONITORES
1º.- ¿Han llegado las parejas de nuestro grupo a sacar una idea clara de que la fe cristiana y católica no simplemente creer en Dios y poco más sino una adhesión inquebrantable a la Persona de Jesús, Segunda de la Trinidad y por tanto Dios verdadero, y a su Mensaje y enseñanzas contenidas en la Biblia revelada, sobre todo en el Nuevo Testamento y dentro de él en Los Evangelios donde podemos comprobar su ejemplo ante su modo de vivir y sus valores ante la vida?
2º.- ¿Cuáles creen que son los principales valores del Mensaje de Jesús?
3º.- ¿Han leído y meditado los Evangelios con la mente abierta a la verdad revelada y el corazón con ansías de comprender y vivir su verdad?
4º.- ¿Han comprendido que no hay fe completa en un Dios verdadero sin la aceptación de la Persona de Jesús? Toda otra fe es coja y parcial.
5º.- ¿Han vista la grandeza de Dios y su generosidad y misericordia al entregarnos a su Hijo Unigénito, hasta la muerte y muerte de Cruz, para que podamos ser rescatados del pecado y la culpa, y volver a la dignidad de “hijos de Dios”?
6.- ¿Ha entendido de quién cree de verdad en Jesucristo, cree en su Iglesia, fundada por El, mantenida por el soplo del Espíritu Santo y construida sobe la Roca de Pedro, el Papa?
7.- Este compromiso de fe, de fe adulta, les lleva a un compromiso con la Iglesia Jerárquica y con todos sus hermanos en la fe, un compromiso personal responsable, ante Dios de sus vidas, y de servicio a los demás en la caridad de ayuda y en amor corresponsable?
8.- ¿Se ha percatado que la fe se vive en comunidad y que su primera comunidad es su propia familia a fundar, Iglesia doméstica, integrada en la Parroquia donde están llamados a vivir y celebrar su fe y los Sacramentos?
9.- ¿Se han dado cuenta que la fe no son una lista de normas o exigencias a cumplir, sino una camino a vivir, una forma de ser y de parecer, un asumir unos valores evangélicos y vivirlos a tope el sus vidas y que si están a veces enumerados en unos Mandamientos es para ayudarnos a conocerlos mejor pero sin quedarse en la letra, que mata sino en su sentido profundo, que vivifica?
10.- ¿Han comprendido que los Sacramentos son las grandes ayudas que Jesús nos ha dejado para que nos sea más fácil vivir el difícil camino del amor?
Luego de la charla, como siempre tuvimos la reunión de grupo. No vinieron, ya nos lo esperábamos, ni Magnolia, pobrecilla, ni por descontado Ignacio. Creo que Magnolia estuvo con Any y feliz hasta las tantas de la noche, y que se fue con la convicción de que aquello no tenía porvenir alguna, ni siquiera para “paganos”. Para no creyentes.
Vimos claro que para esto también sirve el Cursillo. Ilumina nuestra pareja y la deja en transparencia pura.
Curiosamente el sermón del ateo, sembró de dudas muchas mentes y conciencias, que viven en la inconciencia y en no plantearse nunca lo que pueda inquietar.
En nuestro grupo se fueron decantando una postura de fe profunda, José Pablo y Marisa, Marisa es una roca viva, inconmovible en la fe, dos bastante cercanas y comprometidas,
Bernabé y Guacimara, y Cristina y Alejandro, y una inquieta y hasta impaciente por ver la luz, Juan y Lucia. Otra aún muy indecisa y alejada, Ángel y Enma, y la última ya deshecha por la insensibilidad de un corazón agrietado y roto desde su infancia, de Ignacio y la desdichada Magnolia. Tengo que llamarla por teléfono y quedar con ella a tomar café. Quizás un alma dispuesta a escuchar sin dar consejos, solo escuchar, es lo que esté necesitando. Y yo creo que mis oídos deben estar abiertos a la ayuda y en consuelo. ¡Ayúdame Señor a saber ayudar sin herir y a sólo amar!
>
>
18.- "Ya eres mía"
>
Mi Diario a catorce de abril de 2004. Miércoles.
Me contó Juan Antonio que en una finca que tenían sus padres en la Andalucía profunda, un pequeño cortijillo, tenían un jornalero que se cuidaba de las labores del campo. El cuidaba la huerta y las verduras, las patatas y los ajos y las cebollas, las lechugas y las coles y coliflores.
Luego ayudaba a las labores de la siembra, escardada, recolección, trillado, aventado y ensaquetado del trigo, la avena, el millo o maíz y otras mil labores de la era y el verano.
Se había casado hacía solo unos meses y contaba que cuando el sacerdote le dijo a ella que si le quería y ella respondió un “sí quiero” él exclamó en alta voz, casi voz en grito. “Ya eres mía”
¡Ya eres mía!
Quizás no haya forma más burda de concebir la sexualidad y el matrimonio que ésta de la posesión como conquista y propiedad de la persona con la que te casas.
A partir de aquí fueron desarrollaron Alberto y Merche todo el tema de la sexualidad. Como está tratado en mil lugares de este Diario, no lo volveré a repetir aquí. El esquema fue muy semejante al de nuestro Cursillo cuando nos lo dio Justo y Mary Lola. Claro que las vivencias eran distintas y propias de cada pareja de charlistas.
Pero me quiero para un poco en lo que fue la reunión de Grupo, antes de copiar objetivos y revisión.
La verdad es que todos opinaron que la sexualidad sin una relación de entrega personal es solo sexo y eso no forma pareja.
Aquí fue cuando, yo creo, que Ángel y Enma quebraron su actitud y empezaron admirar lo maravillosa que es la doctrina católica sobre el amor, la pareja, el sexo, el placer y el matrimonio. De hecho creo que fue él el que afirmó que ahora comprendía porque Jesucristo hizo al matrimonio Sacramento. Es tan hermosa la sexualidad vista desde el prima del amor que Jesús lo elevó a Sacramento, porque es verdaderamente el Sacramento del amor humano. Como la Eucaristía, apuntillo Marisa, es el Sacramento del Amor Divino.
OBJETIVOS DEL TERCER TEMA: LA SEXUALIDAD
I.- Principios:
1.- La sexualidad: no ideas de biología ni erotismo, ni fisiología.
las necesarias para que sean soporte de los valores espirituales y morales
de la unión afectiva, amorosa y corporal de la pareja.
2.- ideas sobre su valor ético, amoroso y unitivo.
3.- la sexualidad en la pareja y el acoplamiento sexual.
4.- la sexualidad en el conjunto de valores del matrimonio.
NOTA BENE: Ofrecer los otros temas en los cursos de continuidad,
tanto fisiológicos como éticos o cristianos, para animarlos a apuntarse.
II.- OBJETIVOS:
1.- que vean la sexualidad con gran respeto y como algo muy digno
(Dignidad de la sexualidad creada por Dios)
2.- que sepan cuales son las condiciones humanas que unen.
3.- amor y sexualidad que lo relacionen como causa y efecto.
4.- objetivo de la sexualidad en la pareja:
fecundidad: en unión y unidad, siempre),
en fertilidad y procreación.( a veces) con paternidad responsable.
5.- relación de la sexualidad con Dios: mensaje cristiano.
REVISION DE LOS EQUIPOS DE MONITORES
1º.- ¿Ha quedado claro en las parejas de nuestro grupo que la sexualidad para que sea plenamente humana debe estar enmarcada en el contexto del verdadero amor y amor de pareja humana?
2º.- ¿ha llegado a comprender que siendo una parte muy importante de la relación de pareja, la sexualidad ni es la única ni la más importante, aunque necesariamente debe existir al menos en su amplitud de sexualidad difusa, mientras dure la vida de la pareja?
3.- ¿Ha quedado claro que no hay acto de unión carnal plena, sin que sea fecunda al menos y necesariamente en la unión y el amor?
4º.- ¿Tiene la sexualidad alguna relación con Dios para ellos?
Que enumeren pasajes de las escrituras donde se palpe está relación de la sexualidad con su único Creador, Dios.
5º.- ¿Por qué la sexualidad debe estar siempre abierta a la procreación, fecundidad en la procreación y cuando está procreación está limitada por la propia naturaleza en los días no fecundos de la mujer?
6º.- ¿Porqué también en esos días aun sabiendo que no se va a producir la fecundación por falta de óvulo maduro y fecundo es lícita esa unión o comunión carnal entre los esposos y cuales son las condiciones para que se dé esa licitud?
7.- Aunque no hemos tratado de los métodos de control de la fecundidad y fertilidad, ¿Cuáles son los métodos prohibidos siempre por la Iglesia, cuales los aconsejados según las circunstancias de los esposos, y cuales los tolerados o permitidos en casos especiales o muy particulares? Léase a fondo la “Humanae Vitae”
8.- ¿Les gustaría reunirse algún día a tratar más a fondo todos estos “ribetes” y complementos de la ideas madres o fundamentales que son las únicas que han sido expuestas?
Bueno aquí debo terminar las consideraciones de hoy. Tengo sueño y mañana el trabajo no me lo perdona nadie. Y con tan agudo sentido de la responsabilidad como tengo debo hacerlo lo mejor posible. Independientemente del sueldo. Tengo tal pundonor que no puedo consentirme un trabajo mal hecho o a medias. Sin considerar que lo valoren mis jefes o que lo menosprecien y vituperen los huelguistas.
Me voy a dormir, Señor, y que Tú reposes en mi corazón mientras yo duermo, “Templo vivo del Espíritu Santo” aunque sea en vaso, Tú lo sabes muy bien, muy, muy frágil.
>
Mi Diario a catorce de abril de 2004. Miércoles.
Me contó Juan Antonio que en una finca que tenían sus padres en la Andalucía profunda, un pequeño cortijillo, tenían un jornalero que se cuidaba de las labores del campo. El cuidaba la huerta y las verduras, las patatas y los ajos y las cebollas, las lechugas y las coles y coliflores.
Luego ayudaba a las labores de la siembra, escardada, recolección, trillado, aventado y ensaquetado del trigo, la avena, el millo o maíz y otras mil labores de la era y el verano.
Se había casado hacía solo unos meses y contaba que cuando el sacerdote le dijo a ella que si le quería y ella respondió un “sí quiero” él exclamó en alta voz, casi voz en grito. “Ya eres mía”
¡Ya eres mía!
Quizás no haya forma más burda de concebir la sexualidad y el matrimonio que ésta de la posesión como conquista y propiedad de la persona con la que te casas.
A partir de aquí fueron desarrollaron Alberto y Merche todo el tema de la sexualidad. Como está tratado en mil lugares de este Diario, no lo volveré a repetir aquí. El esquema fue muy semejante al de nuestro Cursillo cuando nos lo dio Justo y Mary Lola. Claro que las vivencias eran distintas y propias de cada pareja de charlistas.
Pero me quiero para un poco en lo que fue la reunión de Grupo, antes de copiar objetivos y revisión.
La verdad es que todos opinaron que la sexualidad sin una relación de entrega personal es solo sexo y eso no forma pareja.
Aquí fue cuando, yo creo, que Ángel y Enma quebraron su actitud y empezaron admirar lo maravillosa que es la doctrina católica sobre el amor, la pareja, el sexo, el placer y el matrimonio. De hecho creo que fue él el que afirmó que ahora comprendía porque Jesucristo hizo al matrimonio Sacramento. Es tan hermosa la sexualidad vista desde el prima del amor que Jesús lo elevó a Sacramento, porque es verdaderamente el Sacramento del amor humano. Como la Eucaristía, apuntillo Marisa, es el Sacramento del Amor Divino.
OBJETIVOS DEL TERCER TEMA: LA SEXUALIDAD
I.- Principios:
1.- La sexualidad: no ideas de biología ni erotismo, ni fisiología.
las necesarias para que sean soporte de los valores espirituales y morales
de la unión afectiva, amorosa y corporal de la pareja.
2.- ideas sobre su valor ético, amoroso y unitivo.
3.- la sexualidad en la pareja y el acoplamiento sexual.
4.- la sexualidad en el conjunto de valores del matrimonio.
NOTA BENE: Ofrecer los otros temas en los cursos de continuidad,
tanto fisiológicos como éticos o cristianos, para animarlos a apuntarse.
II.- OBJETIVOS:
1.- que vean la sexualidad con gran respeto y como algo muy digno
(Dignidad de la sexualidad creada por Dios)
2.- que sepan cuales son las condiciones humanas que unen.
3.- amor y sexualidad que lo relacionen como causa y efecto.
4.- objetivo de la sexualidad en la pareja:
fecundidad: en unión y unidad, siempre),
en fertilidad y procreación.( a veces) con paternidad responsable.
5.- relación de la sexualidad con Dios: mensaje cristiano.
REVISION DE LOS EQUIPOS DE MONITORES
1º.- ¿Ha quedado claro en las parejas de nuestro grupo que la sexualidad para que sea plenamente humana debe estar enmarcada en el contexto del verdadero amor y amor de pareja humana?
2º.- ¿ha llegado a comprender que siendo una parte muy importante de la relación de pareja, la sexualidad ni es la única ni la más importante, aunque necesariamente debe existir al menos en su amplitud de sexualidad difusa, mientras dure la vida de la pareja?
3.- ¿Ha quedado claro que no hay acto de unión carnal plena, sin que sea fecunda al menos y necesariamente en la unión y el amor?
4º.- ¿Tiene la sexualidad alguna relación con Dios para ellos?
Que enumeren pasajes de las escrituras donde se palpe está relación de la sexualidad con su único Creador, Dios.
5º.- ¿Por qué la sexualidad debe estar siempre abierta a la procreación, fecundidad en la procreación y cuando está procreación está limitada por la propia naturaleza en los días no fecundos de la mujer?
6º.- ¿Porqué también en esos días aun sabiendo que no se va a producir la fecundación por falta de óvulo maduro y fecundo es lícita esa unión o comunión carnal entre los esposos y cuales son las condiciones para que se dé esa licitud?
7.- Aunque no hemos tratado de los métodos de control de la fecundidad y fertilidad, ¿Cuáles son los métodos prohibidos siempre por la Iglesia, cuales los aconsejados según las circunstancias de los esposos, y cuales los tolerados o permitidos en casos especiales o muy particulares? Léase a fondo la “Humanae Vitae”
8.- ¿Les gustaría reunirse algún día a tratar más a fondo todos estos “ribetes” y complementos de la ideas madres o fundamentales que son las únicas que han sido expuestas?
Bueno aquí debo terminar las consideraciones de hoy. Tengo sueño y mañana el trabajo no me lo perdona nadie. Y con tan agudo sentido de la responsabilidad como tengo debo hacerlo lo mejor posible. Independientemente del sueldo. Tengo tal pundonor que no puedo consentirme un trabajo mal hecho o a medias. Sin considerar que lo valoren mis jefes o que lo menosprecien y vituperen los huelguistas.
Me voy a dormir, Señor, y que Tú reposes en mi corazón mientras yo duermo, “Templo vivo del Espíritu Santo” aunque sea en vaso, Tú lo sabes muy bien, muy, muy frágil.
>
19.- "¿De verdad no quereis ser padres?"
>
Mi Diario a quince de abril de 2004. Jueves.
OBJETIVOS DEL CUARTO DIA: LA PATERNIDAD
I.- Principios:
1.- no métodos;
2.- sí ideas sobre la paternidad responsable
y la educación de los hijos.
TAMBIEN educar para la Iglesia.
Nota Bene: Ofrecer los otros temas en los cursos de continuidad,
tanto pedagógicos como éticos o cristianos, para animarlos a apuntarse.
II.-OBJETIVOS:
1.- idea clara que Paternidad Responsable
no es igual a Control de la Natalidad.
(Paternidad responsable y no paternidad confortable)
2.- la Paternidad Responsable exige procreación y educación de los hijos.
(E amor, en libertad y en responsabilidad)
3.- una educación no es completa si no se educa la FE:
responsabilidad de padres cristianos.
4.- amor fecundo y paternidad responsable.
el amor es siempre fecundo: crea más amor.
a veces se materializa en "un hijo":nuestro amor hecho vida.
5.- Paternidad de Dios:
Nuestra paternidad como cristianos nos asemeja a Dios,
nos une a Dios, participamos de la paternidad de Dios.
6.- El matrimonio cristiano tiene también una paternidad social.
7.- hijos: ¿Cuántos? ¿Cuándo? ¿Cómo?
es importante pero secundario a estas ideas anteriores.
REVISION DE LOS EQUIPOS DE MONITORES
1º.- ¿Han llegado a un concepto claro de qué es la Paternidad responsable?
2º.- La distinguen bien de Control de natalidad y de Paternidad Confortable?
3º.- ¿Han comprendido que la sexualidad fue creada por Dios como medio para conservar la especie, en este caso la especie humana, y que el placer que le acompaña es un incentivo para que deseemos usarla y practicarla con agrado y con deseo?
4º.- ¿La procreación exige responsabilidad, libertad y amor para que sea humana y cristiana?
5º.- ¿Se puede procrear y procrear sin límites, sin tener en cuenta que toda procreación exige inexorablemente educación, y que educar es mucho más que enseñar, pues conlleva que seamos “Maestros”, ejemplo, para nuestros hijos además de transmitirles verdades y valores para el bien?
6º.- ¿Se puede ser padres cristianos sin ser modelos de vida para nuestros hijos, en forma de pensar y vivir, y sin enseñarles el amor a Dios, a Jesús, a su Iglesia y a los hermanos?
7º.- Con todo ¿sabemos que los hijos hay que educarlos en la responsabilidad y en la libertad, es decir en el amor, y que al ser libres hay que respetar esa libertad, como la respeta Dios, aunque la usen de forma distinta a como nosotros desearíamos y los hemos educado?
8º.- El Matrimonio cristiano también tiene una paternidad social. Vivimos en una comunidad humana, civil, y cristiana, parroquial y eclesial. ¿Tienen claro estas ideas y las asumen?
9º.- ¿Cómo afecta a nuestra paternidad humana la Paternidad divina de Dios, sobre todo hombre?
10º.- Ver cómo han asumido todos estos puntos y como se han comprometido a vivirlos.
Reunión de Grupo y Puesta en común.
Hoy fue un día duro. Muy duro. Cuando tocamos el tema de que la vocación matrimonio, el matrimonio para el cristiano es una llamada de Dios, y llamada a compartir su Paternidad Universal, Ángel y Enma, bueno, sobre todo Ángel, afirmó rotundamente que no podía entender que fuera obligatorio tener hijos. Que la pareja tenía sentido en sí misma y que no necesitaba de los hijos para ser ni feliz ni completa.
Creo que fue Cristina la que le replicó diciendo que Dios, para un cristiano, los hizo hombre y mujer, “varón y varona los creó” y que el sexo tiene como fundamento la conservación de la especie. Tiene otro efecto querido y creado también por Dios que es precisamente la unión y conservación de la pareja en el tiempo, sin que sea como antes se decía fin primario y secundario.
Los dos son importantes y principales y el mismo bien de la unión en permanencia es un bien necesario también para la crianza y educación de la prole, los hijos, que deben vivir en ese maravilloso hogar que es el amor de los padres.
Son pues un bien como en una sola pieza con dos partes bien definidas pero necesarias la una de la otra para ser una sola pieza: el matrimonio incluso humano, que no estamos hablando del sacramento, sino del matrimonio que pertenece a la misma naturaleza de las personas humanas.
Por eso Ángel terminó Cristina, que se lo sabe muy bien pues estudió en Las Dominicas y le dio clase el Padre Juan Ramírez, si se excluye “para siempre y por siempre” es decir “no, nunca, jamás y bajo ninguna circunstancia tendremos ningún hijo” ese matrimonio en verdad es nulo o inválido, y desde luego lo es el Sacramento si se recibe. Incluso aunque sea una decisión “sub pectore”, no manifestada pero guardada y firme.
Otra cosa bien distinta es que “no puedan tener hijos” aún buscándolo o que por enfermedad o accidente la unión o la procreación sean imposibles. El algunos de estos casos el Sacramento hay que recibirlo con dispensa del Obispo, y desde luego aún sin ser obligatoria siempre queda la paternidad espiritual o social, que se puede materializar en la adopción o en volcarse sobre niños o adolescentes e incluso personas mayores para ayudarles y confortarles.
La pareja efectivamente tiene sentido en sí misma, con o sin los hijos como vocación de volver al Padre juntos y de la mano “en ayuda mutua” como dice el Génesis. Y desde luego pueden alcanzar su “parcial felicidad”, la felicidad nunca es plena sino en el cielo, por la presencia y posesión de Dios, en la vida en común. “proyecto y realización de la vida en común”.
Pero los hijos son como la vocación al amor desbordado y desbordante que como todo amor y cómo el amor de Dios es difusivo de por si, “per se”, y tiende a comunicarse y multiplicarse.
Es la entrada personal de la pareja humana en la misma naturaleza Paternal de Dios, “Dios es nuestro Padre”, naturaleza divina, y por tanto una integración en el amor de Dios a los hombres, individual y personalizado. Yo conozco mis ovejas y mis ovejas me conocen a mi” y ”a cada una la llamo por su nombre”
¿Se puede llegar a riqueza mayor o a compenetración con el Creador?
Bueno este es el resumen de mil aportaciones, aclaraciones, y puntos de vistas de los miembros del grupo. Salieron otras muchas cosas pero no soy capaz de resumirlas todas pues me pasaría escribiendo toda la noche.
Nosotros, Señor, sí, sí queremos ser padres. Y tantas veces como tu quieras pues no queremos que se quede sin nacer ningún hijo tuyo que estuviera en tu proyecto y amor. Tampoco queremos que sean hijos de nuestra inconciencia o irresponsabilidad, que aunque tú desde luego los amarías con todo tu amor paterno como hijos, “sería como forzar a creación” y hacer que tú Voluntad de Dios fuera nuestra pobre voluntad irresponsable de hombres.
Pero si no te place enviárnoslos porque así está en tu Santísima Voluntad amorosa de Dios acatamos con amor y respeto de hijos tuyo tu respeto y amor hacia nosotros de Padre.
>
Mi Diario a quince de abril de 2004. Jueves.
OBJETIVOS DEL CUARTO DIA: LA PATERNIDAD
I.- Principios:
1.- no métodos;
2.- sí ideas sobre la paternidad responsable
y la educación de los hijos.
TAMBIEN educar para la Iglesia.
Nota Bene: Ofrecer los otros temas en los cursos de continuidad,
tanto pedagógicos como éticos o cristianos, para animarlos a apuntarse.
II.-OBJETIVOS:
1.- idea clara que Paternidad Responsable
no es igual a Control de la Natalidad.
(Paternidad responsable y no paternidad confortable)
2.- la Paternidad Responsable exige procreación y educación de los hijos.
(E amor, en libertad y en responsabilidad)
3.- una educación no es completa si no se educa la FE:
responsabilidad de padres cristianos.
4.- amor fecundo y paternidad responsable.
el amor es siempre fecundo: crea más amor.
a veces se materializa en "un hijo":nuestro amor hecho vida.
5.- Paternidad de Dios:
Nuestra paternidad como cristianos nos asemeja a Dios,
nos une a Dios, participamos de la paternidad de Dios.
6.- El matrimonio cristiano tiene también una paternidad social.
7.- hijos: ¿Cuántos? ¿Cuándo? ¿Cómo?
es importante pero secundario a estas ideas anteriores.
REVISION DE LOS EQUIPOS DE MONITORES
1º.- ¿Han llegado a un concepto claro de qué es la Paternidad responsable?
2º.- La distinguen bien de Control de natalidad y de Paternidad Confortable?
3º.- ¿Han comprendido que la sexualidad fue creada por Dios como medio para conservar la especie, en este caso la especie humana, y que el placer que le acompaña es un incentivo para que deseemos usarla y practicarla con agrado y con deseo?
4º.- ¿La procreación exige responsabilidad, libertad y amor para que sea humana y cristiana?
5º.- ¿Se puede procrear y procrear sin límites, sin tener en cuenta que toda procreación exige inexorablemente educación, y que educar es mucho más que enseñar, pues conlleva que seamos “Maestros”, ejemplo, para nuestros hijos además de transmitirles verdades y valores para el bien?
6º.- ¿Se puede ser padres cristianos sin ser modelos de vida para nuestros hijos, en forma de pensar y vivir, y sin enseñarles el amor a Dios, a Jesús, a su Iglesia y a los hermanos?
7º.- Con todo ¿sabemos que los hijos hay que educarlos en la responsabilidad y en la libertad, es decir en el amor, y que al ser libres hay que respetar esa libertad, como la respeta Dios, aunque la usen de forma distinta a como nosotros desearíamos y los hemos educado?
8º.- El Matrimonio cristiano también tiene una paternidad social. Vivimos en una comunidad humana, civil, y cristiana, parroquial y eclesial. ¿Tienen claro estas ideas y las asumen?
9º.- ¿Cómo afecta a nuestra paternidad humana la Paternidad divina de Dios, sobre todo hombre?
10º.- Ver cómo han asumido todos estos puntos y como se han comprometido a vivirlos.
Reunión de Grupo y Puesta en común.
Hoy fue un día duro. Muy duro. Cuando tocamos el tema de que la vocación matrimonio, el matrimonio para el cristiano es una llamada de Dios, y llamada a compartir su Paternidad Universal, Ángel y Enma, bueno, sobre todo Ángel, afirmó rotundamente que no podía entender que fuera obligatorio tener hijos. Que la pareja tenía sentido en sí misma y que no necesitaba de los hijos para ser ni feliz ni completa.
Creo que fue Cristina la que le replicó diciendo que Dios, para un cristiano, los hizo hombre y mujer, “varón y varona los creó” y que el sexo tiene como fundamento la conservación de la especie. Tiene otro efecto querido y creado también por Dios que es precisamente la unión y conservación de la pareja en el tiempo, sin que sea como antes se decía fin primario y secundario.
Los dos son importantes y principales y el mismo bien de la unión en permanencia es un bien necesario también para la crianza y educación de la prole, los hijos, que deben vivir en ese maravilloso hogar que es el amor de los padres.
Son pues un bien como en una sola pieza con dos partes bien definidas pero necesarias la una de la otra para ser una sola pieza: el matrimonio incluso humano, que no estamos hablando del sacramento, sino del matrimonio que pertenece a la misma naturaleza de las personas humanas.
Por eso Ángel terminó Cristina, que se lo sabe muy bien pues estudió en Las Dominicas y le dio clase el Padre Juan Ramírez, si se excluye “para siempre y por siempre” es decir “no, nunca, jamás y bajo ninguna circunstancia tendremos ningún hijo” ese matrimonio en verdad es nulo o inválido, y desde luego lo es el Sacramento si se recibe. Incluso aunque sea una decisión “sub pectore”, no manifestada pero guardada y firme.
Otra cosa bien distinta es que “no puedan tener hijos” aún buscándolo o que por enfermedad o accidente la unión o la procreación sean imposibles. El algunos de estos casos el Sacramento hay que recibirlo con dispensa del Obispo, y desde luego aún sin ser obligatoria siempre queda la paternidad espiritual o social, que se puede materializar en la adopción o en volcarse sobre niños o adolescentes e incluso personas mayores para ayudarles y confortarles.
La pareja efectivamente tiene sentido en sí misma, con o sin los hijos como vocación de volver al Padre juntos y de la mano “en ayuda mutua” como dice el Génesis. Y desde luego pueden alcanzar su “parcial felicidad”, la felicidad nunca es plena sino en el cielo, por la presencia y posesión de Dios, en la vida en común. “proyecto y realización de la vida en común”.
Pero los hijos son como la vocación al amor desbordado y desbordante que como todo amor y cómo el amor de Dios es difusivo de por si, “per se”, y tiende a comunicarse y multiplicarse.
Es la entrada personal de la pareja humana en la misma naturaleza Paternal de Dios, “Dios es nuestro Padre”, naturaleza divina, y por tanto una integración en el amor de Dios a los hombres, individual y personalizado. Yo conozco mis ovejas y mis ovejas me conocen a mi” y ”a cada una la llamo por su nombre”
¿Se puede llegar a riqueza mayor o a compenetración con el Creador?
Bueno este es el resumen de mil aportaciones, aclaraciones, y puntos de vistas de los miembros del grupo. Salieron otras muchas cosas pero no soy capaz de resumirlas todas pues me pasaría escribiendo toda la noche.
Nosotros, Señor, sí, sí queremos ser padres. Y tantas veces como tu quieras pues no queremos que se quede sin nacer ningún hijo tuyo que estuviera en tu proyecto y amor. Tampoco queremos que sean hijos de nuestra inconciencia o irresponsabilidad, que aunque tú desde luego los amarías con todo tu amor paterno como hijos, “sería como forzar a creación” y hacer que tú Voluntad de Dios fuera nuestra pobre voluntad irresponsable de hombres.
Pero si no te place enviárnoslos porque así está en tu Santísima Voluntad amorosa de Dios acatamos con amor y respeto de hijos tuyo tu respeto y amor hacia nosotros de Padre.
>
20.- "El matrimonio se hizo Sacramento"
>
Mi Diario a dieciséis de abril de 2004. Viernes.
OBJETIVOS DEL QUINTO TEMA: EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO
I.- PRINCIPIOS:
1.- Dios se hace alianza con la pareja.
2.- La pareja hace alianza con Dios.
3.- Dios, Padre amoroso, NUNCA falla:
4.- La pareja SIEMPRE tendrá SU fuerza (Gracia) para cumplir su compromiso.
Nora Bene. Ofrecer una profundización en el Sacramento como fuente de amor
y gracia para vivir "rumbo al amor", de cara a ellos mismos, los hijos y los demás.
II.- OBJETIVOS:
1.- se han comprometido a ser una pareja cristiana de cara a ellos mismos y a sus hijos.
2.- el sacramento exige amor y el amor donación plena
3.- esa donación es fidelidad permanente y unidad indisoluble.
4.- en concreto a que se comprometen:
III.- REVISION DE LOS EQUIPOS DE MONITORES
El Cursillo ha sido formidable. Cómo he recordado el mío. Cómo lo hemos vuelto a vivir y saborear José Carlos y yo. Qué fuerte ha sido el examen de conciencia de nuestra vida cristiana y de cómo hemos vivido lo comprometido desde nuestro cursillo. Cuantas gracias a Dios por “llamarnos” a formar esta pequeña Iglesia suya que es nuestro Grupo.
Ya se ha terminado. Ya se han despedido. Ya han sido los abrazos, hasta las lágrimas y los besos.
Tengo que decir que nos ha quedado la tristeza de la partida y ruptura de Ignacio y Magnolia. Feliz nos ha dicho que el Cursillo también sirve, por muy doloroso que sea, para esto. Para separar la cizaña del trigo, para no unir lo que Dios no desea que sea unido, y unido será un fracaso más y un error vital.
Voy a dar dos pinchadas de los puntos fundamentales del tema de hoy: El Sacramento, signo sagrado, pues, en que se hace presente la Persona misma de Jesús.
La primera idea que admiró a más de uno, así lo manifestaron en la puesta en común o reunión general, fue que el Sacramento fuera una Alianza, en dos direcciones, pues, de la pareja contrayente con Dios y de Dios con los novios.
Algún grupo destacó que la fuerza del Sacramento era tal que Dios se comprometía a dar fuerza a la pareja, siempre, subrayaron el siempre, para amarse hasta el final, hasta que la muerte los separe. Más allá de la muerte es libertad de la pareja, pero el amor si fue amor verdadero, permanecerá toda la eternidad aunque pudiera haber segundas nupcias.
La segunda que el Sacramento no es algo que se recibe y se acaba. Como una perfección alcanzada. Sino “una gracia”, la gracia sacramental específica de cada sacramento, que se vive todos los días de nuestro matrimonio y en cada instante, estemos juntos o separados, y que nos debe llevar a vivir nuestro amor como espejo del amor de Dios a los hombres y de Cristo a su Iglesia. Seremos “un mirar como se aman” pues si se aman así Dios debe estar dentro de ellos, y viven la fuerza de su Amor.
>
Mi Diario a dieciséis de abril de 2004. Viernes.
OBJETIVOS DEL QUINTO TEMA: EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO
I.- PRINCIPIOS:
1.- Dios se hace alianza con la pareja.
2.- La pareja hace alianza con Dios.
3.- Dios, Padre amoroso, NUNCA falla:
4.- La pareja SIEMPRE tendrá SU fuerza (Gracia) para cumplir su compromiso.
Nora Bene. Ofrecer una profundización en el Sacramento como fuente de amor
y gracia para vivir "rumbo al amor", de cara a ellos mismos, los hijos y los demás.
II.- OBJETIVOS:
1.- se han comprometido a ser una pareja cristiana de cara a ellos mismos y a sus hijos.
2.- el sacramento exige amor y el amor donación plena
3.- esa donación es fidelidad permanente y unidad indisoluble.
4.- en concreto a que se comprometen:
III.- REVISION DE LOS EQUIPOS DE MONITORES
El Cursillo ha sido formidable. Cómo he recordado el mío. Cómo lo hemos vuelto a vivir y saborear José Carlos y yo. Qué fuerte ha sido el examen de conciencia de nuestra vida cristiana y de cómo hemos vivido lo comprometido desde nuestro cursillo. Cuantas gracias a Dios por “llamarnos” a formar esta pequeña Iglesia suya que es nuestro Grupo.
Ya se ha terminado. Ya se han despedido. Ya han sido los abrazos, hasta las lágrimas y los besos.
Tengo que decir que nos ha quedado la tristeza de la partida y ruptura de Ignacio y Magnolia. Feliz nos ha dicho que el Cursillo también sirve, por muy doloroso que sea, para esto. Para separar la cizaña del trigo, para no unir lo que Dios no desea que sea unido, y unido será un fracaso más y un error vital.
Voy a dar dos pinchadas de los puntos fundamentales del tema de hoy: El Sacramento, signo sagrado, pues, en que se hace presente la Persona misma de Jesús.
La primera idea que admiró a más de uno, así lo manifestaron en la puesta en común o reunión general, fue que el Sacramento fuera una Alianza, en dos direcciones, pues, de la pareja contrayente con Dios y de Dios con los novios.
Algún grupo destacó que la fuerza del Sacramento era tal que Dios se comprometía a dar fuerza a la pareja, siempre, subrayaron el siempre, para amarse hasta el final, hasta que la muerte los separe. Más allá de la muerte es libertad de la pareja, pero el amor si fue amor verdadero, permanecerá toda la eternidad aunque pudiera haber segundas nupcias.
La segunda que el Sacramento no es algo que se recibe y se acaba. Como una perfección alcanzada. Sino “una gracia”, la gracia sacramental específica de cada sacramento, que se vive todos los días de nuestro matrimonio y en cada instante, estemos juntos o separados, y que nos debe llevar a vivir nuestro amor como espejo del amor de Dios a los hombres y de Cristo a su Iglesia. Seremos “un mirar como se aman” pues si se aman así Dios debe estar dentro de ellos, y viven la fuerza de su Amor.
>
21.- "El fracaso extrepitoso del Cursillo"
>
Mi Diario a diecisiete de abril de 2004. Sábado.
Vengo de El Madroñal, con el corazón encogido y desesperanzado. De nuestro grupo no han acudido ninguna pareja. ¡Ninguna! ¡Dios mío en que te hemos fallado! ¡Qué tristeza, que desfallecimiento, que amargura, que fracaso!
Carlos ya no los advirtió pero yo no quise creérmelo. Fui soberbia y a los soberbios despidió vacíos
Llegamos a El Madroñal, yo algo nerviosa, José Carlos como siempre sereno, pues es un forofo de la Voluntad de Dios y de acertar las cosas como El nos la manda o las consiente, pues dice que Dios es tan respetuoso con nuestra voluntad y libertad que hasta “nos ayuda” a ser libres en contra de su propia Voluntad o deseo. Está en nuestros actos por “esencia, presencia y potencia”, dice que así se lo enseñaron en su Cole, su magnífico profesor de Religión el hoy Padre Alfredo, entonces Don Alfredo, en el texto de Dogma, Moral, Iglesia, Sacramentos, etc., de Padre Domingo Lázaro S.M, creo que lo quieren hacer santo, y así parece, misterio insondable, que es coayudante de esas mismas decisiones, que el acepta pero que no son exactamente lo que soñaba para nosotros.
Sí, nerviosa, nerviosísima, por ver si aparecían algunas parejas de las del Cursillo de ayer. Y llegamos pronto para que si llegaban no se encontraran solas y desamparadas. Llego la hora de la Misa y no llegó ninguna. Ninguna, Dios santo. NIN GU NA. NA DIE. Empezó la Misa, terminó la Misa, empezó la reunión, medio la reunión, terminó la reunión y NADIE.
Tenía ganas, unas ganas enormes e incontrolables, de coger el móvil y llamar a dos o tres parejas, de las de mi grupo y de las de Mónica y ponerlas como chupa de dómine, pues se habían comprometido al menos “a probar” unas, y muy interesadas otras. Pero nadie.
Casi lloré. Bueno creo que lloré. Y casi se lo reproché al Señor.
Cuando nos metimos en el coche de vuelta, no quise ni pude comentarlo con Mónica ni con los demás, exploté y se lo espeté a bocajarro a José Carlos.
Con una serenidad que a mi me admira, en ese momento casi me pone furiosa, me dijo: “Si el Señor no construye la Casa en vano se afanan los albañiles” “Bernabé sembró, Pablo regó, y sólo el Señor es quien debe recoger la mies” No es así exactamente pero creo que esa es la idea de la cita de San Pablo. Te la buscaré.
Cuando me dejó en casa y subí a mi cuarto me puse de rodillas a lado de la cama, miré al Crucifijo de mi abuela, que presidirá mi cama de casada, callé profundamente y dejé que el Señor me hablara quedamente en el fondo de mi corazón.
¿En qué te fallé, Señor? ¿He rezado poco? ¿M he preocupado poco? ¿Me he sacrificado poco? ¿No hemos preparado una “intendencia” del Cursillo, con oraciones de Conventos de Clausura y de muchos cristianos y Parroquias, y Tú no has podido obrar “algún milagro” de “conversión”?
¿Quién te ha dicho a ti, me contestó, que yo tengo que ir haciendo milagritos por ahí para que las cosas funcionen a “TU” gusto?
¿Porqué no respeta la libertad de tu prójimo y hermano como yo la respeto? Porqué crees que con sólo tus fuerzas y organización las cosas “sobrenaturales” van a funcionar con las leyes “naturales.” ¿No has visto como hoy muchas Diócesis, Parroquias, Secretariados, Delegaciones, etc. con organigramas, miles de reuniones, discusiones, ordenadores, hojas de propaganda, y mil medios más, se quedan solo en las hojas y no dan ningún fruto coma la higuera estéril?
Han puesto el tramo horizontal de la cruz y se han olvidado o descuidado del tramo vertical. Yo,
Tu Dios, no necesito ningún ordenador para “tocar” y “conmover” un alma. Sí necesito el propio consentimiento de esa misma alma, que quiero me escoja y ame libremente.
Y ten paciencia. La semilla que cae en buena tierra, y esas parejas de novios de las que me hablas tierra muy buena son, necesita un tiempo para germinar y empezar a brotar, y luego un riego y un cuidado exquisito para crecer y hacer árbol como tú. Ten confianza en mí y “espera en el Señor”.
“Mi alma espera en el Señor, más que el centinela la aurora. Mi alma confía en el Señor, porque solo en Ti, mi Dios y Redentor, está la salvación”. Me metí en la cama y me dormí tranquila.
Se de quién me he fiado.
Mi Diario a dieciocho de abril de 2004. Domingo.
Como yo muchas veces escribo las notas del día anterior al día siguiente, fechándolo en su día real, hoy domingo antes de cerrar página y pasar al día siguiente quiero comunicarte, mi querido Diario, que a veces Jesús parece que te decepciona, que te abandona, que te hace sufrir, para que luego veas más claro, como es El y sólo El, el que obra y construye la casa. “Sin mí nada podéis hacer”. Sin Ti Señor y Tú lo sabes, “siervos inútiles somos”. “Nadie va al Padre sino por Mí”
¿Por qué pues me gastaste esta “broma”, Señor?
Resulta que José Pablo y Marisa, bueno creo que es mejor que os lo cuente desde cómo terminó el Cursillo.
El último día fue ya el culmen. Marisa, la novia de José Pablo, explotó en un canto de alabanzas y agradecimiento. Que había vuelto a encontrar a Dios, y sobre todo la fe en Jesucristo, al que de niña había amado casi como un ídolo, qué cómo había revivido su Primera Comunión, con intensiva y devoción, que ayer antes de venir al Cursillo fueron los dos a una Misa de tarde, que habían replanteado su noviazgo, su vida y sobre todo sus apetencias y metas como pareja en charlas a veces hasta las dos de la mañana cuando José Pablo la llevaba a casa, aparcados delante de su portal.
Todos habíamos traído algo para picar y beber pero nos echaron a las una y media, mañana es sábado y sin trabajo, pero Don Matías, sí madruga para tocar el órgano en la Catedral y es algo dormilón.
Qué abrazos al final del cursillo en las despedidas. Tengo seis teléfonos y cinco tarjetas de boda para ir a la Iglesia al menos “a verlos casar”
José Pablo y Marisa, Juan y Lucia, Bernabé y Guacimara, y Cristina y Alejandro, hicieron un aparte con nosotros y con los monitores para decirnos que por favor les llamáramos, tras su viaje de novios para comenzar enseguida un segundo grupo. Sus palabras fueron para incorporarse a nuestro Grupo.
Se ha formado pues, un segundo grupo. Dos parejas del primer cursillo, del nuestro, que lo estaban deseando y que de vez en cuando venían a nuestras reuniones, como Ernesto y Julia, Yasmina, Lala, y cuatro parejas de este segundo cursillo, pues al fin Juan y Lucia parece que vieron bien claro la luz. Quedan otras tres o cuatro en la cuerda floja, dos de ellas, entre el sí y el no, y dos de ellas, y otras dos indecisas, por no adquirir más compromisos. Pero todas ya sin hueco en este grupo. Veremos cómo nos las arreglamos pus no le podemos poner pegas al Señor.
Bueno veis cómo yo tenía esperanzas de ver llegar al menos a cuatro parejas de este cursillo. Pero la puerta se quedó abierta y vacía.
Hoy domingo, cado yo me moría de impaciencia por llamarlas, y El Señor aguantaba mi mano, sonó el teléfono bastante temprano. Era Marisa. Ana llegué a casa con treinta nueve de fiebre. Debí coger frío y humedad en ese Madroñal que parece más bien una piscina que una sala de reuniones. A pesar del calor humano el frío de abril por una vez se me coló en el cuerpo. Ayer me lo pasé todo el día en la cama casi tiritando y hoy que estoy mejor me he decidido a telefonearte para disculparnos por o haber podido ir ayer a El Madroñal. Le dije a José Pablo que te llamara pero se lió con las obras de nuestro piso, le están ayudando su padre y sus hermanos y aprovechan sábados y fiestas para adelantar como locos, y se le pasó. Cogí un disgusto cuando me lo dijo. Pero todo sigue en pie. Estoy deseando d que vuelva a ser sábado para vernos en El Madroñal.
Y la conversación siguió durante casi media hora. No le dije nada del “fracaso de nadie” pues mi alegría era tanta que no quería entristecerla más.
Y colgando llamó Bernabé y Guacimara, que perdonáramos pero que habían olvidado que quedaron con unos amigos de siempre para cenar y salir a bailar, y que nos llamaron al móvil pero que estaba cerrado, nos dejaron un mensaje, pero debíamos estar en Misa y yo ni lo he mirado.
Alejandro y Cristina aún no me han dicho nada pero creo que se tenían que ir al Sur con sus padres y ahora recuerdo que sí nos lo habían dicho al despedirse, pero ente tanto besos y abrazos se me olvidó por completo.
Sólo quedan de las cuatro parejas fijas Juan y Lucía, que no sé si es que han vuelto a perder la luz y encontrase de nuevo en las sombras en claro oscuro que les da miedo a un compromiso tan fuerte. El de vivir en pareja cristiana lo tiene asumido, pero reunirse y comprometerse a dedicar tanto tiempo a su formación y piedad debe darles aún un poco de pánico y ni se atrevieron a comunicároslo hasta que se les aclaren sus ideas.
Solo queda rezar. Sólo el Espíritu Santo es Luz. Luz de Luz, Verdad de Dios verdadero, del verdadero Dios.
De todas formas sé que me llamarán. Señor, la esperanza y paciencia y la paciencia es fruto maravilloso de la esperanza.
Ahora Señor no me falta más que ponerme de rodillas al pie de mi Crucifijo y hablarte:
“Mi alma engrandece al Señor, porque ha visto la pequeñez y menudencia de su esclava, pero El es grande y ha hecho en su Iglesia, en su pequeña Iglesia de “El Madroñal” maravillas. Gloria al Señor”
>
Mi Diario a diecisiete de abril de 2004. Sábado.
Vengo de El Madroñal, con el corazón encogido y desesperanzado. De nuestro grupo no han acudido ninguna pareja. ¡Ninguna! ¡Dios mío en que te hemos fallado! ¡Qué tristeza, que desfallecimiento, que amargura, que fracaso!
Carlos ya no los advirtió pero yo no quise creérmelo. Fui soberbia y a los soberbios despidió vacíos
Llegamos a El Madroñal, yo algo nerviosa, José Carlos como siempre sereno, pues es un forofo de la Voluntad de Dios y de acertar las cosas como El nos la manda o las consiente, pues dice que Dios es tan respetuoso con nuestra voluntad y libertad que hasta “nos ayuda” a ser libres en contra de su propia Voluntad o deseo. Está en nuestros actos por “esencia, presencia y potencia”, dice que así se lo enseñaron en su Cole, su magnífico profesor de Religión el hoy Padre Alfredo, entonces Don Alfredo, en el texto de Dogma, Moral, Iglesia, Sacramentos, etc., de Padre Domingo Lázaro S.M, creo que lo quieren hacer santo, y así parece, misterio insondable, que es coayudante de esas mismas decisiones, que el acepta pero que no son exactamente lo que soñaba para nosotros.
Sí, nerviosa, nerviosísima, por ver si aparecían algunas parejas de las del Cursillo de ayer. Y llegamos pronto para que si llegaban no se encontraran solas y desamparadas. Llego la hora de la Misa y no llegó ninguna. Ninguna, Dios santo. NIN GU NA. NA DIE. Empezó la Misa, terminó la Misa, empezó la reunión, medio la reunión, terminó la reunión y NADIE.
Tenía ganas, unas ganas enormes e incontrolables, de coger el móvil y llamar a dos o tres parejas, de las de mi grupo y de las de Mónica y ponerlas como chupa de dómine, pues se habían comprometido al menos “a probar” unas, y muy interesadas otras. Pero nadie.
Casi lloré. Bueno creo que lloré. Y casi se lo reproché al Señor.
Cuando nos metimos en el coche de vuelta, no quise ni pude comentarlo con Mónica ni con los demás, exploté y se lo espeté a bocajarro a José Carlos.
Con una serenidad que a mi me admira, en ese momento casi me pone furiosa, me dijo: “Si el Señor no construye la Casa en vano se afanan los albañiles” “Bernabé sembró, Pablo regó, y sólo el Señor es quien debe recoger la mies” No es así exactamente pero creo que esa es la idea de la cita de San Pablo. Te la buscaré.
Cuando me dejó en casa y subí a mi cuarto me puse de rodillas a lado de la cama, miré al Crucifijo de mi abuela, que presidirá mi cama de casada, callé profundamente y dejé que el Señor me hablara quedamente en el fondo de mi corazón.
¿En qué te fallé, Señor? ¿He rezado poco? ¿M he preocupado poco? ¿Me he sacrificado poco? ¿No hemos preparado una “intendencia” del Cursillo, con oraciones de Conventos de Clausura y de muchos cristianos y Parroquias, y Tú no has podido obrar “algún milagro” de “conversión”?
¿Quién te ha dicho a ti, me contestó, que yo tengo que ir haciendo milagritos por ahí para que las cosas funcionen a “TU” gusto?
¿Porqué no respeta la libertad de tu prójimo y hermano como yo la respeto? Porqué crees que con sólo tus fuerzas y organización las cosas “sobrenaturales” van a funcionar con las leyes “naturales.” ¿No has visto como hoy muchas Diócesis, Parroquias, Secretariados, Delegaciones, etc. con organigramas, miles de reuniones, discusiones, ordenadores, hojas de propaganda, y mil medios más, se quedan solo en las hojas y no dan ningún fruto coma la higuera estéril?
Han puesto el tramo horizontal de la cruz y se han olvidado o descuidado del tramo vertical. Yo,
Tu Dios, no necesito ningún ordenador para “tocar” y “conmover” un alma. Sí necesito el propio consentimiento de esa misma alma, que quiero me escoja y ame libremente.
Y ten paciencia. La semilla que cae en buena tierra, y esas parejas de novios de las que me hablas tierra muy buena son, necesita un tiempo para germinar y empezar a brotar, y luego un riego y un cuidado exquisito para crecer y hacer árbol como tú. Ten confianza en mí y “espera en el Señor”.
“Mi alma espera en el Señor, más que el centinela la aurora. Mi alma confía en el Señor, porque solo en Ti, mi Dios y Redentor, está la salvación”. Me metí en la cama y me dormí tranquila.
Se de quién me he fiado.
Mi Diario a dieciocho de abril de 2004. Domingo.
Como yo muchas veces escribo las notas del día anterior al día siguiente, fechándolo en su día real, hoy domingo antes de cerrar página y pasar al día siguiente quiero comunicarte, mi querido Diario, que a veces Jesús parece que te decepciona, que te abandona, que te hace sufrir, para que luego veas más claro, como es El y sólo El, el que obra y construye la casa. “Sin mí nada podéis hacer”. Sin Ti Señor y Tú lo sabes, “siervos inútiles somos”. “Nadie va al Padre sino por Mí”
¿Por qué pues me gastaste esta “broma”, Señor?
Resulta que José Pablo y Marisa, bueno creo que es mejor que os lo cuente desde cómo terminó el Cursillo.
El último día fue ya el culmen. Marisa, la novia de José Pablo, explotó en un canto de alabanzas y agradecimiento. Que había vuelto a encontrar a Dios, y sobre todo la fe en Jesucristo, al que de niña había amado casi como un ídolo, qué cómo había revivido su Primera Comunión, con intensiva y devoción, que ayer antes de venir al Cursillo fueron los dos a una Misa de tarde, que habían replanteado su noviazgo, su vida y sobre todo sus apetencias y metas como pareja en charlas a veces hasta las dos de la mañana cuando José Pablo la llevaba a casa, aparcados delante de su portal.
Todos habíamos traído algo para picar y beber pero nos echaron a las una y media, mañana es sábado y sin trabajo, pero Don Matías, sí madruga para tocar el órgano en la Catedral y es algo dormilón.
Qué abrazos al final del cursillo en las despedidas. Tengo seis teléfonos y cinco tarjetas de boda para ir a la Iglesia al menos “a verlos casar”
José Pablo y Marisa, Juan y Lucia, Bernabé y Guacimara, y Cristina y Alejandro, hicieron un aparte con nosotros y con los monitores para decirnos que por favor les llamáramos, tras su viaje de novios para comenzar enseguida un segundo grupo. Sus palabras fueron para incorporarse a nuestro Grupo.
Se ha formado pues, un segundo grupo. Dos parejas del primer cursillo, del nuestro, que lo estaban deseando y que de vez en cuando venían a nuestras reuniones, como Ernesto y Julia, Yasmina, Lala, y cuatro parejas de este segundo cursillo, pues al fin Juan y Lucia parece que vieron bien claro la luz. Quedan otras tres o cuatro en la cuerda floja, dos de ellas, entre el sí y el no, y dos de ellas, y otras dos indecisas, por no adquirir más compromisos. Pero todas ya sin hueco en este grupo. Veremos cómo nos las arreglamos pus no le podemos poner pegas al Señor.
Bueno veis cómo yo tenía esperanzas de ver llegar al menos a cuatro parejas de este cursillo. Pero la puerta se quedó abierta y vacía.
Hoy domingo, cado yo me moría de impaciencia por llamarlas, y El Señor aguantaba mi mano, sonó el teléfono bastante temprano. Era Marisa. Ana llegué a casa con treinta nueve de fiebre. Debí coger frío y humedad en ese Madroñal que parece más bien una piscina que una sala de reuniones. A pesar del calor humano el frío de abril por una vez se me coló en el cuerpo. Ayer me lo pasé todo el día en la cama casi tiritando y hoy que estoy mejor me he decidido a telefonearte para disculparnos por o haber podido ir ayer a El Madroñal. Le dije a José Pablo que te llamara pero se lió con las obras de nuestro piso, le están ayudando su padre y sus hermanos y aprovechan sábados y fiestas para adelantar como locos, y se le pasó. Cogí un disgusto cuando me lo dijo. Pero todo sigue en pie. Estoy deseando d que vuelva a ser sábado para vernos en El Madroñal.
Y la conversación siguió durante casi media hora. No le dije nada del “fracaso de nadie” pues mi alegría era tanta que no quería entristecerla más.
Y colgando llamó Bernabé y Guacimara, que perdonáramos pero que habían olvidado que quedaron con unos amigos de siempre para cenar y salir a bailar, y que nos llamaron al móvil pero que estaba cerrado, nos dejaron un mensaje, pero debíamos estar en Misa y yo ni lo he mirado.
Alejandro y Cristina aún no me han dicho nada pero creo que se tenían que ir al Sur con sus padres y ahora recuerdo que sí nos lo habían dicho al despedirse, pero ente tanto besos y abrazos se me olvidó por completo.
Sólo quedan de las cuatro parejas fijas Juan y Lucía, que no sé si es que han vuelto a perder la luz y encontrase de nuevo en las sombras en claro oscuro que les da miedo a un compromiso tan fuerte. El de vivir en pareja cristiana lo tiene asumido, pero reunirse y comprometerse a dedicar tanto tiempo a su formación y piedad debe darles aún un poco de pánico y ni se atrevieron a comunicároslo hasta que se les aclaren sus ideas.
Solo queda rezar. Sólo el Espíritu Santo es Luz. Luz de Luz, Verdad de Dios verdadero, del verdadero Dios.
De todas formas sé que me llamarán. Señor, la esperanza y paciencia y la paciencia es fruto maravilloso de la esperanza.
Ahora Señor no me falta más que ponerme de rodillas al pie de mi Crucifijo y hablarte:
“Mi alma engrandece al Señor, porque ha visto la pequeñez y menudencia de su esclava, pero El es grande y ha hecho en su Iglesia, en su pequeña Iglesia de “El Madroñal” maravillas. Gloria al Señor”
>
22.- "A tu imagen y semejanza. Un Dios chiquitito"
>
HUMILDAD Y VERDAD.
Mi Diario. Reunión del veinticuatro de abril de 2004. Sábado.
(Ver “Tu dios no es seguramente Dios.”)
Siempre exige humildad y verdad.
Primero he de decirte, mi amado Diario, que ayer viernes fue el santo de Jorge, de Giorgio. Nos reunimos por la noche en su casa y no teníamos ninguno de nosotros ganas de que terminara la pequeña fiesta. Clara se volcó preparándolo todo, muy sencillo pero riquísimo y apetitoso. Pero a todos nos pareció un ratito pequeño, muy corto y pequeño, para celebrarlo. Unas copas y unos canapés, que me sirvieron de cena desde luego, y después un rato largo de charla y convivencia.
Hablamos de todo pero sobre todo de Bodas. Mónica y Francisco Javier se casaron en enero, en julio del año pasado, todavía no han hecho el año, María y Tomás, y en octubre también del año pasado Isabela y Juan Carlos. En mayo de este año, ya, como quién dice, nos casamos nosotros, Julia y Ernesto se casaron nada más terminar el Cursillo y estaban casados Magdalena y Pedro y Clara y Jorge. Así que somos los últimos y ya casi no quedan días. Nos fuimos muy tarde, a las dos o dos y media, pero como mañana es sábado dormiremos un rato más, José Carlos, aunque impaciente, me dejará dormir, y yo tengo tiempo de corregir y ampliar mi Diario, tras desayunar un poco y hacer un poco de gimnasia para encontrarme tiposa y fuete para la boda.
Bueno entro en “harina” del tema de hoy sábado. Aunque lo suelo escribir los domingos, los sábados noche vengo dormida, lo fecho en su día para llevar más orden. Fue más o menos así.
Te diré que este tema me gustó extraordinariamente pues cuando fallamos a Dios, empezamos a crearnos ídolos de barro, porque es tan fuerte la huella de Dios en el alma humana, que aún en la mayor inconciencia y en el mayor rechazo, siempre nos queda la duda razonable de si Dios existe.
Estoy convencido nos dijo Carlos de que no existen ateos. “Convencidos intelectualmente, otra cosa es sentimentalmente o interesadamente, de que Dios no existe.” Existen hombres, muchos hombres incluso a veces hasta los santos, que en algún momento dudan de su existencia, y algunos, los agnósticos, que le niegan de boca para afuera pero que de inteligencia para dentro son una duda permanente, y si son honrados consigo mismo viven en la duda pero no en el convencimiento.
Esta es la carta de cómo si andamos enredados en nuestra pequeñez y en nuestros egoísmos a veces Dios no sobra, nos cuestiona, nos incomoda y entonces prescindimos de El y nos hacemos dioses chiquititos a la medida de nuestras miserias.
A Naira.
En verdad, Naira, has hecho un dios chiquitito, a tu medida. En vez de hacerte tú a imagen y semejanza de Dios, te has hecho un dios a tu imagen y semejanza, y naturalmente ha tenido que salir muy pequeñito, como tú, criatura creada al fin y al cabo y no la mayor de la Creación.
El amor es la Verdad. No podemos engañarnos a nosotros mismos ni contándonos mentiras ni creyéndonoslas luego. Y esto es lo que hacemos cuando la verdad nos estorba. Unos se hacen un ídolo de barro, los que su sexualidad se les desborda más allá de la verdad y el bien, y se rellena de sus debilidades, apetencias, conveniencias y comodidad, son los que su cuerpo les ha impuesto una esclavitud de sexo y no lo quieren admitir, los límites evangélicos no son ni humanos ni de Cristo, sino de una Iglesia atenazadora y timorata. “Porque cinco marido has tenido y con el que ahora vives no es marido tuyo” te estalló en los oídos, saliste espantada de la Misa porque aquello hería gravemente tu corazón y tu conciencia, y entonces, sí, Naira entonces, como la verdad de la moral del Amor, la moral de Cristo es una moral no de obligaciones y normas sino una moral del amor, es dura, “porque el camino es estrecho”, y tu andabas por la autopista de tus deseos y tus hombres, sí ya lo sé, no te entregaste a ninguno sin estar enamorada, pero ese era el límite de tus exigencias, estar enamorada cuando eso es fácil para ti, tú que eres muy enamoradiza, (¿no habrás estado más bien muy enamoriscada, no te habrás enamorado, pero nunca has estado de verdad enamorada?, ¿acaso tu misma una o dos veces no me has dicho que dudabas de la autenticidad de tu propio amor?) empezaste a agrandar los límites del amor hasta desfigurarlos en la apertura de tus conveniencias, y legalizar en tu conciencia toda unión carnal y sexual, te suena duro verdad, tu le llamas “acostarse”, “hacer el amor”, “vivir juntos”, palabras más suaves para que no te hieran, y a hacerte tu propia moral, ancha como los deseos vehemente e incontrolados de tu cuerpo, que tu dices entregar sólo cuando racionalmente lo decides, ¿de verdad te lo crees que no te desborda la esclavitud del sexo? , y a fabricarte tu ídolo de barro y tu dios chiquitito a la imagen de tu sexo “anhelante de amor”, tú lo llamas amor, y por tanto a desechar eso sí muy suavemente, sin pelearte del todo con El, al Dios verdadero.
YO soy el Camino, la VERDAD y la vida. Como habías desfigurado la verdad del sexo y el matrimonio, “lo que Dios ha unido no lo separe el hombre”, y tu lo has separado por lo menos esas cinco veces, tuviste que desfigurar la persona de Cristo y su mensaje evangélico. Y es curioso, cuando tocamos por error, debilidad o conveniencia un punto de nuestro credo, de Credo Apostólico, inmediatamente empiezan a resentirse, a debilitarse y a resquebrajarse todos sus versículos. Al no aceptar la unidad del matrimonio, Cristo ahí está hablando el matrimonio natural, tal como creó la unión del hombre y la mujer, inmediatamente debilitas, resquebrajas y se resiente toda la persona de Cristo y todo su mensaje. Ya no te cuadra un Cristo Dios, segunda Persona de la Trinidad, y empiezas a dudar del Dios Trino, te quedas en una divinidad etérea, sin contornos, impersonal, más cerca del concepto de las creencias orientales que del Evangelio, su mensaje se difumina, la Vulgata se hace capricho de la Iglesia, valen al menos algunos apócrifos o los textos del Mar Muerto, se han manipulados los texto para adatarlos a la doctrina y no ha salido la doctrina de los texto, San Agustín es una de los grandes errores de la historia eclesial y llegas casi a un panteísmo absurdo confundiendo la divinidad de Dios, su esencia y existencia objetivamente independiente y trascendente con la presencia del Creador en su creación objetivamente externa a Él, y su vinculación a ella, como dice Tomás de Aquino, por esencia, presencia y potencia.
Ya estás rozando el Budismo, sincretismo, el nirvana, a Zoroastro e incluso a Mahoma.
Todas las fe son iguales y si tocas dentro del cristianismo, los Iluministas o iluminados más bien, las beduinas o las corrientes actuales de zen y orientalismos donde todo cabe, todo entra y tu dios pequeñito puede ser el dios de tus vaciados interiores, de tus sentadas, perdona, más llenas de ensoñaciones que de realidad.
No te voy a negar que en todas estas corrientes haya algo o mucho de verdad y que estén teñidas de la Verdad. Pero Dios no está en el vacío ni el la nada porque Dios es el único y solo Dios con plenitud de esencia, su esencia y existencia son unicidad y es un Dios personal. Yo soy el que soy. Y nadie va al Padre sino por mí. No hay misticismo posible sin Cristo y su divinidad. Y todo el que de buena fe busca y se acerca a Dios, budistas, sintoístas, mahometanos, etc. sólo alcanzan su presencia en la redención de Cristo, salvados y redimidos como todos los hombres “a los que ama el Señor”, aunque ellos ignoren su presencia como ignoran su existencia.
No es Dios el que se debe adaptar a ti. Eres tú la que te debes contornear en El. Nadie soy yo para juzgarte, menos para condenarte, pero sí, sobre todo porque me has pedido en tu carta mi opinión, para confortarte en la Verdad, sólo recibida y aceptada en la gracia y don de Dios. Eres tú, sí tú, la que debes auscultar tu propia conciencia y tus propias intenciones tal como están no en tus conveniencias sino el la mente de Dios, tan como las conoce El. Ver si has sido honrada con tus propias verdades, con las que te has ido fabricando, o si tus vaivenes has sido interesados por tu egoísmo disimulado, es curioso conozco algunas personas que tiñen tan bien ante los demás y ellos mismos sus propios egoísmos que parecen y se creen que son virtud, por tus pasiones y tu sexualidad, por tus convencerte a ti misma de tu tranquilidad y felicidad, por no querer renunciar a tus apetencias ni a tus en el fondo comodidades que disimulas con entrega, pero que en el fondo van cerrada a todo lo que sea “ceder” de ti misma al otro, para que no altere tu trayectoria conformista y confortable.
A veces cuando dices “soy muy feliz, me siento muy bien. Con mis hijos, Marcos y Naira no necesito nada más” creo advertir un tonillo que deja entrever un esfuerzo por convencerte a ti misma, un no creértelo en su totalidad ni tú misma, y sobre todo a pesar de ese afán exterior de querer comprender y saber, un orgullo de tu mente, en que fundamente tus creencias y tus pequeños dogmas, creados por ti para tu propia tranquilidad de conciencia, desde aquella búsqueda algo envidiosilla de “porque mis hermanos tiene a Dios y yo no”. Como no has encontrado el Dios de tus hermanos, lleno de renuncias personales y de aceptación al mensaje evangélico, por no renunciar a “tus limitaciones” de ninguna manera, te has creado ese dios pequeñito del que hablamos que te asemeja a ellos.
Y ya has hecho, forrado y chapeado con ellos, con “tus limitaciones y con tu orgullo, nacida de éstas,” tu becerro de barro, como becerro de oro.
El primero es un becerro de barro, de debilidades humanas. El segundo es el becerro de oro del orgullo de la mente, el mayor de todos los pecados capitales, al que se adhiere inmediatamente el pecado del deseo del superpoder. “Seréis como dioses”. Y como no podéis ser como Dios y el hombre ni puede ni sabe vivir sin El, se hace su becerro del orgullo, vanagloria, poder, sexualidad, ambición, comodidad, el becerro de hoy, confortabilidad, prepotencia, etc. Para tener algo que adorar. Aquellos “cuyo dios es el vientre”, en sus múltiples manifestaciones son hoy los que así acallan el ansia de amor, de sano y verdadero amor, para el que Dios creó su corazón.
Y cuando hayas llegado a vislumbrar la verdad, tus verdades sean las verdades de Dios, y Cristo es Dios, ten la humildad, difícil sabes, ten la terrible humildad de abrazarla sin titubeos ni pongas ninguna condición, con sencillez, con generosidad, con el corazón abierto a Dios.
“La Palabra, (la Única palabra de Dios, Cristo Jesús,) era la Luz verdadera que ilumina a todo hombre.” ”Vino a los suyos y los suyos no la recibieron.””Pero a los que la recibieron les dio potestad de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.” ”Y la Palabra se hizo carne y puso su Morada entre nosotros, lleno de gloria que recibe del Padre, lleno de gracia y de verdad”. (Jn I, 9-14)
Que la Luz de Cristo, mi Dios y tu Dios, el único Dios verdadero de todo hombre, ilumine tu mente y abra tu corazón, para que encontrando su gracia y su verdad, encuentres “la vida que está en la Palabra, vida que es la luz de los hombres”.(Jn I . 4)
Preguntas:
1.- ¿Porqué dejamos a Dios y nos hacemos becerros de barro?
¿Cuáles son las causas de este abandono?
2.- ¿Porqué cuando se toca para rechazarla porque molesta, una verdad evangélica enseguida se resquebrajan otras verdades y en cascada vamos negando todo o casi todo el mensaje de Cristo?
3.- ¿Porqué sustituimos a Dios muchas veces por “nuevas creencias” que nos hacen más fácil adecuarlas a nuestras apetencias o debilidades?
4.- ¿Porqué debajo de estos motivos, sexualidad, ambición, dinero, poder, siempre hay un orgullo personal que nos hace creernos más listo que los demás y en posesión de la verdad absoluta?
5.- ¿Porqué para llegar la Verdad de Cristo y su Evangelio sólo hay un camino de humildad y entrega confiada y sincera a la Palabra de Dios y de amor a su Palabra, Cristo?
Reunión de Grupo:
He leído en un libro, nos dijo Tomás, que cuando encuentra un hombre o mujer, que dice no creer en Dios y escarbas en su conciencia y en sus vidas, no siempre pero muy a menudo, encuentras que en sus conductas hay “un lío de faldas” o “de pantalones”, la sexualidad fuera de su contexto, en el egoísmo y en el amor y muy frecuentemente sobretodo en los “hombres de negocios”, falta de honradez en ellos, comisiones obscenas y espurias, cohechos y compra de voluntades, corrupción en los cargos de servicio al pueblo, vender prebendas o comprarlas, explotación del obrero o la sirvienta, (el caso de las sirvientas se suele dar en señoras muy cristianas y de misa) y un sin fin de medios ilegítimos para enriquecerse y hacer del dinero el dios de oro de sus vidas.
Yo conozco una chica que parece Naira. Ha tenido no sé cuantos novios, a todos o casi todos se los ha llevado a la cama, enamoradísima sí, pero uno tras otros, los ha dejado o le han dejado porque su egoísmo y orgullo lo envuelve tanto y con tal habilidad en aparente “bondad”, que a todos les parece una chica generosa, pero de hecho y yo creo que es la causa de la huída de “sus hombres”, manda tanto, es una máquina de exigencias y apremios, se impone tanto, todo tiene que ser como ella lo piensa, como a ella le apetece, aunque claro, es según dice como ella lo ve, porque así es, y son tan continuas sus maquinaciones, sus imposiciones, que en el fondo nadie la aguante mucho tiempo si su relación es continua y permanente. En relaciones discontinuas, esporádicas, es un cielo y un encanto.
Cuando hay convivencia continua con ella, empiezan los problemas y las discusiones.
Hasta con sus hijos es una máquina de mandar. Los atosiga, les manda continuamente, no los deja vivir en paz ni dos minutos.
>
HUMILDAD Y VERDAD.
Mi Diario. Reunión del veinticuatro de abril de 2004. Sábado.
(Ver “Tu dios no es seguramente Dios.”)
Siempre exige humildad y verdad.
Primero he de decirte, mi amado Diario, que ayer viernes fue el santo de Jorge, de Giorgio. Nos reunimos por la noche en su casa y no teníamos ninguno de nosotros ganas de que terminara la pequeña fiesta. Clara se volcó preparándolo todo, muy sencillo pero riquísimo y apetitoso. Pero a todos nos pareció un ratito pequeño, muy corto y pequeño, para celebrarlo. Unas copas y unos canapés, que me sirvieron de cena desde luego, y después un rato largo de charla y convivencia.
Hablamos de todo pero sobre todo de Bodas. Mónica y Francisco Javier se casaron en enero, en julio del año pasado, todavía no han hecho el año, María y Tomás, y en octubre también del año pasado Isabela y Juan Carlos. En mayo de este año, ya, como quién dice, nos casamos nosotros, Julia y Ernesto se casaron nada más terminar el Cursillo y estaban casados Magdalena y Pedro y Clara y Jorge. Así que somos los últimos y ya casi no quedan días. Nos fuimos muy tarde, a las dos o dos y media, pero como mañana es sábado dormiremos un rato más, José Carlos, aunque impaciente, me dejará dormir, y yo tengo tiempo de corregir y ampliar mi Diario, tras desayunar un poco y hacer un poco de gimnasia para encontrarme tiposa y fuete para la boda.
Bueno entro en “harina” del tema de hoy sábado. Aunque lo suelo escribir los domingos, los sábados noche vengo dormida, lo fecho en su día para llevar más orden. Fue más o menos así.
Te diré que este tema me gustó extraordinariamente pues cuando fallamos a Dios, empezamos a crearnos ídolos de barro, porque es tan fuerte la huella de Dios en el alma humana, que aún en la mayor inconciencia y en el mayor rechazo, siempre nos queda la duda razonable de si Dios existe.
Estoy convencido nos dijo Carlos de que no existen ateos. “Convencidos intelectualmente, otra cosa es sentimentalmente o interesadamente, de que Dios no existe.” Existen hombres, muchos hombres incluso a veces hasta los santos, que en algún momento dudan de su existencia, y algunos, los agnósticos, que le niegan de boca para afuera pero que de inteligencia para dentro son una duda permanente, y si son honrados consigo mismo viven en la duda pero no en el convencimiento.
Esta es la carta de cómo si andamos enredados en nuestra pequeñez y en nuestros egoísmos a veces Dios no sobra, nos cuestiona, nos incomoda y entonces prescindimos de El y nos hacemos dioses chiquititos a la medida de nuestras miserias.
A Naira.
En verdad, Naira, has hecho un dios chiquitito, a tu medida. En vez de hacerte tú a imagen y semejanza de Dios, te has hecho un dios a tu imagen y semejanza, y naturalmente ha tenido que salir muy pequeñito, como tú, criatura creada al fin y al cabo y no la mayor de la Creación.
El amor es la Verdad. No podemos engañarnos a nosotros mismos ni contándonos mentiras ni creyéndonoslas luego. Y esto es lo que hacemos cuando la verdad nos estorba. Unos se hacen un ídolo de barro, los que su sexualidad se les desborda más allá de la verdad y el bien, y se rellena de sus debilidades, apetencias, conveniencias y comodidad, son los que su cuerpo les ha impuesto una esclavitud de sexo y no lo quieren admitir, los límites evangélicos no son ni humanos ni de Cristo, sino de una Iglesia atenazadora y timorata. “Porque cinco marido has tenido y con el que ahora vives no es marido tuyo” te estalló en los oídos, saliste espantada de la Misa porque aquello hería gravemente tu corazón y tu conciencia, y entonces, sí, Naira entonces, como la verdad de la moral del Amor, la moral de Cristo es una moral no de obligaciones y normas sino una moral del amor, es dura, “porque el camino es estrecho”, y tu andabas por la autopista de tus deseos y tus hombres, sí ya lo sé, no te entregaste a ninguno sin estar enamorada, pero ese era el límite de tus exigencias, estar enamorada cuando eso es fácil para ti, tú que eres muy enamoradiza, (¿no habrás estado más bien muy enamoriscada, no te habrás enamorado, pero nunca has estado de verdad enamorada?, ¿acaso tu misma una o dos veces no me has dicho que dudabas de la autenticidad de tu propio amor?) empezaste a agrandar los límites del amor hasta desfigurarlos en la apertura de tus conveniencias, y legalizar en tu conciencia toda unión carnal y sexual, te suena duro verdad, tu le llamas “acostarse”, “hacer el amor”, “vivir juntos”, palabras más suaves para que no te hieran, y a hacerte tu propia moral, ancha como los deseos vehemente e incontrolados de tu cuerpo, que tu dices entregar sólo cuando racionalmente lo decides, ¿de verdad te lo crees que no te desborda la esclavitud del sexo? , y a fabricarte tu ídolo de barro y tu dios chiquitito a la imagen de tu sexo “anhelante de amor”, tú lo llamas amor, y por tanto a desechar eso sí muy suavemente, sin pelearte del todo con El, al Dios verdadero.
YO soy el Camino, la VERDAD y la vida. Como habías desfigurado la verdad del sexo y el matrimonio, “lo que Dios ha unido no lo separe el hombre”, y tu lo has separado por lo menos esas cinco veces, tuviste que desfigurar la persona de Cristo y su mensaje evangélico. Y es curioso, cuando tocamos por error, debilidad o conveniencia un punto de nuestro credo, de Credo Apostólico, inmediatamente empiezan a resentirse, a debilitarse y a resquebrajarse todos sus versículos. Al no aceptar la unidad del matrimonio, Cristo ahí está hablando el matrimonio natural, tal como creó la unión del hombre y la mujer, inmediatamente debilitas, resquebrajas y se resiente toda la persona de Cristo y todo su mensaje. Ya no te cuadra un Cristo Dios, segunda Persona de la Trinidad, y empiezas a dudar del Dios Trino, te quedas en una divinidad etérea, sin contornos, impersonal, más cerca del concepto de las creencias orientales que del Evangelio, su mensaje se difumina, la Vulgata se hace capricho de la Iglesia, valen al menos algunos apócrifos o los textos del Mar Muerto, se han manipulados los texto para adatarlos a la doctrina y no ha salido la doctrina de los texto, San Agustín es una de los grandes errores de la historia eclesial y llegas casi a un panteísmo absurdo confundiendo la divinidad de Dios, su esencia y existencia objetivamente independiente y trascendente con la presencia del Creador en su creación objetivamente externa a Él, y su vinculación a ella, como dice Tomás de Aquino, por esencia, presencia y potencia.
Ya estás rozando el Budismo, sincretismo, el nirvana, a Zoroastro e incluso a Mahoma.
Todas las fe son iguales y si tocas dentro del cristianismo, los Iluministas o iluminados más bien, las beduinas o las corrientes actuales de zen y orientalismos donde todo cabe, todo entra y tu dios pequeñito puede ser el dios de tus vaciados interiores, de tus sentadas, perdona, más llenas de ensoñaciones que de realidad.
No te voy a negar que en todas estas corrientes haya algo o mucho de verdad y que estén teñidas de la Verdad. Pero Dios no está en el vacío ni el la nada porque Dios es el único y solo Dios con plenitud de esencia, su esencia y existencia son unicidad y es un Dios personal. Yo soy el que soy. Y nadie va al Padre sino por mí. No hay misticismo posible sin Cristo y su divinidad. Y todo el que de buena fe busca y se acerca a Dios, budistas, sintoístas, mahometanos, etc. sólo alcanzan su presencia en la redención de Cristo, salvados y redimidos como todos los hombres “a los que ama el Señor”, aunque ellos ignoren su presencia como ignoran su existencia.
No es Dios el que se debe adaptar a ti. Eres tú la que te debes contornear en El. Nadie soy yo para juzgarte, menos para condenarte, pero sí, sobre todo porque me has pedido en tu carta mi opinión, para confortarte en la Verdad, sólo recibida y aceptada en la gracia y don de Dios. Eres tú, sí tú, la que debes auscultar tu propia conciencia y tus propias intenciones tal como están no en tus conveniencias sino el la mente de Dios, tan como las conoce El. Ver si has sido honrada con tus propias verdades, con las que te has ido fabricando, o si tus vaivenes has sido interesados por tu egoísmo disimulado, es curioso conozco algunas personas que tiñen tan bien ante los demás y ellos mismos sus propios egoísmos que parecen y se creen que son virtud, por tus pasiones y tu sexualidad, por tus convencerte a ti misma de tu tranquilidad y felicidad, por no querer renunciar a tus apetencias ni a tus en el fondo comodidades que disimulas con entrega, pero que en el fondo van cerrada a todo lo que sea “ceder” de ti misma al otro, para que no altere tu trayectoria conformista y confortable.
A veces cuando dices “soy muy feliz, me siento muy bien. Con mis hijos, Marcos y Naira no necesito nada más” creo advertir un tonillo que deja entrever un esfuerzo por convencerte a ti misma, un no creértelo en su totalidad ni tú misma, y sobre todo a pesar de ese afán exterior de querer comprender y saber, un orgullo de tu mente, en que fundamente tus creencias y tus pequeños dogmas, creados por ti para tu propia tranquilidad de conciencia, desde aquella búsqueda algo envidiosilla de “porque mis hermanos tiene a Dios y yo no”. Como no has encontrado el Dios de tus hermanos, lleno de renuncias personales y de aceptación al mensaje evangélico, por no renunciar a “tus limitaciones” de ninguna manera, te has creado ese dios pequeñito del que hablamos que te asemeja a ellos.
Y ya has hecho, forrado y chapeado con ellos, con “tus limitaciones y con tu orgullo, nacida de éstas,” tu becerro de barro, como becerro de oro.
El primero es un becerro de barro, de debilidades humanas. El segundo es el becerro de oro del orgullo de la mente, el mayor de todos los pecados capitales, al que se adhiere inmediatamente el pecado del deseo del superpoder. “Seréis como dioses”. Y como no podéis ser como Dios y el hombre ni puede ni sabe vivir sin El, se hace su becerro del orgullo, vanagloria, poder, sexualidad, ambición, comodidad, el becerro de hoy, confortabilidad, prepotencia, etc. Para tener algo que adorar. Aquellos “cuyo dios es el vientre”, en sus múltiples manifestaciones son hoy los que así acallan el ansia de amor, de sano y verdadero amor, para el que Dios creó su corazón.
Y cuando hayas llegado a vislumbrar la verdad, tus verdades sean las verdades de Dios, y Cristo es Dios, ten la humildad, difícil sabes, ten la terrible humildad de abrazarla sin titubeos ni pongas ninguna condición, con sencillez, con generosidad, con el corazón abierto a Dios.
“La Palabra, (la Única palabra de Dios, Cristo Jesús,) era la Luz verdadera que ilumina a todo hombre.” ”Vino a los suyos y los suyos no la recibieron.””Pero a los que la recibieron les dio potestad de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.” ”Y la Palabra se hizo carne y puso su Morada entre nosotros, lleno de gloria que recibe del Padre, lleno de gracia y de verdad”. (Jn I, 9-14)
Que la Luz de Cristo, mi Dios y tu Dios, el único Dios verdadero de todo hombre, ilumine tu mente y abra tu corazón, para que encontrando su gracia y su verdad, encuentres “la vida que está en la Palabra, vida que es la luz de los hombres”.(Jn I . 4)
Preguntas:
1.- ¿Porqué dejamos a Dios y nos hacemos becerros de barro?
¿Cuáles son las causas de este abandono?
2.- ¿Porqué cuando se toca para rechazarla porque molesta, una verdad evangélica enseguida se resquebrajan otras verdades y en cascada vamos negando todo o casi todo el mensaje de Cristo?
3.- ¿Porqué sustituimos a Dios muchas veces por “nuevas creencias” que nos hacen más fácil adecuarlas a nuestras apetencias o debilidades?
4.- ¿Porqué debajo de estos motivos, sexualidad, ambición, dinero, poder, siempre hay un orgullo personal que nos hace creernos más listo que los demás y en posesión de la verdad absoluta?
5.- ¿Porqué para llegar la Verdad de Cristo y su Evangelio sólo hay un camino de humildad y entrega confiada y sincera a la Palabra de Dios y de amor a su Palabra, Cristo?
Reunión de Grupo:
He leído en un libro, nos dijo Tomás, que cuando encuentra un hombre o mujer, que dice no creer en Dios y escarbas en su conciencia y en sus vidas, no siempre pero muy a menudo, encuentras que en sus conductas hay “un lío de faldas” o “de pantalones”, la sexualidad fuera de su contexto, en el egoísmo y en el amor y muy frecuentemente sobretodo en los “hombres de negocios”, falta de honradez en ellos, comisiones obscenas y espurias, cohechos y compra de voluntades, corrupción en los cargos de servicio al pueblo, vender prebendas o comprarlas, explotación del obrero o la sirvienta, (el caso de las sirvientas se suele dar en señoras muy cristianas y de misa) y un sin fin de medios ilegítimos para enriquecerse y hacer del dinero el dios de oro de sus vidas.
Yo conozco una chica que parece Naira. Ha tenido no sé cuantos novios, a todos o casi todos se los ha llevado a la cama, enamoradísima sí, pero uno tras otros, los ha dejado o le han dejado porque su egoísmo y orgullo lo envuelve tanto y con tal habilidad en aparente “bondad”, que a todos les parece una chica generosa, pero de hecho y yo creo que es la causa de la huída de “sus hombres”, manda tanto, es una máquina de exigencias y apremios, se impone tanto, todo tiene que ser como ella lo piensa, como a ella le apetece, aunque claro, es según dice como ella lo ve, porque así es, y son tan continuas sus maquinaciones, sus imposiciones, que en el fondo nadie la aguante mucho tiempo si su relación es continua y permanente. En relaciones discontinuas, esporádicas, es un cielo y un encanto.
Cuando hay convivencia continua con ella, empiezan los problemas y las discusiones.
Hasta con sus hijos es una máquina de mandar. Los atosiga, les manda continuamente, no los deja vivir en paz ni dos minutos.
>
23.- BODA DE JOSÉ CARLOS Y ANA
>
24.- “Hasta llegar al Altar”
25.- “La fórmula de la entrega”
26.- “El resto de la Boda y del día”
27.- “El sexo la primera noche”
>
24.- “Hasta llegar al Altar”
25.- “La fórmula de la entrega”
26.- “El resto de la Boda y del día”
27.- “El sexo la primera noche”
>
24.-"Hasta llegar al Altar"
>
Mi Diario a ocho de mayo de 2004. Sábado. Boda.
BODA DE ANA Y JOSE CARLOS.
Escrito el día nueve, Domingo.
Mi muy, muy, pero que muy querido Diario. AYER ME CASE, NOS CASAMOS. ¡Aleluya, Aleluya, Aleluya! ¡Dios bendito, Dios sea loado! ¡José Carlos, te quiero, te quiero, te quiero! José Carlos te amo, te amo, te amo.
Ayer fue mi boda, nuestra boda, de José Carlos y mía y aún casi no me lo creo.
José Carlos y yo somos pareja para siempre, somos Matrimonio, somos Sacramento, somos signo sagrado del Amor de Dios a los hombres, a todos los hombres y del amor y la entrega de Cristo a su Iglesia, a mi Iglesia, a nuestra Iglesia, a la Iglesia de Dios.
A pesar de un cierto nerviosismo, dentro de mi serenidad serena, pues estaba muy tranquila, pero que muy tranquila, me enteré de toda la ceremonia. No me perdí nada de mi boda.
Aún recuerdo, viva, la mañana, un poco tensa, levantarme desayunar muy ligero, recibir el ramo de novia que me regalaba Elena, la mujer de Carlos, y que fueron a recoger mis dos hermanos, ¡qué bonito!, como yo lo quería, sencillo y solo con flores blancas, las casi dos horas de peluquería, manicura, y maquilladora, después de comer un poco, e intentar dormir otro poco, para llegar a la Iglesia, siete y media en punto, descansada.
Y luego ya el empezar a vestirme. Dios mío, toda de blanco, con el traje ajustado a la cintura, yo soy alta y delgada, el corpiño bordado, porque era del traje de mi madre y de mi abuela, pero que encajaba perfectamente, el tocado, flores como el ramo en el pelo, y el velo. Toda de blanco, toda de blanco, por dentro y por fuera, el alma y el cuerpo, virgen en el amor, para ti mi Dios en mi entrega a José Carlos.
Sentí que la pureza de mi corazón, guardado con cariño y con tesón, a veces no libre de luchas y dificultades. Era la plenitud del don que le entregaba a quien sería todo el amor de mi vida.
Luego las fotos antes de salir. En mi cuarto, el que por todos estos años había sido mi cuarto, y que esta noche dejaría de serlo, en la chimenea del salón, en la entrada, con mi padre, con mi madre, con los dos, con mis hermanos, con Antonia, que casi, casi me vio nacer, diecinueve años con nosotros, parte de nuestra familia, que sabía de mi y de mis años de niñez y pubertad más que yo misma, que había “sufrido” paso a paso todo mi noviazgo con José Carlos, y todos los exámenes de mi carrera, incluidos vasos de leche con galletitas por las noches de velas, y al subir al coche.
Ya había sonado el móvil de mi hermano. Señal de la casi llegada de José Carlos a la entrada de la Catedral. Al final no nos casamos en la capilla de la finca sino en la Catedral. Así lo ha querido el Obispo, pues mi padre es y ha sido desde siempre el abogado de la Diócesis y nos quiere casar el mismo, pues me conoce desde chiquilla.
Aún recuerdo vivo, como si fuera ahora el bajarme del coche, la cola, poner bien la cola, y cómo se me fueron los ojos hasta el pie del Altar buscando ansiosa a José Carlos, que “ya estaba allí esperándome”. Sí, es pe rán do me. A mí, su Ana.
Entrar del brazo de mi padre, primero el derecho, ahora, papá, y despacio, muy despacio, mientras suena, Meldeson, la Marcha Nupcial y cada nota se va incrustando en mis oídos y mi corazón.
Le apreté el brazo, con inmenso cariño. Su brazo, sostén de mi vida en este su último tramo. Al salir, sería del brazo de José Carlos, el nuevo apoyo de mi existencia y de mi persona.
¿Te aburro, querido Diario?. Perdona pero tengo que recogerlo todo, segundo a segundo, en tus hermosas páginas, para que quede grabado a fuego lo que sentí el día más feliz de mi vida.
José Carlos, con su elegantísima madre, me esperaba ya al pie del Altar donde íbamos a ratificar como una donación de alabanza nuestra mutua entrega y aceptación el uno del otro.
Debo irme. Mañana seguiré. José Carlos se había quedado un rato dormido y yo aproveché para escribirte. Estamos el “La Hacienda,” dónde hemos pasado la primera noche, tras la boda y el primer despertar junto, las primeras horas de la mañana de amor, caricias y entrega desbordada, que han sido una eternidad de placer y gozo, y tras comer en la terraza de la piscina, hemos subido al cuarto, voy a descansar cinco minutos, mi amor, qué hermoso está dormido sobre la cama y ya lleva una hora larga.
Esta tarde-noche cogemos el avión para Madrid y de allí al viaje de novios.
Ya te contaré, ya. Te prometo contártelo todo. Un beso. Ana.
Postdata: A José Carlos ya no se lo tengo que mandar por tus páginas. Como se está despertando voy a besarle los labios, para que se despierte con los míos apretados a los suyos.
>
>
Mi Diario a ocho de mayo de 2004. Sábado. Boda.
BODA DE ANA Y JOSE CARLOS.
Escrito el día nueve, Domingo.
Mi muy, muy, pero que muy querido Diario. AYER ME CASE, NOS CASAMOS. ¡Aleluya, Aleluya, Aleluya! ¡Dios bendito, Dios sea loado! ¡José Carlos, te quiero, te quiero, te quiero! José Carlos te amo, te amo, te amo.
Ayer fue mi boda, nuestra boda, de José Carlos y mía y aún casi no me lo creo.
José Carlos y yo somos pareja para siempre, somos Matrimonio, somos Sacramento, somos signo sagrado del Amor de Dios a los hombres, a todos los hombres y del amor y la entrega de Cristo a su Iglesia, a mi Iglesia, a nuestra Iglesia, a la Iglesia de Dios.
A pesar de un cierto nerviosismo, dentro de mi serenidad serena, pues estaba muy tranquila, pero que muy tranquila, me enteré de toda la ceremonia. No me perdí nada de mi boda.
Aún recuerdo, viva, la mañana, un poco tensa, levantarme desayunar muy ligero, recibir el ramo de novia que me regalaba Elena, la mujer de Carlos, y que fueron a recoger mis dos hermanos, ¡qué bonito!, como yo lo quería, sencillo y solo con flores blancas, las casi dos horas de peluquería, manicura, y maquilladora, después de comer un poco, e intentar dormir otro poco, para llegar a la Iglesia, siete y media en punto, descansada.
Y luego ya el empezar a vestirme. Dios mío, toda de blanco, con el traje ajustado a la cintura, yo soy alta y delgada, el corpiño bordado, porque era del traje de mi madre y de mi abuela, pero que encajaba perfectamente, el tocado, flores como el ramo en el pelo, y el velo. Toda de blanco, toda de blanco, por dentro y por fuera, el alma y el cuerpo, virgen en el amor, para ti mi Dios en mi entrega a José Carlos.
Sentí que la pureza de mi corazón, guardado con cariño y con tesón, a veces no libre de luchas y dificultades. Era la plenitud del don que le entregaba a quien sería todo el amor de mi vida.
Luego las fotos antes de salir. En mi cuarto, el que por todos estos años había sido mi cuarto, y que esta noche dejaría de serlo, en la chimenea del salón, en la entrada, con mi padre, con mi madre, con los dos, con mis hermanos, con Antonia, que casi, casi me vio nacer, diecinueve años con nosotros, parte de nuestra familia, que sabía de mi y de mis años de niñez y pubertad más que yo misma, que había “sufrido” paso a paso todo mi noviazgo con José Carlos, y todos los exámenes de mi carrera, incluidos vasos de leche con galletitas por las noches de velas, y al subir al coche.
Ya había sonado el móvil de mi hermano. Señal de la casi llegada de José Carlos a la entrada de la Catedral. Al final no nos casamos en la capilla de la finca sino en la Catedral. Así lo ha querido el Obispo, pues mi padre es y ha sido desde siempre el abogado de la Diócesis y nos quiere casar el mismo, pues me conoce desde chiquilla.
Aún recuerdo vivo, como si fuera ahora el bajarme del coche, la cola, poner bien la cola, y cómo se me fueron los ojos hasta el pie del Altar buscando ansiosa a José Carlos, que “ya estaba allí esperándome”. Sí, es pe rán do me. A mí, su Ana.
Entrar del brazo de mi padre, primero el derecho, ahora, papá, y despacio, muy despacio, mientras suena, Meldeson, la Marcha Nupcial y cada nota se va incrustando en mis oídos y mi corazón.
Le apreté el brazo, con inmenso cariño. Su brazo, sostén de mi vida en este su último tramo. Al salir, sería del brazo de José Carlos, el nuevo apoyo de mi existencia y de mi persona.
¿Te aburro, querido Diario?. Perdona pero tengo que recogerlo todo, segundo a segundo, en tus hermosas páginas, para que quede grabado a fuego lo que sentí el día más feliz de mi vida.
José Carlos, con su elegantísima madre, me esperaba ya al pie del Altar donde íbamos a ratificar como una donación de alabanza nuestra mutua entrega y aceptación el uno del otro.
Debo irme. Mañana seguiré. José Carlos se había quedado un rato dormido y yo aproveché para escribirte. Estamos el “La Hacienda,” dónde hemos pasado la primera noche, tras la boda y el primer despertar junto, las primeras horas de la mañana de amor, caricias y entrega desbordada, que han sido una eternidad de placer y gozo, y tras comer en la terraza de la piscina, hemos subido al cuarto, voy a descansar cinco minutos, mi amor, qué hermoso está dormido sobre la cama y ya lleva una hora larga.
Esta tarde-noche cogemos el avión para Madrid y de allí al viaje de novios.
Ya te contaré, ya. Te prometo contártelo todo. Un beso. Ana.
Postdata: A José Carlos ya no se lo tengo que mandar por tus páginas. Como se está despertando voy a besarle los labios, para que se despierte con los míos apretados a los suyos.
>
>
25.- "La fómula de la entrega"
>
Mi Diario a ocho de mayo de 2004. Sábado. Boda.
BODA DE ANA Y JOSE CARLOS.
La materia y la forma del Sacramento.
Escrito el día diez, lunes.
Querido Diario:
Quizás ésta debía ser nuestra oración de cada día, de cada mañana.
José Carlos hoy me entrego a ti.
Yo, Ana, te quiero y me entrego a ti, José Carlos en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza, en este nuevo y hermoso día de nuestras vidas en común.
Y cada noche debíamos examinarnos de cómo nos hemos llevado, tratado, querido, ayudado, atendido, amado, mimado, y entregado el uno al otro y los dos a los hermanos en nuestras atenciones, en nuestros trabajos, en nuestras diversiones, en nuestras comidas, en cada instante del día.
Decirle Señor lo siento, de verdad lo siento, en los fallos, en los egoísmos, pero sobre todo darles gracias por haber caminado, Tú, Señor, con nosotros y haber hecho, que como pareja, seamos a los ojos de los demás, luz de tu amor a los hombres, y espejo de tu amor a la Iglesia.
Voy a copiar de mi Cuaderno de Cursillos, parte de mis apuntes de la charla sobre el Sacramento y de mis notas de la reunión de Grupo.
“El amor humano de la pareja humana, - el agua de las Boda de Caná,- para que se purifique en el crisol de la muerte de Cristo, clavados nuestros brazos en su mismo madero, transformados nuestros brazos en los brazos de Cristo, se transforma, el amor humano, en el amor divino, el agua en el mejor vino de la Boda, y se hacen Sacramento, signo sagrado, símbolo y realidad del encuentro con el Señor.
Sí, el amor es también a veces renuncia y sacrificio. Nadie ama de verdad si no niega a veces su yo, sus egoísmos y hasta sus apetencias legítimas en pro del ser amado.
Sólo cuando pendemos del brazo horizontal de la Cruz, paralelo a la tierra, pero levantado de la tierra, nuestros pies se levantan al cielo y nuestro cuerpo y nuestro espíritu suben por el palo vertical de la Cruz en dirección al Padre.
No creáis que todo será un camino de rosas. A veces serán olas venidas del mar de fuera, los demás, la vida, las desgracias, a veces la tempestad estará dentro de vosotros y habrá que negarse a sí mismo para encontrar el camino de la paz en la Paz del Señor, llevando nuestra cruz, unida a su Cruz, y seguirle.
La paz os dejo, mi paz os doy. Pero la paz de vuestra pareja sólo está en la concordia y la unión. Y para que haya concordia hay que despojarse cada uno de lo que crucifica de nosotros mismos al otro.
El amor siempre es un sacrificio alegre porque es donación, regado al otro, al amado, a la amada.
Mi Reino de es de este mundo. Vivimos los cristianos en el mundo, con los pies tan firme como el que más, no somos ángeles ni espíritus etéreos, somos realistas y sabemos donde estamos, luchamos o nos esforzamos por instaurar en los hombres el Reino de Cristo, Reino de Paz y Alegría, Reino de Justicia y Amor, Reino de Verdad y Solidaridad, Reino divino y no de este mundo, sin dejar de ser profundamente humano y con sus raíces bien fundadas en la tierra.”
>
Mi Diario a ocho de mayo de 2004. Sábado. Boda.
BODA DE ANA Y JOSE CARLOS.
La materia y la forma del Sacramento.
Escrito el día diez, lunes.
Querido Diario:
Quizás ésta debía ser nuestra oración de cada día, de cada mañana.
José Carlos hoy me entrego a ti.
Yo, Ana, te quiero y me entrego a ti, José Carlos en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza, en este nuevo y hermoso día de nuestras vidas en común.
Y cada noche debíamos examinarnos de cómo nos hemos llevado, tratado, querido, ayudado, atendido, amado, mimado, y entregado el uno al otro y los dos a los hermanos en nuestras atenciones, en nuestros trabajos, en nuestras diversiones, en nuestras comidas, en cada instante del día.
Decirle Señor lo siento, de verdad lo siento, en los fallos, en los egoísmos, pero sobre todo darles gracias por haber caminado, Tú, Señor, con nosotros y haber hecho, que como pareja, seamos a los ojos de los demás, luz de tu amor a los hombres, y espejo de tu amor a la Iglesia.
Voy a copiar de mi Cuaderno de Cursillos, parte de mis apuntes de la charla sobre el Sacramento y de mis notas de la reunión de Grupo.
“El amor humano de la pareja humana, - el agua de las Boda de Caná,- para que se purifique en el crisol de la muerte de Cristo, clavados nuestros brazos en su mismo madero, transformados nuestros brazos en los brazos de Cristo, se transforma, el amor humano, en el amor divino, el agua en el mejor vino de la Boda, y se hacen Sacramento, signo sagrado, símbolo y realidad del encuentro con el Señor.
Sí, el amor es también a veces renuncia y sacrificio. Nadie ama de verdad si no niega a veces su yo, sus egoísmos y hasta sus apetencias legítimas en pro del ser amado.
Sólo cuando pendemos del brazo horizontal de la Cruz, paralelo a la tierra, pero levantado de la tierra, nuestros pies se levantan al cielo y nuestro cuerpo y nuestro espíritu suben por el palo vertical de la Cruz en dirección al Padre.
No creáis que todo será un camino de rosas. A veces serán olas venidas del mar de fuera, los demás, la vida, las desgracias, a veces la tempestad estará dentro de vosotros y habrá que negarse a sí mismo para encontrar el camino de la paz en la Paz del Señor, llevando nuestra cruz, unida a su Cruz, y seguirle.
La paz os dejo, mi paz os doy. Pero la paz de vuestra pareja sólo está en la concordia y la unión. Y para que haya concordia hay que despojarse cada uno de lo que crucifica de nosotros mismos al otro.
El amor siempre es un sacrificio alegre porque es donación, regado al otro, al amado, a la amada.
Mi Reino de es de este mundo. Vivimos los cristianos en el mundo, con los pies tan firme como el que más, no somos ángeles ni espíritus etéreos, somos realistas y sabemos donde estamos, luchamos o nos esforzamos por instaurar en los hombres el Reino de Cristo, Reino de Paz y Alegría, Reino de Justicia y Amor, Reino de Verdad y Solidaridad, Reino divino y no de este mundo, sin dejar de ser profundamente humano y con sus raíces bien fundadas en la tierra.”
>
26.- "El resto de la Boda y del día"
>
Mi Diario a ocho de mayo de 2004. Sábado. Boda.
BODA DE ANA Y JOSE CARLOS.
Escrito el doce, miércoles.
Segunda parte
COMPLEMENTO AL TEMA
José Carlos con su madre me esperaban ya en el ALTAR, donde íbamos a ratificar nuestra mutua entrega.
Es curioso, querido Diario, que en el ara del Altar de Cristo, Ara del Sufrimiento y de la Cruz, Ara de la Redención, de la Salvación y de la Liberación, y se iba a realizar el acto más alegre, bello y sin asomo de dolor de mi vida: mi entrega a José Carlos, su entrega a su Ana, nuestra entrega juntos a Dios. Sólo júbilo, alegría, esperanza. Sólo paz, tranquilidad, firmeza y fe. Pero también es verdad que el Viernes Santo termina siempre en la Pascua de Resurrección. Y mi Sacramento, nuestro Sacramento del matrimonio tiene sus raíces profundas en la Resurrección del Señor. Es Sábado Santo noche, Domingo, de Resurrección.
Le miré a José Carlos. vi. sus ojos sonrientes, que me esperaban y me atraían. Luego fui regando mi mirada por mis y sus amigos, mi y su familia, mi y su hermanos, que estaban de pie en los bancos, vueltos hacia nosotros. Al salir, del brazo ya de José Carlos, eran nuestros amigos, nuestra familia, nuestros hermanos, nuestros parientes. Ya no míos. No suyos. Nuestros.
Todos los días de nuestra vida. Sin reserva alguna para nosotros mismos. Entregándolo todo. Esperando, con amor y en el amor, todo, todo, todo, del amor.
Vamos a hacer de la fórmula de nuestra entrega en el Sacramento la pequeña oración, juntos, de cada mañana.
“Yo Ana, José Carlos, te quiero y estoy enamoradísima de ti, y me dono, entrego y doy totalmente a ti, sin reservarme nada que no sea totalmente tuyo, esperando todo de tu amor y de nuestro amor compartido, en las alegrías, la vida juntos, la familia, los hijos, y el recibir tu amor cada instante, y en las penas, los momentos amargos, las tristezas, las desavenencias, los enfados, las divergencias no asumidas por ambos, las peleas, en la salud, las diversiones, el bienestar porque estamos juntos, y en la enfermedad , el dolor, el sufrimiento, quizás la decrepitud y limitaciones de la ancianidad, en la pobreza, no sólo en las dificultades económicas o carencias materiales, el paro, el retiro o la jubilación, sino en la pobreza de alma y espíritu, en nuestra a veces mediocridad, tibieza, falta de empuje o entrega, fallos a nuestro Dios y arbitrariedad al Amor, individuales o de pareja, falta de entrega a los demás o solidaridad, y en las riquezas o prosperidad, recibidas como regalo de la Providencia, tenidas no como dueños sino como administradores de los bienes de Dios y de los hermanos, compartidas con ellos en amor y solidaridad, no como quien da sino como quien recibe, usadas con alegría, sobriedad, moderación. Mesura y discreción, enseñando a nuestros hijos a agradecérselas a Dios y a usarlas en el amor, y de las riquezas del alma y del espíritu, cultura, educación, y sobre todo gracia de Dios y en Dios, sentirnos y ser hijos suyos, y vivirlo y saborearlo en la pareja, José Carlos y yo, y con nuestros futuros hijos.
Mucho espero, querido Diario, pero con su gracia y amor, imitando y haciéndonos un poco el Jesús, hijo de María, y encarnándonos en El, espero que en este día de hoy lo vivamos con fe.
Ana.
>
Mi Diario a ocho de mayo de 2004. Sábado. Boda.
BODA DE ANA Y JOSE CARLOS.
Escrito el doce, miércoles.
Segunda parte
COMPLEMENTO AL TEMA
José Carlos con su madre me esperaban ya en el ALTAR, donde íbamos a ratificar nuestra mutua entrega.
Es curioso, querido Diario, que en el ara del Altar de Cristo, Ara del Sufrimiento y de la Cruz, Ara de la Redención, de la Salvación y de la Liberación, y se iba a realizar el acto más alegre, bello y sin asomo de dolor de mi vida: mi entrega a José Carlos, su entrega a su Ana, nuestra entrega juntos a Dios. Sólo júbilo, alegría, esperanza. Sólo paz, tranquilidad, firmeza y fe. Pero también es verdad que el Viernes Santo termina siempre en la Pascua de Resurrección. Y mi Sacramento, nuestro Sacramento del matrimonio tiene sus raíces profundas en la Resurrección del Señor. Es Sábado Santo noche, Domingo, de Resurrección.
Le miré a José Carlos. vi. sus ojos sonrientes, que me esperaban y me atraían. Luego fui regando mi mirada por mis y sus amigos, mi y su familia, mi y su hermanos, que estaban de pie en los bancos, vueltos hacia nosotros. Al salir, del brazo ya de José Carlos, eran nuestros amigos, nuestra familia, nuestros hermanos, nuestros parientes. Ya no míos. No suyos. Nuestros.
Todos los días de nuestra vida. Sin reserva alguna para nosotros mismos. Entregándolo todo. Esperando, con amor y en el amor, todo, todo, todo, del amor.
Vamos a hacer de la fórmula de nuestra entrega en el Sacramento la pequeña oración, juntos, de cada mañana.
“Yo Ana, José Carlos, te quiero y estoy enamoradísima de ti, y me dono, entrego y doy totalmente a ti, sin reservarme nada que no sea totalmente tuyo, esperando todo de tu amor y de nuestro amor compartido, en las alegrías, la vida juntos, la familia, los hijos, y el recibir tu amor cada instante, y en las penas, los momentos amargos, las tristezas, las desavenencias, los enfados, las divergencias no asumidas por ambos, las peleas, en la salud, las diversiones, el bienestar porque estamos juntos, y en la enfermedad , el dolor, el sufrimiento, quizás la decrepitud y limitaciones de la ancianidad, en la pobreza, no sólo en las dificultades económicas o carencias materiales, el paro, el retiro o la jubilación, sino en la pobreza de alma y espíritu, en nuestra a veces mediocridad, tibieza, falta de empuje o entrega, fallos a nuestro Dios y arbitrariedad al Amor, individuales o de pareja, falta de entrega a los demás o solidaridad, y en las riquezas o prosperidad, recibidas como regalo de la Providencia, tenidas no como dueños sino como administradores de los bienes de Dios y de los hermanos, compartidas con ellos en amor y solidaridad, no como quien da sino como quien recibe, usadas con alegría, sobriedad, moderación. Mesura y discreción, enseñando a nuestros hijos a agradecérselas a Dios y a usarlas en el amor, y de las riquezas del alma y del espíritu, cultura, educación, y sobre todo gracia de Dios y en Dios, sentirnos y ser hijos suyos, y vivirlo y saborearlo en la pareja, José Carlos y yo, y con nuestros futuros hijos.
Mucho espero, querido Diario, pero con su gracia y amor, imitando y haciéndonos un poco el Jesús, hijo de María, y encarnándonos en El, espero que en este día de hoy lo vivamos con fe.
Ana.
>
27.- "El sexo la primera noche"
>
Mi Diario a ocho de mayo de 2004. Sábado. Boda.
BODA DE ANA Y JOSE CARLOS.
Escrito tras el viaje de novios el día cinco de junio de 2004. Sábado.
Yo a diferencia de otras chicas, que respeto aunque no comparta sus opciones, nunca había hecho el sexo. José Carlos tampoco: me ha dicho que yo soy la primera mujer en su vida.
Desde luego su inexperiencia, a pesar de tantas escenas de cama en las películas, lo confirma plenamente.
Pero aunque "nos estrenábamos" los dos, he de confesar que debo agradecerle su infinita delicadeza, su prudencia para no hacerme daño, su tacto cariñoso, físico y mental, su espera paciente y desenervante a que sus caricias íntimas y delicadas, eligiendo siempre las que fueran de mi agrado, y no de su deseo o pasión, y sus susurros tiernos y amorosos, subiendo a apasionados en mi oído, para que yo fuera entrando en clímax sin rechazos, para que mi cuerpo se fuera revolucionando a la par que mi alma, empujándome en el deseo, sí en el deseo carnal, en el ansia de toda mi persona, espíritu y cuerpo, de ser poseída "por él", de que su cuerpo y el mío fueran una sola carne, como desde novios, hacía ya mucho tiempo eran un solo espíritu y una sola alma.
¿No es este el proyecto de vida en común, que es la vida del matrimonio y del sacramento?
También he de confesar que anoche, después del banquete, las copillas, el champán y el baile, lo intentamos sin éxito. Pero no nos traumatizó nada. Estábamos advertidos y casi lo esperábamos.
Fue el vino, fueron las amontonadas emociones, fue la timidez que invadió mi alma al dejarme acariciar por sus amorosos y deseosos ojos mi desnudez completa por primera vez ante el amado, que cuando se acercó desnudo nos abrazamos fuertemente y nos echamos a reír de felicidad.
Lo volvimos a intentar y volvimos a fracasar. Abarzados, acariciándome suavemente mis pechos nos quedamos dormidos.
Sí es verdad después de la noche de boda viene la tranquila, larga y apasionada mañana del día siguiente. Me da pudor describir todo lo que sentimos y todo lo que nos compenetramos. Sólo te confiaré, mi querido e íntimo diario que le entregué mi persona entera, todo cuanto soy y he sido, en cuerpo, totalmente mi cuerpo con todos sus sentidos, con el summum del placer, y mi alma, en cada latido del resto de mi vida.
"Supe", sin palabras casi, pero con el maravilloso lenguaje del amor corporal, del amor físico, impregnado y inmerso en la entrega de mi persona, que José Carlos me ama con toda la intensidad de su ser, como yo le amo a él.
Gracias Dios mío. Gracias por su amor. Gracias por tu amor y gracias por el Sacramento.
Yo se que para otras muchas parejas esa noche, ya hayan o no hayan tenido relaciones íntimas antes, es ¡gloriosa y exuberante! Para nosotros, aún sin el sexo en su culminación y éxtasis no fue desde luego ni desilusionante ni frustrante. El sexo en su plenitud y desbordamiento vino, maravilloso, apasionado y
vehemente hasta sus cumbres más altas en los días siguientes e intenso hasta tal punto que me da casi vergüenza contarlo.
>
Mi Diario a ocho de mayo de 2004. Sábado. Boda.
BODA DE ANA Y JOSE CARLOS.
Escrito tras el viaje de novios el día cinco de junio de 2004. Sábado.
Yo a diferencia de otras chicas, que respeto aunque no comparta sus opciones, nunca había hecho el sexo. José Carlos tampoco: me ha dicho que yo soy la primera mujer en su vida.
Desde luego su inexperiencia, a pesar de tantas escenas de cama en las películas, lo confirma plenamente.
Pero aunque "nos estrenábamos" los dos, he de confesar que debo agradecerle su infinita delicadeza, su prudencia para no hacerme daño, su tacto cariñoso, físico y mental, su espera paciente y desenervante a que sus caricias íntimas y delicadas, eligiendo siempre las que fueran de mi agrado, y no de su deseo o pasión, y sus susurros tiernos y amorosos, subiendo a apasionados en mi oído, para que yo fuera entrando en clímax sin rechazos, para que mi cuerpo se fuera revolucionando a la par que mi alma, empujándome en el deseo, sí en el deseo carnal, en el ansia de toda mi persona, espíritu y cuerpo, de ser poseída "por él", de que su cuerpo y el mío fueran una sola carne, como desde novios, hacía ya mucho tiempo eran un solo espíritu y una sola alma.
¿No es este el proyecto de vida en común, que es la vida del matrimonio y del sacramento?
También he de confesar que anoche, después del banquete, las copillas, el champán y el baile, lo intentamos sin éxito. Pero no nos traumatizó nada. Estábamos advertidos y casi lo esperábamos.
Fue el vino, fueron las amontonadas emociones, fue la timidez que invadió mi alma al dejarme acariciar por sus amorosos y deseosos ojos mi desnudez completa por primera vez ante el amado, que cuando se acercó desnudo nos abrazamos fuertemente y nos echamos a reír de felicidad.
Lo volvimos a intentar y volvimos a fracasar. Abarzados, acariciándome suavemente mis pechos nos quedamos dormidos.
Sí es verdad después de la noche de boda viene la tranquila, larga y apasionada mañana del día siguiente. Me da pudor describir todo lo que sentimos y todo lo que nos compenetramos. Sólo te confiaré, mi querido e íntimo diario que le entregué mi persona entera, todo cuanto soy y he sido, en cuerpo, totalmente mi cuerpo con todos sus sentidos, con el summum del placer, y mi alma, en cada latido del resto de mi vida.
"Supe", sin palabras casi, pero con el maravilloso lenguaje del amor corporal, del amor físico, impregnado y inmerso en la entrega de mi persona, que José Carlos me ama con toda la intensidad de su ser, como yo le amo a él.
Gracias Dios mío. Gracias por su amor. Gracias por tu amor y gracias por el Sacramento.
Yo se que para otras muchas parejas esa noche, ya hayan o no hayan tenido relaciones íntimas antes, es ¡gloriosa y exuberante! Para nosotros, aún sin el sexo en su culminación y éxtasis no fue desde luego ni desilusionante ni frustrante. El sexo en su plenitud y desbordamiento vino, maravilloso, apasionado y
vehemente hasta sus cumbres más altas en los días siguientes e intenso hasta tal punto que me da casi vergüenza contarlo.
>
28.- "La comunicación profunda y el diálogo íntimo"
>
Mi Diario, Reunión del quince de mayo de 2004. Viernes.
Comunicación y diálogo, esencia de la vida en común.
Cuando el grupo nos fue a recibir al aeropuerto a la vuelta de nuestro Viaje de Novios, Mónica y María me habían guardado las notas y “las cartas” de estas tres reuniones del Grupo a las que José Carlos y yo no pudimos asistir. Con ellos, claro sin las aportaciones de la reunión de grupo, he reconstruido al completo las reuniones, en Mi Diario con mis reflexiones o con el diálogo sobre el tema con “mi marido”. Qué bien suena, “mi marido” Sí, amor tú, José Carlos.
Mi querido Diario:
José Carlos y yo hemos empezado una nueva relación. Un nuevo noviazgo, una mayor
Compenetración y forma de comunicarnos y entregarnos el uno al otro, que es el amor.
Ya hace más de dos años, quizás más de tres, que nuestras conversaciones y diálogos, pláticas y coloquios se han ido convirtiendo poco a poco en un volcar sobre el otro lo más íntimo de nuestras personas, nuestras ideas más secretas, nuestras apetencias más entrañables, nuestros deseos más recónditos, nuestras ilusiones más profundas, nuestras convicciones más firmes, nuestros sentimientos más hondos, lo más oculto y escondido en lo más entrañable de nuestro ser, nuestro yo más completo y más personal y reservado, aquello que guardamos celosamente a las miradas y oídos de todos solo para nosotros mismos.
Pero no sólo en el sexo y en la intimidad de las apetencias corporales o carnales, no.
Creo que hemos ido construyendo un diálogo del cuerpo pero sobre todo del alma. En este diálogo del alma, de nuestra persona entera se acopla y encaja perfectamente el diálogo del cuerpo. Y este diálogo se ha ido transformando en una conversación continua y sutil, a veces etérea y hasta silenciosa, porque muchas veces no nos hacen falta palabras para entendernos y compenetrarnos y otras veces aún en la distancia y la separación yo noto la unión y su presencia, sé que nos estamos comunicando y dialogando en perfecta armonía de sentimientos e ideas.
Claro que este diálogo solo se puede dar en una entrega absoluta y una donación plena de nuestro ser al ser amado, y es mucho más lo que hay de nosotros mismos en nuestras charlas que de circunstancias exteriores.
Yo se que hay que hablar del dinero, de las cosas materiales, de la casa, del trabajo, del dolor y las enfermedades, de las alegrías y consuelos, de los sueños materiales y hasta corporales, la sensibilidad, la sensualidad y la sexualidad, del futuro, y de otras tantas mil cosas del mundo y sus circunstancias.
Sí también de la casa, de la nevera rota, de los zapatos de Juanito, del gasto en la Primera Comunión de Isabelita, de su educación y formación, de sus problemas y amistades.
Cómo no le voy a contar “mi día”, mis horas en su ausencia, es decir las que por necesidad pasamos separados, los encontronazos y desarmonías con mis jefes y compañeros, y las armonías, satisfacciones en el trabajo bien hecho, etc. pero lo que más llena mi alma son esos momentos en que con palabras unas veces, pues son necesarias, y otras veces sin ella, la comunicación se hace tan profunda, tan entera, tan del alma, tan íntima, que quedamos compenetrados el uno en el otro, y se hace realidad “serán dos, en una sola alma”. Es lo que yo llamo “la comunicación profunda”, “el diálogo del cuerpo y el alma”, “la entrega total de nuestro yo”. Ser libro abierto. Todo transparencia.
La vida y el pasado abierto porque quiero. Aunque tenga que llorar por el. José Carlos y yo nos hemos peguntado si la entrega total de “la vida pasada”, amistades, amores, debilidades y virtudes eran necesarias compartir para que la comunicación fuera completa. No, fue nuestra respuesta. Ni es totalmente necesaria ni a veces puede ser aconsejable y bueno. Lo que se entrega es la vida hacia delante desde que nos enamoramos. No hacia atrás. No lo que ha quedado fijo y clavado en el pasado y es inamovible ya, y no lo podemos cambiar para entregarlo limpio y hermoso al amado. Ese pasado se puede si se quiere, sin exigencia desde luego del amado, ir entregando en la medida solo de que cree unión y cariño. Si va a crear celos, infundados pues el pasado no “le pertenece”, recelos, desuniones, dificultades, desavenencias, es mejor dejarlo totalmente en el olvido. Lo que del pasado pueda unir, ayudarme a superar en el presente, apoyarme en el amado para la entrega y la vida, crear un pozo común de recuerdos, la infancia, los amigos, la vida familiar, las dificultades o sufrimientos pasados que al entregarlos puede crear compasión, en su verdadero sentido, sufrir con, puede ser entregado sin prisas, sin guión, cuando salga y venga espontáneamente. Quedarse en el diálogo sobre el pasado, sobretodo cuando se convierte en curiosidad malsana, en hurgar en los bordes de las heridas o caídas, o quedarse en el diálogo superficial y baladí, aún en el necesario pero solo de tejas para fuera, es ya un fallo y un deterioro. Quedarse ahí sería un error que ya empezaría a romper la pareja. Cuando no se crece, se descrece, se merma. Así el amor. Cuando no vives y sientes que vives, estás empezado a morir y muere. Cuando no creces y nada hay que haga crecer más la pareja que el diálogo del cuerpo, sí, pero también del alma, decreces, y al final nada queda sino la rutina, el sin entusiasmo y sin ilusiones, la desilusión pues y la monotonía más anodina y desesperante, el caminar junto a ti por inercia y por costumbre, sin vida compartida y sin unión de corazón y alma. Vida vegetativa pero carente de vida.
Por eso aunque ya hayamos hablado del diálogo quisiera insistir en el diálogo profundo. En él, lo más íntimo de mi ser va saliendo suavemente, sin aspavientos ni violencia y se va entregado a José Carlos con normalidad y viceversa. Y él me recibe como yo le recibo, con cariño y en el amor.
Soñamos juntos los hijos, tras soñar juntos la vida. Todos vendrán, si Dios quiere, deseados en el amor, como fruto del amor, nacidos en el amor, y recibidos de amor de Dios Padre.
Nos gusta hablar de Dios, de nuestra relación con El, del amor a su Hijo Jesucristo, de cómo nos sentimos amados y protegidos por la Virgen, su Madre, con ternura y cariño de también Madre nuestra.
No podré nunca querer a nadie como te quiero a ti José Carlos, porque a nadie podré entregar lo que te he entregado a ti de mi misma. Busco, profundizo y escarbo en lo más profundo de mi persona y no encuentro nada que no te pertenezca, que no comparta contigo.
Compartimos el cuerpo, el alma y la vida. Lo he puesto en singular por ser un solo cuerpo una sola alma y una sola vida. Pero sobretodo compartimos a un solo Señor y Salvador Jesucristo y a un único y verdadero Dios y Padre en el Espíritu de adopción.
¿Se puede, querido José Carlos, compartir algo mayor ni más hermoso que compartir nuestro Dios?
José Carlos, nuestro barro es barro. Pero está vivificado por el soplo divino que le infunde vida y por el agua del bautismo que le infunde vida divina. Nuestro barro es barro, pero es barro cocido en el horno amoroso de las manos de Creador.
Solo el barro húmedo y blando por el agua del amor humano, es moldeable y se puede unir y fusionar totalmente hasta hacerlo uno e inseparable, en otro barro. Mi barro en tu barro, José Carlos, hecho un solo barro, fusionado por nuestro amor de matrimonio natural de pareja humana y vivificado por Dios en el Sacramento del Matrimonio, el barro divino pues nuestra carne está destinada a la glorificación y nuestras almas están divinizadas en el amor de Cristo. “Vivo yo, más no soy yo, es Cristo quien vive en mí” Pablo. El agua sí, pero el agua convertida en vino, por la súplica a Jesús del amor cariñoso de nuestra Madre, María.
Preguntas.:
1ª.- ¿Hemos superado el diálogo necesario pero de “tejas abajo” en nuestra pareja por un diálogo más profundo y personal en que se comuniquen las convicciones más íntimas, las aspiraciones más profundas e incluso la fe y el modo de vivir del amor a Dios?
2ª.- ¿Hemos necesitado confiarnos nuestra vida pasada, amores, amistades, alegrías y penas o disgustos, fracasos y alejamiento de Dios, relación y aspiraciones del trabajo, “pequeñas historias de nuestra pequeña historia”, relación con Dios y su gracia y dones, etc.?
3ª.- ¿Ha ido saliendo con naturalidad, sin estridencias, sin celos, sin hurgar en las llagas, sin exigencias, cuando han sido necesarias u oportunas, como entrega personal querida o buscada por cada uno de los dos y no como rebusca del otro por apoderarse de mi yo?
4ª.- ¿Han entrado en nuestras conversaciones profundas, los hijos, el deseo de tenerlos y como amarlos y educarlos, cómo compaginar la paternidad y maternidad responsable, nuestra fertilidad carnal con nuestra fertilidad espiritual y de amor matrimonial, “unión y comunión de la pareja”, etc.?
5ª.- A veces no es ni necesario ni conveniente ni aconsejable pero a veces se pueden compartir fracasos y luchas en la vida espiritual y sobrenatural de cada uno de los dos.
¿Somos capaces de compartir, al menos, las dificultades espirituales de nuestra vida sobrenatural que nos afectan por las relaciones con el otro, como pueden ser nuestra vida sexual y sensual, el placer canal, el gozo espiritual, las relaciones en el trato y el humor, la cordialidad y respeto entre la pareja, la cortesía, el respeto a los silencios o necesidades de soledad o aislamiento, etc?
Reunión de Grupo:
No estuvimos en esta reunión del Grupo pues José Carlos y yo estábamos de Viaje de Novios. ¡Qué gustirrinín! Ya te contaré. Pero los dos hemos decidido dialogarlas en algunas de nuestras salidas al campo, en la playa es más difícil, pues siempre hay gente alrededor. Quedan pues pendientes. Algún día que vengan nuestros amigos del grupo a casa también sacaremos el tema para ver que dijeron ellos, pues el tema es apasionante y esencial para el buen funcionamiento de cualquier pareja.
Conclusión:
A esta llegó el Grupo y venía detrás de las parejas en los apuntes de María.
La vida no es vida si no se comparte, con Dios y con la pareja.
Más bien es muerte, el aislamiento y la falta de diálogo y
La pareja que no dialoga ya está muriendo y muere.
La unión natural del matrimonio debe llevar siempre al diálogo que debe haber nacido con fuerza en el noviazgo, y el sacramento debe llevar el diálogo a los bienes sobrenaturales y de Dios.
>
Mi Diario, Reunión del quince de mayo de 2004. Viernes.
Comunicación y diálogo, esencia de la vida en común.
Cuando el grupo nos fue a recibir al aeropuerto a la vuelta de nuestro Viaje de Novios, Mónica y María me habían guardado las notas y “las cartas” de estas tres reuniones del Grupo a las que José Carlos y yo no pudimos asistir. Con ellos, claro sin las aportaciones de la reunión de grupo, he reconstruido al completo las reuniones, en Mi Diario con mis reflexiones o con el diálogo sobre el tema con “mi marido”. Qué bien suena, “mi marido” Sí, amor tú, José Carlos.
Mi querido Diario:
José Carlos y yo hemos empezado una nueva relación. Un nuevo noviazgo, una mayor
Compenetración y forma de comunicarnos y entregarnos el uno al otro, que es el amor.
Ya hace más de dos años, quizás más de tres, que nuestras conversaciones y diálogos, pláticas y coloquios se han ido convirtiendo poco a poco en un volcar sobre el otro lo más íntimo de nuestras personas, nuestras ideas más secretas, nuestras apetencias más entrañables, nuestros deseos más recónditos, nuestras ilusiones más profundas, nuestras convicciones más firmes, nuestros sentimientos más hondos, lo más oculto y escondido en lo más entrañable de nuestro ser, nuestro yo más completo y más personal y reservado, aquello que guardamos celosamente a las miradas y oídos de todos solo para nosotros mismos.
Pero no sólo en el sexo y en la intimidad de las apetencias corporales o carnales, no.
Creo que hemos ido construyendo un diálogo del cuerpo pero sobre todo del alma. En este diálogo del alma, de nuestra persona entera se acopla y encaja perfectamente el diálogo del cuerpo. Y este diálogo se ha ido transformando en una conversación continua y sutil, a veces etérea y hasta silenciosa, porque muchas veces no nos hacen falta palabras para entendernos y compenetrarnos y otras veces aún en la distancia y la separación yo noto la unión y su presencia, sé que nos estamos comunicando y dialogando en perfecta armonía de sentimientos e ideas.
Claro que este diálogo solo se puede dar en una entrega absoluta y una donación plena de nuestro ser al ser amado, y es mucho más lo que hay de nosotros mismos en nuestras charlas que de circunstancias exteriores.
Yo se que hay que hablar del dinero, de las cosas materiales, de la casa, del trabajo, del dolor y las enfermedades, de las alegrías y consuelos, de los sueños materiales y hasta corporales, la sensibilidad, la sensualidad y la sexualidad, del futuro, y de otras tantas mil cosas del mundo y sus circunstancias.
Sí también de la casa, de la nevera rota, de los zapatos de Juanito, del gasto en la Primera Comunión de Isabelita, de su educación y formación, de sus problemas y amistades.
Cómo no le voy a contar “mi día”, mis horas en su ausencia, es decir las que por necesidad pasamos separados, los encontronazos y desarmonías con mis jefes y compañeros, y las armonías, satisfacciones en el trabajo bien hecho, etc. pero lo que más llena mi alma son esos momentos en que con palabras unas veces, pues son necesarias, y otras veces sin ella, la comunicación se hace tan profunda, tan entera, tan del alma, tan íntima, que quedamos compenetrados el uno en el otro, y se hace realidad “serán dos, en una sola alma”. Es lo que yo llamo “la comunicación profunda”, “el diálogo del cuerpo y el alma”, “la entrega total de nuestro yo”. Ser libro abierto. Todo transparencia.
La vida y el pasado abierto porque quiero. Aunque tenga que llorar por el. José Carlos y yo nos hemos peguntado si la entrega total de “la vida pasada”, amistades, amores, debilidades y virtudes eran necesarias compartir para que la comunicación fuera completa. No, fue nuestra respuesta. Ni es totalmente necesaria ni a veces puede ser aconsejable y bueno. Lo que se entrega es la vida hacia delante desde que nos enamoramos. No hacia atrás. No lo que ha quedado fijo y clavado en el pasado y es inamovible ya, y no lo podemos cambiar para entregarlo limpio y hermoso al amado. Ese pasado se puede si se quiere, sin exigencia desde luego del amado, ir entregando en la medida solo de que cree unión y cariño. Si va a crear celos, infundados pues el pasado no “le pertenece”, recelos, desuniones, dificultades, desavenencias, es mejor dejarlo totalmente en el olvido. Lo que del pasado pueda unir, ayudarme a superar en el presente, apoyarme en el amado para la entrega y la vida, crear un pozo común de recuerdos, la infancia, los amigos, la vida familiar, las dificultades o sufrimientos pasados que al entregarlos puede crear compasión, en su verdadero sentido, sufrir con, puede ser entregado sin prisas, sin guión, cuando salga y venga espontáneamente. Quedarse en el diálogo sobre el pasado, sobretodo cuando se convierte en curiosidad malsana, en hurgar en los bordes de las heridas o caídas, o quedarse en el diálogo superficial y baladí, aún en el necesario pero solo de tejas para fuera, es ya un fallo y un deterioro. Quedarse ahí sería un error que ya empezaría a romper la pareja. Cuando no se crece, se descrece, se merma. Así el amor. Cuando no vives y sientes que vives, estás empezado a morir y muere. Cuando no creces y nada hay que haga crecer más la pareja que el diálogo del cuerpo, sí, pero también del alma, decreces, y al final nada queda sino la rutina, el sin entusiasmo y sin ilusiones, la desilusión pues y la monotonía más anodina y desesperante, el caminar junto a ti por inercia y por costumbre, sin vida compartida y sin unión de corazón y alma. Vida vegetativa pero carente de vida.
Por eso aunque ya hayamos hablado del diálogo quisiera insistir en el diálogo profundo. En él, lo más íntimo de mi ser va saliendo suavemente, sin aspavientos ni violencia y se va entregado a José Carlos con normalidad y viceversa. Y él me recibe como yo le recibo, con cariño y en el amor.
Soñamos juntos los hijos, tras soñar juntos la vida. Todos vendrán, si Dios quiere, deseados en el amor, como fruto del amor, nacidos en el amor, y recibidos de amor de Dios Padre.
Nos gusta hablar de Dios, de nuestra relación con El, del amor a su Hijo Jesucristo, de cómo nos sentimos amados y protegidos por la Virgen, su Madre, con ternura y cariño de también Madre nuestra.
No podré nunca querer a nadie como te quiero a ti José Carlos, porque a nadie podré entregar lo que te he entregado a ti de mi misma. Busco, profundizo y escarbo en lo más profundo de mi persona y no encuentro nada que no te pertenezca, que no comparta contigo.
Compartimos el cuerpo, el alma y la vida. Lo he puesto en singular por ser un solo cuerpo una sola alma y una sola vida. Pero sobretodo compartimos a un solo Señor y Salvador Jesucristo y a un único y verdadero Dios y Padre en el Espíritu de adopción.
¿Se puede, querido José Carlos, compartir algo mayor ni más hermoso que compartir nuestro Dios?
José Carlos, nuestro barro es barro. Pero está vivificado por el soplo divino que le infunde vida y por el agua del bautismo que le infunde vida divina. Nuestro barro es barro, pero es barro cocido en el horno amoroso de las manos de Creador.
Solo el barro húmedo y blando por el agua del amor humano, es moldeable y se puede unir y fusionar totalmente hasta hacerlo uno e inseparable, en otro barro. Mi barro en tu barro, José Carlos, hecho un solo barro, fusionado por nuestro amor de matrimonio natural de pareja humana y vivificado por Dios en el Sacramento del Matrimonio, el barro divino pues nuestra carne está destinada a la glorificación y nuestras almas están divinizadas en el amor de Cristo. “Vivo yo, más no soy yo, es Cristo quien vive en mí” Pablo. El agua sí, pero el agua convertida en vino, por la súplica a Jesús del amor cariñoso de nuestra Madre, María.
Preguntas.:
1ª.- ¿Hemos superado el diálogo necesario pero de “tejas abajo” en nuestra pareja por un diálogo más profundo y personal en que se comuniquen las convicciones más íntimas, las aspiraciones más profundas e incluso la fe y el modo de vivir del amor a Dios?
2ª.- ¿Hemos necesitado confiarnos nuestra vida pasada, amores, amistades, alegrías y penas o disgustos, fracasos y alejamiento de Dios, relación y aspiraciones del trabajo, “pequeñas historias de nuestra pequeña historia”, relación con Dios y su gracia y dones, etc.?
3ª.- ¿Ha ido saliendo con naturalidad, sin estridencias, sin celos, sin hurgar en las llagas, sin exigencias, cuando han sido necesarias u oportunas, como entrega personal querida o buscada por cada uno de los dos y no como rebusca del otro por apoderarse de mi yo?
4ª.- ¿Han entrado en nuestras conversaciones profundas, los hijos, el deseo de tenerlos y como amarlos y educarlos, cómo compaginar la paternidad y maternidad responsable, nuestra fertilidad carnal con nuestra fertilidad espiritual y de amor matrimonial, “unión y comunión de la pareja”, etc.?
5ª.- A veces no es ni necesario ni conveniente ni aconsejable pero a veces se pueden compartir fracasos y luchas en la vida espiritual y sobrenatural de cada uno de los dos.
¿Somos capaces de compartir, al menos, las dificultades espirituales de nuestra vida sobrenatural que nos afectan por las relaciones con el otro, como pueden ser nuestra vida sexual y sensual, el placer canal, el gozo espiritual, las relaciones en el trato y el humor, la cordialidad y respeto entre la pareja, la cortesía, el respeto a los silencios o necesidades de soledad o aislamiento, etc?
Reunión de Grupo:
No estuvimos en esta reunión del Grupo pues José Carlos y yo estábamos de Viaje de Novios. ¡Qué gustirrinín! Ya te contaré. Pero los dos hemos decidido dialogarlas en algunas de nuestras salidas al campo, en la playa es más difícil, pues siempre hay gente alrededor. Quedan pues pendientes. Algún día que vengan nuestros amigos del grupo a casa también sacaremos el tema para ver que dijeron ellos, pues el tema es apasionante y esencial para el buen funcionamiento de cualquier pareja.
Conclusión:
A esta llegó el Grupo y venía detrás de las parejas en los apuntes de María.
La vida no es vida si no se comparte, con Dios y con la pareja.
Más bien es muerte, el aislamiento y la falta de diálogo y
La pareja que no dialoga ya está muriendo y muere.
La unión natural del matrimonio debe llevar siempre al diálogo que debe haber nacido con fuerza en el noviazgo, y el sacramento debe llevar el diálogo a los bienes sobrenaturales y de Dios.
>
29.- "La entrega total"
>
Mi Diario. Reunión del veinte y dos de mayo de 2004. Sábado.
A Paloma.
La ausencia de egoísmo. Entrega de sí mismo.
El sexo como símbolo y signo de la entrega en la consumación carnal.
Como en el tema anterior son los apuntes de mis queridas María y Mónica los que me sirven para no perder el tema y completar Mi Diario y mis apuntes sobre nuestras reuniones.
Copio primero la carta a Paloma sobre la entrega total y sin reservarse nada, señal inequívoca del amor verdadero, quien se reserva ya está destruyendo su amor, y luego las preguntas y mi charla con José Carlos.
Carta a:
Mi querida Paloma:
Quisiera aclararte en estas líneas un poco tus preguntas sobre la entrega total de sí mismo a la persona amada y sus relaciones con la entrega de la plenitud del sexo, que parece, me dices, que si está en nuestra voluntad la entrega total y personal al otro, haría lícita y hasta aconsejable la entrega sexual simultáneamente y sin tener que esperar al matrimonio, como su ilicitud o inconveniencia si hay una reserva en la entrega, lo que yo llamo la entrega controlada.
En la naturaleza misma de la pareja humana, entendida en el mismo sentido en que la creó el Hacedor, está el amor como fundamento y anclaje, y efectivamente TAMBIEN se expresa normalmente por el sexo y la unión carnal de los mismos, como símbolo y significado de la entrega total y personal, y por tanto perpetua en el corazón, el amor no pasa jamás, hasta la muerte en el compromiso, y exclusiva.
Si no hay entrega total de la persona, mi yo completo con exclusividad, sin reservas y para siempre, se vanaliza el sexo, tanto en su fin procreador, los hijos necesitan de sus dos progenitores con estabilidad, como en su fin unitivo.
La reserva o entrega controlada crea inestabilidad, puede crear dudas y es signo de provisionalidad y parcialidad en la intención de los miembros de la pareja.
Nos hemos quedado con algo de nosotros mismos que no hemos entregado. Hay una duda latente en la totalidad de nuestro amor, que se reserva una puerta de escape, aunque solo sea posible y no deseada.
¿Puede una pareja aún antes del matrimonio hacer una entrega mutua total y absoluta de sus personas? Si no es así, esta unión, la comunión carnal, signo de la entrega total, queda disminuida y desnaturalizada de su propio sentido convirtiéndola en un acto humano más, sin sentido trascendente, aún con su compromiso parcial y reservas consientes o subconscientes.
Pero pueden. Quién puede dudarlo.
El hecho de firmar un compromiso, matrimonio civil, o comprometerse ante Dios, mediante una alianza sagrada, matrimonio religioso, Sacramento cristiano, o de otras creencias religiosas, no conlleva la entrega personal. Es más, puede existir sin ellos y no existir con ellos.
Y en esto que voy a añadir “no tengo mandato del Señor," diré con San Pablo, porque no es doctrina del Sacramento sino especulación personal mía, personalísima, y por tanto limitada. Tan limitada que yo mismo la comparto como próxima a la verdad, a la realidad, más que la realidad y la verdad mismas.
Pero si el matrimonio natural es esa misma entrega personal y completa, consumada y expresada en plenitud en la unión afectiva y carnal de la pareja, signo y significado hecho realidad, yo intuyo que “YA hay matrimonio” desde el mismo momento que se da esa entrega con las connotaciones de perpetua, exclusiva y personal. Para decirlo con otras palabras: están ya casados porque el signo se convirtió en significado, y la entrega en realidad de unión de la pareja.
La firma del compromiso no es más que la ratificación ante la Sociedad de la autenticidad de la entrega con las consecuencias aceptadas que conlleva socialmente este compromiso: estabilidad, hijos, bienes comunes, etcétera...
.Diré que este matrimonio natural es más dudoso en parejas de bautizados, para los que es “obligatorio” el Sacramento. Pero así y todo pienso que ante Dios, muchas parejas de novios que han llegado a ratificar su unión con la consumación carnal del sexo, entregado como donación completa del amor, están de verdad ya casadas.
No podría decir si hasta se ha producido el Sacramento en caso de creyentes bautizados pues siendo los ministros del Sacramento ellos mismos, los contrayentes, solo ha faltado el testigo eclesial, normalmente el sacerdote, y su revelación pública, pues el Sacramento del Matrimonio se celebra ante la Asamblea cristiana del Pueblo de Dios, los testigos.
Dos personas, solas, como unos Robinsones, pueden casarse al hacerse la entrega y yo diría que “Eclesia suplet” y se produce el Sacramento, si son bautizados, cristianos creyentes y si está en su intención el quererlo recibir. Pero el hecho de evitar o evadir el acto ante la Sociedad, - parejas de hecho, que hoy se llaman, - puede nacer de una reserva de dominio sobre nuestra propia persona que devalúa y mengua y hasta ningunea o banalaza el acto.
¿Puede una pareja dar y recibir, aceptar amor en estas circunstancias? Claro que sí, quién puede negar que aún con limitaciones, el sexo pueda provenir del amor y de la entrega al otro, del cariño a la pareja y hasta del deseo de vivir juntos para siempre y para siempre entregarse al otro.
Pero también quien puede negar que es un resquicio por donde puede entrar la duda y la sospecha de que la entrega está condicionada a que “vaya bien,” o a que no aparezca alguien que de más o que parezca mejor, tanto en lo temporal, bienes, como en lo corporal, sexo y placer.
Pero sobretodo que al no ser plena la entrega, el amor no es pleno. Le estamos negando al amado “algo” que le pertenece, al negarle la plenitud de nuestro yo.
A veces uno desea la ratificación pública de su entrega, el Matrimonio, y el otro le da largas o pone pegas, porque en el fondo no quiere un compromiso verdaderamente completo y estable.
Y quién puede negar que cuando en una de las partes sólo hay búsqueda de sexo o placer y claramente no hay entrega ninguna, la relación sexual de ambos la ha prostituido, al menos, para cuantos lo entendemos como signo y expresión de amor.
Claro que la entrega es mucho más y más amplia que el sexo, la unión carnal y todos sus aledaños de sentimientos, caricias, placeres, besos, abrazos, y roces vehementes.
Claro que el sexo es símbolo – representa- de la entrega amorosa y que es signo, - significado y significa- esa misma entrega total.
Pero puede circunscribirse en otros contextos, como el placer, el deseo, la voluptuosidad, el Eros, la concupiscencia, el simple intercambio interesado por una o ambas partes y hasta la explotación del otro rebajándolo a simple objeto de mi placer y mis deseos, sin pizca de amor ni siquiera de cariño o consideración.
En otra carta te conté como el sexo puede ser entendido y como a veces se le entiende.
Aquí quisiera terminar en cómo lo entiende Dios Padre, su Creador, la Iglesia en el Sacramento, creado por Jesús, Dios Hijo, y cómo lo debemos vivir los cristianos con la fuerza del amor, del Dios-Amor, Dios Espíritu Santo.
Dios crea al hombre a su imagen y semejanza. Dios es amor, luego crea al hombre para amar. Y para mantener la especie, la procreación, crea el sexo fecundo, haciéndonos participe de su creación, nacida del amor, engendrando en el amor. Dios crea nuestro espíritu, el alma, y nosotros engendramos el cuerpo vivo del nasciturus, entre ambos damos vida a una nueva persona humana.
Y para mantener, aumentar la unión y fijarla en la pareja, para que se comuniquen mutuamente su entrega y su amor crea el sexo, en su sentido unitivo dando estabilidad al hogar y a la familia y haciéndonos vivir el Sacramento. Sexo fecundo, pues, produce unión y aumenta el amor de los cónyuges.
Y todo en un marco de gozo, cariño, ternura, placer, deseo, entrega y donación mutua. Es un dar y darse, pedir porque sabemos que el otro está deseando darnos y espera ansioso nuestra petición amorosa, tierna y a veces carnal.
Y así recibimos del otro, porque el amor no solo es dar, es saber recibir del amado, que también es una forma de darnos, dejando que el amado al ser amante llegue a su plenitud dándose a nosotros.
Con cariño, Carlos.
Preguntas:
1.- ¿Si no hay entrega total de la persona, con exclusividad y para siempre, hay verdadero amor en el pleno sentido de la naturaleza humana?
2.- ¿Sin amor total no se banaliza caso el sexo, tanto en su fin procreador como en su fin unitivo?
3.- ¿Puede haber entrega completa corporal, relación sexual antes del Sacramento entre cristianos?
Enumerar los inconvenientes y las razones favorables.
4.- ¿Por qué la Iglesia las desaconseja y las prohíbe en el marco del noviazgo entre cristianos bautizados?
5.- ¿Por qué la Iglesia pide a los bautizados que antes de consumar la unión carnal o el matrimonio natural si lo hubiere, se reciba el Sacramento ante el Pueblo de Dios, como testigos, y lo bendiga un sacerdote como testigo cualificado del Sacramento?
5.- ¿Qué diferencias hay entre pareja de hecho, matrimonio civil, matrimonio Sacramental, para bautizados y no bautizados? (los no bautizados no pueden recibir el Sacramento. Véase el caso de los matrimonios mixtos, católico con no católico y este bautizado o no)
6.- ¿Cómo en el amor de unión de la pareja el “darse” se puede convertir en “recibirle” y sin dejar por eso de ser “dar”?
7.- ¿Puede haber unión carnal plenamente humana sin entrega unitiva, o el hecho de evitar o negar el sentido unitivo de la comunión carnal devalúa la entrega hasta convertirla en solo u acto en que se busca solamente el placer personal sin buscar para nada ni el placer para la pareja ni la unión-fijación con ella?
8.- ¿Porqué Dios ha creado la unión carnal y porqué la ha elevado hasta lo sobrenatural haciéndolo Sacramento de su alianza y signo sagrado de su amor a los hombres y a su Iglesia?
Charla con José Carlos:
Este tema ya lo teníamos un poco trillado entre nosotros dos en nuestras habituales salidas al campo y nuestros diálogos íntimos. Si el noviazgo es “lugar de encuentros”, para nosotros dos, sexo y sacramento han sido un lugar de conversaciones y de unificar sin violencia nuestros puntos de vista.
Hemos aceptado siempre como principio que nuestra unión marital sería eso, marital, tras ser marido y mujer por el Sacramento entre bautizados católicos que ahora en España tiene efectos plenamente civiles. Sin caso de necesidad extrema, falta de sacerdote durante un periodo muy largo, que bendiga la unión, caso ya muy improbable de aislamiento total de la pareja del mundo civilizado o católico, el recibir el Sacramento en la Iglesia y casarse para el Señor en la Iglesia, no tanto en el templo sino ante los hermanos, nos parece lo conveniente y necesario para creyentes. Los casos extremos serían eso, extremos, no por capricho o por robar a ver cómo nos va, que es desde luego signo inequívoco de entrega controlada y no plena de toda la persona y todo nuestro ser.
A la ventaja de ver como nos vamos acomodando y acoplando en el sexo y la convivencia de la unión prematrimonial vemos como perjuicio casi irreparable la posibilidad real de la duda por parte del otro o de los dos de que el amor sea completo cuando hay una resera de entrega y una puerta abierta a la ruptura antes incluso de haberla cerrado definitivamente. Hay otros muchos inconvenientes y alguna ventaja más, pero tan pequeñas estas y tan grandes aquellas que no merece la pena “la prueba”. En el fondo tota temporalidad es una falta de compromiso estable, del hombre de hoy que le tiene un miedo atroz al compromiso verdadero.
El darse se convierte en recibirle cuando el amante se hace amado para permitir y desear que el amado se haga amante para darle para posibilidad de gozar el gozo de la entrega y el darse.
Dios en un acto de generosidad infinita hizo el matrimonio natural sacramento para acercarse íntimamente el alianza a los esposos y para coparticipar en la mutua paternidad. Así permanece y se encarna en el sentido unitivo del amor de la pareja y nos participa de su Paternidad eterna en nuestra paternidad humana haciéndose presente en el sentido procreador del matrimonio.
Conclusión:
José Carlos y yo creemos que el sexo creado por Dios, es y debe ser signo sagrado y expresión de nuestra entrega total. Que el placer del sexo es unos de los regalos más maravillosos de Dios, bueno y necesario en la pareja, que hay que buscarlo para darlo y recibirlo, y que dentro de la alianza con Dios del Sacramento se hace también expresión y sigo de esta Alianza, y se eleva al gozo espiritual y completo de la persona en la entrega mutua y sin reservas, Alianza de nuevo con Dios, y expresión de nuestra entrega a El y de El con nosotros en presencia y encuentro con Jesús, en el Sacramento.
>
Mi Diario. Reunión del veinte y dos de mayo de 2004. Sábado.
A Paloma.
La ausencia de egoísmo. Entrega de sí mismo.
El sexo como símbolo y signo de la entrega en la consumación carnal.
Como en el tema anterior son los apuntes de mis queridas María y Mónica los que me sirven para no perder el tema y completar Mi Diario y mis apuntes sobre nuestras reuniones.
Copio primero la carta a Paloma sobre la entrega total y sin reservarse nada, señal inequívoca del amor verdadero, quien se reserva ya está destruyendo su amor, y luego las preguntas y mi charla con José Carlos.
Carta a:
Mi querida Paloma:
Quisiera aclararte en estas líneas un poco tus preguntas sobre la entrega total de sí mismo a la persona amada y sus relaciones con la entrega de la plenitud del sexo, que parece, me dices, que si está en nuestra voluntad la entrega total y personal al otro, haría lícita y hasta aconsejable la entrega sexual simultáneamente y sin tener que esperar al matrimonio, como su ilicitud o inconveniencia si hay una reserva en la entrega, lo que yo llamo la entrega controlada.
En la naturaleza misma de la pareja humana, entendida en el mismo sentido en que la creó el Hacedor, está el amor como fundamento y anclaje, y efectivamente TAMBIEN se expresa normalmente por el sexo y la unión carnal de los mismos, como símbolo y significado de la entrega total y personal, y por tanto perpetua en el corazón, el amor no pasa jamás, hasta la muerte en el compromiso, y exclusiva.
Si no hay entrega total de la persona, mi yo completo con exclusividad, sin reservas y para siempre, se vanaliza el sexo, tanto en su fin procreador, los hijos necesitan de sus dos progenitores con estabilidad, como en su fin unitivo.
La reserva o entrega controlada crea inestabilidad, puede crear dudas y es signo de provisionalidad y parcialidad en la intención de los miembros de la pareja.
Nos hemos quedado con algo de nosotros mismos que no hemos entregado. Hay una duda latente en la totalidad de nuestro amor, que se reserva una puerta de escape, aunque solo sea posible y no deseada.
¿Puede una pareja aún antes del matrimonio hacer una entrega mutua total y absoluta de sus personas? Si no es así, esta unión, la comunión carnal, signo de la entrega total, queda disminuida y desnaturalizada de su propio sentido convirtiéndola en un acto humano más, sin sentido trascendente, aún con su compromiso parcial y reservas consientes o subconscientes.
Pero pueden. Quién puede dudarlo.
El hecho de firmar un compromiso, matrimonio civil, o comprometerse ante Dios, mediante una alianza sagrada, matrimonio religioso, Sacramento cristiano, o de otras creencias religiosas, no conlleva la entrega personal. Es más, puede existir sin ellos y no existir con ellos.
Y en esto que voy a añadir “no tengo mandato del Señor," diré con San Pablo, porque no es doctrina del Sacramento sino especulación personal mía, personalísima, y por tanto limitada. Tan limitada que yo mismo la comparto como próxima a la verdad, a la realidad, más que la realidad y la verdad mismas.
Pero si el matrimonio natural es esa misma entrega personal y completa, consumada y expresada en plenitud en la unión afectiva y carnal de la pareja, signo y significado hecho realidad, yo intuyo que “YA hay matrimonio” desde el mismo momento que se da esa entrega con las connotaciones de perpetua, exclusiva y personal. Para decirlo con otras palabras: están ya casados porque el signo se convirtió en significado, y la entrega en realidad de unión de la pareja.
La firma del compromiso no es más que la ratificación ante la Sociedad de la autenticidad de la entrega con las consecuencias aceptadas que conlleva socialmente este compromiso: estabilidad, hijos, bienes comunes, etcétera...
.Diré que este matrimonio natural es más dudoso en parejas de bautizados, para los que es “obligatorio” el Sacramento. Pero así y todo pienso que ante Dios, muchas parejas de novios que han llegado a ratificar su unión con la consumación carnal del sexo, entregado como donación completa del amor, están de verdad ya casadas.
No podría decir si hasta se ha producido el Sacramento en caso de creyentes bautizados pues siendo los ministros del Sacramento ellos mismos, los contrayentes, solo ha faltado el testigo eclesial, normalmente el sacerdote, y su revelación pública, pues el Sacramento del Matrimonio se celebra ante la Asamblea cristiana del Pueblo de Dios, los testigos.
Dos personas, solas, como unos Robinsones, pueden casarse al hacerse la entrega y yo diría que “Eclesia suplet” y se produce el Sacramento, si son bautizados, cristianos creyentes y si está en su intención el quererlo recibir. Pero el hecho de evitar o evadir el acto ante la Sociedad, - parejas de hecho, que hoy se llaman, - puede nacer de una reserva de dominio sobre nuestra propia persona que devalúa y mengua y hasta ningunea o banalaza el acto.
¿Puede una pareja dar y recibir, aceptar amor en estas circunstancias? Claro que sí, quién puede negar que aún con limitaciones, el sexo pueda provenir del amor y de la entrega al otro, del cariño a la pareja y hasta del deseo de vivir juntos para siempre y para siempre entregarse al otro.
Pero también quien puede negar que es un resquicio por donde puede entrar la duda y la sospecha de que la entrega está condicionada a que “vaya bien,” o a que no aparezca alguien que de más o que parezca mejor, tanto en lo temporal, bienes, como en lo corporal, sexo y placer.
Pero sobretodo que al no ser plena la entrega, el amor no es pleno. Le estamos negando al amado “algo” que le pertenece, al negarle la plenitud de nuestro yo.
A veces uno desea la ratificación pública de su entrega, el Matrimonio, y el otro le da largas o pone pegas, porque en el fondo no quiere un compromiso verdaderamente completo y estable.
Y quién puede negar que cuando en una de las partes sólo hay búsqueda de sexo o placer y claramente no hay entrega ninguna, la relación sexual de ambos la ha prostituido, al menos, para cuantos lo entendemos como signo y expresión de amor.
Claro que la entrega es mucho más y más amplia que el sexo, la unión carnal y todos sus aledaños de sentimientos, caricias, placeres, besos, abrazos, y roces vehementes.
Claro que el sexo es símbolo – representa- de la entrega amorosa y que es signo, - significado y significa- esa misma entrega total.
Pero puede circunscribirse en otros contextos, como el placer, el deseo, la voluptuosidad, el Eros, la concupiscencia, el simple intercambio interesado por una o ambas partes y hasta la explotación del otro rebajándolo a simple objeto de mi placer y mis deseos, sin pizca de amor ni siquiera de cariño o consideración.
En otra carta te conté como el sexo puede ser entendido y como a veces se le entiende.
Aquí quisiera terminar en cómo lo entiende Dios Padre, su Creador, la Iglesia en el Sacramento, creado por Jesús, Dios Hijo, y cómo lo debemos vivir los cristianos con la fuerza del amor, del Dios-Amor, Dios Espíritu Santo.
Dios crea al hombre a su imagen y semejanza. Dios es amor, luego crea al hombre para amar. Y para mantener la especie, la procreación, crea el sexo fecundo, haciéndonos participe de su creación, nacida del amor, engendrando en el amor. Dios crea nuestro espíritu, el alma, y nosotros engendramos el cuerpo vivo del nasciturus, entre ambos damos vida a una nueva persona humana.
Y para mantener, aumentar la unión y fijarla en la pareja, para que se comuniquen mutuamente su entrega y su amor crea el sexo, en su sentido unitivo dando estabilidad al hogar y a la familia y haciéndonos vivir el Sacramento. Sexo fecundo, pues, produce unión y aumenta el amor de los cónyuges.
Y todo en un marco de gozo, cariño, ternura, placer, deseo, entrega y donación mutua. Es un dar y darse, pedir porque sabemos que el otro está deseando darnos y espera ansioso nuestra petición amorosa, tierna y a veces carnal.
Y así recibimos del otro, porque el amor no solo es dar, es saber recibir del amado, que también es una forma de darnos, dejando que el amado al ser amante llegue a su plenitud dándose a nosotros.
Con cariño, Carlos.
Preguntas:
1.- ¿Si no hay entrega total de la persona, con exclusividad y para siempre, hay verdadero amor en el pleno sentido de la naturaleza humana?
2.- ¿Sin amor total no se banaliza caso el sexo, tanto en su fin procreador como en su fin unitivo?
3.- ¿Puede haber entrega completa corporal, relación sexual antes del Sacramento entre cristianos?
Enumerar los inconvenientes y las razones favorables.
4.- ¿Por qué la Iglesia las desaconseja y las prohíbe en el marco del noviazgo entre cristianos bautizados?
5.- ¿Por qué la Iglesia pide a los bautizados que antes de consumar la unión carnal o el matrimonio natural si lo hubiere, se reciba el Sacramento ante el Pueblo de Dios, como testigos, y lo bendiga un sacerdote como testigo cualificado del Sacramento?
5.- ¿Qué diferencias hay entre pareja de hecho, matrimonio civil, matrimonio Sacramental, para bautizados y no bautizados? (los no bautizados no pueden recibir el Sacramento. Véase el caso de los matrimonios mixtos, católico con no católico y este bautizado o no)
6.- ¿Cómo en el amor de unión de la pareja el “darse” se puede convertir en “recibirle” y sin dejar por eso de ser “dar”?
7.- ¿Puede haber unión carnal plenamente humana sin entrega unitiva, o el hecho de evitar o negar el sentido unitivo de la comunión carnal devalúa la entrega hasta convertirla en solo u acto en que se busca solamente el placer personal sin buscar para nada ni el placer para la pareja ni la unión-fijación con ella?
8.- ¿Porqué Dios ha creado la unión carnal y porqué la ha elevado hasta lo sobrenatural haciéndolo Sacramento de su alianza y signo sagrado de su amor a los hombres y a su Iglesia?
Charla con José Carlos:
Este tema ya lo teníamos un poco trillado entre nosotros dos en nuestras habituales salidas al campo y nuestros diálogos íntimos. Si el noviazgo es “lugar de encuentros”, para nosotros dos, sexo y sacramento han sido un lugar de conversaciones y de unificar sin violencia nuestros puntos de vista.
Hemos aceptado siempre como principio que nuestra unión marital sería eso, marital, tras ser marido y mujer por el Sacramento entre bautizados católicos que ahora en España tiene efectos plenamente civiles. Sin caso de necesidad extrema, falta de sacerdote durante un periodo muy largo, que bendiga la unión, caso ya muy improbable de aislamiento total de la pareja del mundo civilizado o católico, el recibir el Sacramento en la Iglesia y casarse para el Señor en la Iglesia, no tanto en el templo sino ante los hermanos, nos parece lo conveniente y necesario para creyentes. Los casos extremos serían eso, extremos, no por capricho o por robar a ver cómo nos va, que es desde luego signo inequívoco de entrega controlada y no plena de toda la persona y todo nuestro ser.
A la ventaja de ver como nos vamos acomodando y acoplando en el sexo y la convivencia de la unión prematrimonial vemos como perjuicio casi irreparable la posibilidad real de la duda por parte del otro o de los dos de que el amor sea completo cuando hay una resera de entrega y una puerta abierta a la ruptura antes incluso de haberla cerrado definitivamente. Hay otros muchos inconvenientes y alguna ventaja más, pero tan pequeñas estas y tan grandes aquellas que no merece la pena “la prueba”. En el fondo tota temporalidad es una falta de compromiso estable, del hombre de hoy que le tiene un miedo atroz al compromiso verdadero.
El darse se convierte en recibirle cuando el amante se hace amado para permitir y desear que el amado se haga amante para darle para posibilidad de gozar el gozo de la entrega y el darse.
Dios en un acto de generosidad infinita hizo el matrimonio natural sacramento para acercarse íntimamente el alianza a los esposos y para coparticipar en la mutua paternidad. Así permanece y se encarna en el sentido unitivo del amor de la pareja y nos participa de su Paternidad eterna en nuestra paternidad humana haciéndose presente en el sentido procreador del matrimonio.
Conclusión:
José Carlos y yo creemos que el sexo creado por Dios, es y debe ser signo sagrado y expresión de nuestra entrega total. Que el placer del sexo es unos de los regalos más maravillosos de Dios, bueno y necesario en la pareja, que hay que buscarlo para darlo y recibirlo, y que dentro de la alianza con Dios del Sacramento se hace también expresión y sigo de esta Alianza, y se eleva al gozo espiritual y completo de la persona en la entrega mutua y sin reservas, Alianza de nuevo con Dios, y expresión de nuestra entrega a El y de El con nosotros en presencia y encuentro con Jesús, en el Sacramento.
>
Suscribirse a:
Entradas (Atom)