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Mi Diario a siete de junio de 2004. Lunes.
Ayer, seis, fuimos a comer a casa de los padres de José Carlos. Pasamos la tarde con ellos, entre fotos y pequeñas películas del viaje de novios, y para ver las fotos de nuestra boda y el video, que ya le había entregado a su madre el fotógrafo de la boda.
El video es formidable y será un recuerdo eterno de nuestro amor. José Carlos dice que he salido guapísima y yo me veo normal, si seré presumida, pero el que está imponente es el de guapo y sonriente. Mi madre y su madre son casi dos modelos para su edad, son aún muy jóvenes, y la entrada del brazo de mi adre es impresionante. Un momento se ve a todo el grupo y a Elena, que bien le sienta ese vestido y qué estilosa es, y a Carlos, sonriente y feliz de vernos tan felices.
Luego se les ve en su mesa todos alrededor de esos candelabros altos llenos de cinco velas, uvas, flores blancas tan preciosos. También tenemos unas fotos de ellos tanto en la Iglesia como en el Hotel.
No te puedo comentar todas las fotos pues estaría escribiendo toda la noche, pero te diré que Isabela estaba impresionante y que mis primas y sus primos y hermanos de nosotros dos lo pasaron tan bien y bailaron tanto que no se si va a salir otra boda de esta.
Desde luego la madre de José Carlos es todo corazón y adora a sus tres hijos. José Carlos, el mayor, Luís que está terminando la carrera y ya tiene novia, Isabelita, y la pequeña la niña de los ojos d su padre, Belencita, que aún le quedan dos años para la Uni.
Mañana ocho, martes, hemos de cenar con mis padres que se van pasado mañana de crucero con unos amigos quince días, cómo viven, bueno no puedo quejarme que nosotros nos hemos pasado veintiocho en el viaje más maravilloso de mi vida.
No lo puedo remediar. ¡Cómo te quiero, José Carlos!
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