sábado, 11 de agosto de 2007

15.- "Así preparamos el Cursillo"

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Mi Diario a once de abril de 2004. Domingo.
Asisten como ayudantes de Monitores, al final del noviazgo.
Carlos nos pidió que asistiéramos al SEGUNDO CURSILLO de El Madroñal, y que nuestro talante fuera como hacerlo nuevamente, asistiendo primero a las charlas como oyentes, y luego a las reuniones de grupos, cada pareja en un grupo con su pareja de monitores oficiales, dando testimonio de nuestra fe de parejas jóvenes, a un año de nuestro cursillo, en nuestros meses de matrimonio, y contando nuestras vivencias como miembros del grupo y de nuestra “pequeña comunidad de vida cristiana”.
Pero eso hoy domingo por la tarde nos hemos reunido en casa de María y Tomás, que de los casados ya, son los que viven más al epicentro de todos nosotros.
Nos ha entregado Elena unas hojas con la revisión de cada tema desde el punto de vista de los Monitores que eso seremos, ayudantes de Monitores, en este Cursillo. Carlos nos ha pedido que sobre todo seamos “testigos” de la fe que profesamos y del amor con que amamos a Jesús y a su Iglesia. Que nuestro testimonio de parejas jóvenes puede mover más que mil charlas y discursos, diálogos y conversaciones, pues “las palabras vuelan y los ejemplos arrastran”. Nos lo dijo en latín pero no lo recuerdo bien. “Verba volant, y no sé que más. Se lo preguntaré.
Las hojas constan de dos partes bien definidas. La primera que se debe intentar dejar en cada tema. Sus objetivos. Como siempre, será un poco pesado, insistió en que hay que exponer las ideas claramente y dialogar sobre ellas, pero que hay que dejar plena libertad para que El Espíritu haga su trabajo. “La fe es un don gratuito de Dios”. Pero Dios Misericordioso a nadie se la niega si abre su corazón al amor.
Cada día iré copiando estas hojitas de Objetivos y revisión y luego anotando algunas impresiones de las reuniones de grupo y del Cursillo.
Las leímos todas, nos pidió que las retocaros sobre la marcha si nos iluminaba el Espíritu y después de charlar sobre mil cosas tomamos unas cosillas de cena, María es una maravillosa anfitriona y se volcó, menudo banquete, e ilusionados por mañana “de estreno” José Carlos me llevó a casa, cómo añoro estar ya casada y volver a nuestro hogar ya tan terminado para después de nuestra ya inminente boda, en mayo, bendito sea Dios, y tras escribir estas líneas y rezar al pie de mi cama mirando el Crucifijo de mi abuela, ¡Señor ven a tu viña y vendímiala!, me meteré en la cama pues estoy como buena dormilona, muerta de sueño. Hasta mañana José Carlos, me hace muchísima ilusión ir juntos de jornaleros a la Viña del Señor. Un beso. No te enfades, para ti también, mi querido Diario.
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